Vivir no era lo que pensaba (Covid-19)

Regreso a este lugar donde tantas veces he encontrado la calma, en un momento que, imagino, todos hemos calificado como poco de "surrealista". Nos levantamos cada mañana deseando conocer la evolución de esta crisis sanitaria que nos ha cambiado la forma de ser y de sentir; que nos ha puesto la vida patas arriba y que se ha metido dentro de cada uno de nosotros en forma de nudo; de esos que aprietan fuerte y cortan las respiración. Aunque hablo metafóricamente, esta pandemia protagonizada por un único enemigo llamado COVID-19 o Coronavirus, ya le ha quitado la respiración a miles de personas en todo el mundo. Ellas no tendrán la oportunidad de contarle a las futuras generaciones cómo un bicho invisible nos cambió la vida, nos arrebató la libertad durante un puñado de días y arrasó con la sonrisa de tanta gente. Ellos no podrán recordar esta pandemia como un mal sueño porque ya duermen eternamente. Mientras la mayoría de la población intentamos resguardarnos del enemigo, miles de personas siguen trabajando, luchando y exponiéndose cada día al contagio, para tratar de frenar y controlar este monstruo sin piedad que nos vapulea desde su privilegiada posición de invisibilidad.

El Coronavirus y los Beneficios Sociales del Teletrabajo

La intensa crisis sanitaria a escala mundial tendrá un alto coste social en términos de vidas humanas y de comportamiento y sin duda generará cambios importantes en las condiciones de vida en el futuro. Según Carbon Brief ( https://www.carbonbrief.org/analysis-coronavirus-has-temporarily-reduced-chinas-co2-emissions-by-a-quarter ) el coranovirus ha reducido un cuarto la emisiones de CO2 de China debido a la reducción de la actividad industrial. Pero asdemás se ha producido un cambio importante en la relación entre muchas empresas y trabajadores al requerir que muchas personas estén realizando en este momento su trabajo de manera no presencial.

No cometer dos veces el mismo error

Hay que decir la verdad: ninguna sociedad está preparada para afrontar una pandemia como la que está enfrentando el mundo en estos momentos. Hay quienes dicen que en países como Italia o España se ha reaccionado tarde y mal ante el Covid-19. Es probable que tengan razón en que las autoridades sanitarias no supieron evaluar con prontitud los efectos letales de esta nueva enfermedad. Pero no es una excepción de nuestros países. Les ha ocurrido a todo el mundo, desde China a Estados Unidos. Hasta que los expertos empezaron a poner encima de la mesa las cifras de millones de muertes, si no se atendían los casos más graves, los gobernantes de las grandes potencias no se dieron cuenta de que este coronavirus era una amenaza mucho mayor de la que habían pensado.

Paranoia contaminante de Nicolás Maduro

Esto no hay quien lo entienda. Es decir, Una Venezuela, donde decenas de niños están muriendo por escasez de medicinas y alimentos, la mayoría de las castas más bajas del país caribeño, tienen dificultades para calmar el hambre de sus hijos; la exhortación de Nicolás Maduro a las mujeres, para que tengan varios hijos, ha generado una gran polémica a nivel mundial. Lo que faltaba por escuchar. Venezuela se muere de hambre y carente de medicinas y el dictador propone a las mujeres venezolanas que paran seis hijos. Sin duda, paranoia mental, acompañada por una fiebre contaminante de un virus ideológico. Un virus, y no precisamente por el coronavirus, que ya es un gran problema, el que arrastra el chavismo de Nicolás Maduro.

PSOE de la Gomera: es hora de arrimar el hombro

Nos estamos enfrentando estos días al mayor reto social y económico de nuestra generación y aún de la de nuestros padres y abuelos. Toca arrimar el hombro entre todos, ser más humanos, estar más unidos que nunca y mirar al futuro de frente, con esperanza y buen ánimo.

Ya no quiero hablar a los políticos.

No, ya no quiero hablar a los políticos, quiero hablar a mis vecinos, a mi familia, a mis amigos, a mi gente, a todos y todas quienes estos días están perdidos, desalentados, preocupados e incluso indignados. No vale la pena seguir dirigiendo palabras ni gastando fuerzas en dirigirse a quienes no son capaces de tomar medidas valientes y eficaces para salvar a los autónomos y a las pequeñas empresas, ofreciéndoles no sobrevivir a esto sino cerrar sus puertas y esperar a que les venga algún subsidio a ellos y a sus empleados.

Una vida de escrituras

Aquel fatídico día, mi alma totalmente destruida, pedía a gritos la única salida que mi pensamiento encontraba. El sufrimiento de mi noble y cansado corazón, esperaba ansioso que en el silencio de la oscuridad, sus latidos fueran pausando hasta dejar de sentirlo por completo.

Todo irá bien

Quien nos lo iba a decir un virus llamado coronavirus sembraría el caos en todo el mundo reclutándonos en nuestras casas y metiéndonos de lleno en una crisis sanitaria y sumiendo a España en un estado de alarma, que durara como mínimo quince días. Parece sacado de una película de ficción, pero a veces la realidad la supera. Este es el estado actual de nuestro país. Un país que ha sacado su lado más solidario para ayudar a los más vulnerables por otro lado el agradecimiento a los héroes de esta batalla, que son todos aquellos que de alguna manera u otra se la juegan para minimizar los daños que la enfermedad pueda causar. Personal sanitario, de limpieza, operarios, todos aquellos que trabajan en mercados donde venden productos de primera necesidad etc… salir a los balcones para aplaudirles es bonito y su labor maravillosa.

Hasta qué punto son fiables las ‘apps’ para aprender idiomas

Hoy en día, escuchamos a menudo anuncios que prometen métodos sencillos e infalibles con los que aprender un idioma de manera rápida, pero ¿son estos métodos útiles para todos los tipos de usuario? Ciertamente, las aplicaciones móviles pueden ser una valiosa herramienta para el aprendizaje de idiomas, pero su utilidad depende en gran medida del objetivo de los usuarios. Las aplicaciones como Duolingo o Babbel, dos de las más usadas del mercado, ofrecen lecciones de numerosos idiomas organizadas en niveles. Dentro de cada nivel hay unidades con contenidos básicos, frases, temas más específicos como la comida, o aspectos gramaticales específicos, como los plurales. Pero no existe una adaptación de los contenidos a los intereses de cada usuario.

Aportando soluciones viables

Tener una actitud proactiva es lo que mejor puede acompañar a la crítica de cualquier gestión. Se trata de exponer públicamente lo que está mal o no funciona, pero a la vez, aportando las respuestas adecuadas para que se pueda desatascar lo que está detenido. La censura por costumbre o por incordiar, sirve sólo para encrespar el ambiente, complicar el asunto y eternizar la solución. Por lo tanto, hay que ser responsable, cuando se comenta o se reprueba a alguien o algo, hay que justificarlo poniendo los arreglos que sean necesarios, para revertir esa situación defectuosa. Es un principio de seriedad y sobre todo, de ser consciente de que todos tenemos que sumar, cada cual en la medida de sus posibilidades o cualidades, pero siempre aportando.


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