La remontada

La colaboración público-privada es imprescindible para empujar conjuntamente, en la tan deseada remontada económica, que posibilite con éxito la reconstrucción de todo el sistema productivo. Las inversiones públicas tienen que ser potentes, siempre adecuadas, es decir, hay que planificar para después ejecutar, lo que verdaderamente es oportuno, sin dejar márgenes para actuaciones de dudosa utilidad económica, funcional o social. No estamos para perder el tiempo y por supuesto la financiación, en caprichos personales o buscando réditos electoralistas. Es el momento de la responsabilidad, poniendo el interés general por encima de cualquier otra consideración subjetiva. Determinar criterios evaluables para escoger las inversiones preferentes tiene que ser la tónica para seguir avanzando

Telde, un año después. Una ciudad que ilusiona.

Un año después y gracias a todos y cada uno de los miembros que conforman el gobierno de la ciudad; a su compromiso, responsabilidad y lealtad, Telde es hoy una ciudad más establece desde el ámbito político, más solvente económica y financieramente, más sólida en su estructura social, más comprometida con el medioambiente y la protección animal, más igualitaria y justa, y más rica social y culturalmente. Pero lo cierto es que en los últimos 365 días Telde ha girado la dirección para cambiar el rumbo; una nueva etapa en la que la estabilidad en el gobierno, el diálogo y el consenso con los representantes públicos y la sociedad civil han guiado la hoja de ruta de nuestra gestión.

Ser feliz cuesta poco, no serlo sale caro

Me gusta sentir que necesitaba esta pausa, al margen de lo que pasa ahí fuera, aunque no tenga la casa como los chorros del oro, ni haya visto cuatro series en Neflix ni haya destacado como una potencial cocinera. Desde luego nadie quería que este "alto en el camino" estuviera marcado por la tragedia, la pérdida y el dolor, pero a pesar de ello la vida sigue, el mundo no se ha detenido. Somos nosotros, muchos de nosotros, los que hemos pisado a fondo el freno de nuestras vidas casi derrapando porque de pronto, quedarnos en casa era nuestro principal cometido.

Islas para vivir

Decía Machado que es de necios confundir valor y precio. Y es posible que a muchos de nosotros estos largos días de confinamiento nos hayan servido para reflexionar sobre la fragilidad de las cosas que damos por seguras. Del inmenso valor que tiene para nosotros muchos pequeños detalles a los que no prestamos, en ocasiones, la mayor importancia.

Los niños en el mundo en época de pandemia

En un estudio elaborado por la Organización humanitaria Plan Internacional, refleja la preocupación por los efectos que esta causando el coronavirus en el mundo. Sin duda, vivimos unos momentos de preocupación y de incertidumbre, donde tendremos que saber vivir con la COVID-19 hasta que la Ciencia sea capaz de descubrir la tan deseada vacuna. Los efectos causados hasta ahora por el coronavirus son aterradores y preocupantes, no exentos de muertes, histerias y miedos.

Pedir perdón

¿Sabéis?, la vida es demasiado cansina para que nos estéis forzando todo el día a pedir perdón por algo que no hemos hecho y que en la vida se nos ocurriría hacerlo, por mucho que lo recalquéis a través de vuestro odio. Creo que es más despectivo y así me lo han hecho ver muchos, que decirles hombre de color es algo más fuera de contexto. Pero, como siempre habrá alguno que utilizará mis palabras con un sentido distinto y ideal paras sus patéticas intenciones de rabia y desprecio.

Empotrados en el conflicto permanente

Estamos asistiendo a un espectáculo deleznable por parte de una mayoría de la clase política española, donde el frentismo es su bandera. Se fomenta conscientemente el enfrentamiento, buscando posibles réditos electorales, cada cual más provocador y en muchos casos hasta chulesco. Es la exaltación de la rivalidad fanatizada. En todos los ámbitos y por todos los medios, hay una continua hostilidad, que sobresale en las redes sociales. No hay manera de encontrar puntos de encuentro, más bien, se aprecia el distanciamiento y si puede ser, sazonado con algo de acritud, que así parece ser que tiene más valor. Podríamos hablar de la sociedad de la discordia, porque ese combate dialéctico se está trasladando a la sociedad y al comportamiento ciudadano, llevando a la división en bandos irreconciliables, pero, sobre todo, en partes con sordera crónica, ya que no se escucha al que piensa diferente, simplemente se le ataca, menosprecia o se le desprestigia. Ya el refranero español señala que es más costosa la discordia que la concordia.

Y el turismo, ¿pa cuándo?

Mira que tenemos paciencia… Desde el primer momento de esta crisis ‘covidiana’ hemos sido de largo el sector más afectado y todo indica que desgraciadamente lo seguiremos siendo mucho tiempo. Todos los ministros y ministras, ¡incluso el de Consumo¡, tan conocedor del turismo, han hablado del nuestro como el sector clave para este país y su recuperación. Es curioso que siendo tan clave lo dejen fuera del grupo de ‘los cuatro fantásticos’, y eso que la ministra Maroto tiene en su cartera un 40% del PIB del país, junto con Industria y Comercio. Sigo sin entender que se ignore el turismo o no se le dé el peso debido en la toma de decisiones. Y no me vengan con historias de encuentros en la tercera fase. Si no está en la mesa la opinión de la ministra, no cuenta como debería, así de simple.

Hay que dejar el miedo atrás

Algunos expertos internacionales consideran que lo que se ha hecho en países como España o Italia con el coronavirus ha sido “una práctica medieval”. Opinan que es una locura paralizar la sociedad y encerrar a todo el mundo en sus casas, porque los daños que se causa a la economía son tremendos. Y ponen de ejemplo otros países en donde se ha contenido la pandemia sin encierros masivos, a través del comportamiento responsable de los ciudadanos y de las medidas de protección individual (aunque también han pagado su correspondiente costo en pérdida de vidas humanas).

¿Cambiaremos tras la crisis pandémicas?

Un artículo de la periodista, Guadalupe Bécares, en la revista digital Ethic Magazine; me atrajo por la importancia de su contenido con respecto al futuro de la humanidad, teniendo como referencia el coronavirus y el cambio climático. Sin duda, vivimos tiempos de miedos, histerias y de incertidumbres, pero con la esperanza de vivir en un mundo mejor, siempre y cuando el futuro, el mañana, nos permita darnos la oportunidad de saber valorar en el escenario terrestre donde vivimos. ¿Cambiaremos tras las crisis pandémicas bacteriológica y económica?


Tagoror

Síguenos en nuestros canales
de Redes Sociales

Explorar

Explorar Secciones Tagoror