La comunicación digital llega a la escuela
Hasta ahora, la comunicación digital se ceñía únicamente a grandes tratados emanados de las facultades y escuelas de marketing, dirigidas esencialmente al ámbito de las grandes empresas multinacionales, cuyo trabajo se basaba principalmente en el trabajo en red a lo largo y ancho del planeta. En cambio, con la crisis del Covid-19 se nos ha presentado una oportunidad que no hemos desaprovechado para incluir y ampliar nuestras destrezas comunicativas en el ámbito de la escuela, desde los niveles de infantil y primaria hasta los de secundaria, bachillerato y formación profesional.
El PSOE de la Gomera urge a preparar la economía de nuestra isla para la era post-coronavirus
Las cifras del paro y de la bajada de cotizaciones de autónomos en nuestro país ha sido un mazazo que no por esperado ha sido menos doloroso. Y es que detrás de esas frías cifras hay personas y familias enteras que estos días navegan en la incertidumbre sobre su futuro y el de los suyos. Aunque debemos seguir en la lucha diaria contra el Coronavirus, en lo sanitario, hay que centrarse en el futuro a corto plazo que nos espera respecto a nuestra economía.
Ante el pesimismo: venceremos
Estos días nos toca escuchar todo tipo de análisis sobre el desastre económico que nos aguarda a la vuelta de unos pocos meses. Y aunque uno se intente aislar de esa ola de pesimismo, los números negativos van impactando en nuestra conciencia y nos van deprimiendo. No solo son las noticias sobre el aumento del número de parados o de los hoteles vacíos, sino el desgaste psicológico que produce el confinamiento y la sensación de que todo se va al garete.
Por un nuevo cambio más humanizado
Un nuevo amanecer vislumbra desde las ventanas de mi habitación, rendida al confinamiento, un día gris y desolado por el virus asesino COVID-19. La ciudad, como días anteriores, muestra una imagen desierta, pero con la presencia de más aves y menos contaminación. El mundo ya no podía aguantar más. El cambio climático, la contaminación, la invasión del plástico, el capitalismo y consumismo, y las guerras, todo llevado a cabo por la mano del ser humano, hizo que el planeta tierra diera un giro violento y sorpresivo. Ha tenido que ser un virus diabólico, inteligente engendrado por la madre naturaleza o por un laboratorio experimental humano, el que haya puesto en guardia a todos los continentes del mundo actual de este comienzo del siglo XXI.
Pandemia: no hay mal que por bien no venga
Algunos lectores saben que me gusta recurrir a los viejos refranes españoles, porque aparte de ser didácticos y formativos, suelen expresar verdades como puños. El que afirma que "no hay mal que por bien no venga" viene como anillo al dedo a los beneficios "colaterales" que en nuestro planeta, de una manera paradójica, está provocando indirectamente la actual pandemia de coronavirus que estamos padeciendo.
Los buitres nos rondan otra vez
Hace semanas que el sector hotelero español ha venido reclamando medidas especiales por parte del Gobierno, con el fin de poder hacer frente a esta situación excepcional de manera satisfactoria. Es cierto que se han tomado algunas medidas que ayudan, pero la mayoría de ellas solo si eres pequeño o autónomo. Parece que el virus no afecta a las empresas grandes... Dejémonos de hipocresías y de detalles de cara a la galería. El virus nos afecta a todos y cuanto más grandes sean las empresas, más grandes son los problemas.
La crisis económica en Canarias será mucho más grave
Muchos isleños no han caído aún en la cuenta, pero la gran crisis económica que se avecina tras el confinamiento de la población del Archipiélago que va a provocar (que, de hecho, ya está provocando) el maldito coronavirus chino, será mucho más grave en Canarias que en el resto del territorio español, por nuestra fuerte dependencia de dos sectores productivos muy concretos, el Turismo --verdadero "motor" de estos ocho peñascos en medio del Atlántico-- y de la Construcción, que ha vivido una ralentización en los últimos años.
Si nadas no te ahogas
Nadie ha estudiado para enfrentarse a esta crisis sanitaria, que también es ampliable a otros aspectos vivenciales, siendo global e inédita. Si podíamos estar preparados para una situación coyuntural, local y predecible, pero desde luego, no para afrontar una pandemia mundial, que está paralizando, no sólo la actividad económica sino la entera sociedad, en un confinamiento hogareño, que pone a prueba las capacidades de aguante, convivencia o paciencia. Desde luego, pocos gobiernos han sabido o están lidiando esta situación con eficacia. Todo lo contrario, la improvisación, la tardanza en tomar decisiones cruciales y en muchos casos difíciles, ahondan la preocupación a todos los niveles. La improvisación ha sido la tónica, por lo que los resultados son preocupantes. Ahora no es el momento de la crítica, llegará y se hará cuando sea oportuno, pero si campa un pensamiento generalizado en los ciudadanos, sobre la irresponsabilidad de algunas decisiones tomadas y la capacidad de los dirigentes públicos que tenemos, para asumir los difíciles retos a desafiar. Se demostrará con el tiempo su idoneidad.
Los abuelos: las grandes personas en los valores de las familias
En estos difíciles momentos por lo que el mundo esta atravesando; los abuelos representán un gran y maravilloso papel en los valores de las familias. Unos abuelos; que el virus asesino COVID-19, insiste en verlos como dianas para que los dardos envenenados del coronavirus les lleguen a sus corazones. Gracias a esos abuelos que aún siguen con vidas, muchas familias pueden ir a sus respectivos trabajos, al dejarles a sus nietos a sus cuidados.
La angustia: el miedo y la desesperación ya empiezan a dar señales de un confinamiento necesario
Se respira un ambiente de incertidumbre, de miedo y de muchas dudas sobre lo que esta pasando. Cada día que pasa se nota más la desesperación de las gente por salir a la calle y poder realizar una vida normal, igual que la hacíamos antes de que apareciera el COVID-19. Ganas de volver a saludar y abrazar a los amigos, trabajar, tomar un café o una cerveza en cualquier calle de este país. De repente, un virus nuevo aparece de manera pandémica y se va desarrollando con una fuerza brutal; asesinando a miles de personas del planeta tierra como es el COVID-19.