En la vida todo llega, todo pasa y todo cambia
Este año 2020 ha sido un año malo, lleno de incertidumbre y miedo con una pandemia que nadie se esperaba.Ya no queda nada para decir adiós a este año y dar la bienvenida a uno nuevo que lo esperamos con los mejores de nuestros deseos. Deseos que por supuesto incluye el fin de esta pandemia para que podamos recuperar la bendita normalidad que ni caso le hacíamos y ahora tanto anhelamos.
El sol se enamoró de la luna
Cuentan unos relatos de amor, que el sol se enamoró de la luna el primer día que la vio. La luna salió en la noche oscura y el sol no pudo encontrarse con ella, desde entonces la vio la más bella.La esperaba sin cesar cada día, brillaba el sol para dejarle la calidez a la luna, esta volvía a salir sin percatarse que el sol latía por ella.Cada mañana amanecía, de nuevo el sol salía sus destellos penetrantes nombraban a la luna, esa luna que volvía loco al sol, lo hacía brillar más que nunca. Y la luna brillaba porque su superficie reflejaba la luz del sol.
Ansiedad en tiempos de Covid
Actualmente estamos viviendo una situación complicada, la llegada de la segunda ola del covid. Nos pone en la palestra una ansiedad también en la cresta de la ola, para aquellas personas que la padecen.Antes de la llegada de esta pandemia había ansiedad pero esta ha hecho que se incremente notablemente. El miedo a un contagio hace que algunas personas se bloqueen, incluso llegando a desarrollar fobias que le impiden hacer una vida normal, dentro de la nueva normalidad que tenemos.Hace un año nos hubieran hablado de esto, y no hubiésemos dado crédito, pero hoy en día es una realidad con la que convivimos. Por lo tanto hay que diferenciar, la ansiedad que genera la enfermedad y la ansiedad propiamente dicha.
Desnudar el alma
Muchas veces es más fácil desnudarnos físicamente, que sacar a relucir lo que nuestra alma lleva dentro y por mucho tiempo ha callado. Las mariposas que llevamos dentro no las dejamos Salir. Por lo tanto no le damos la posibilidad de volar libre por el mundo.
La vida tiene sus tiempos
Por lo general, queremos que las cosas sucedan en el mismo momento que las deseamos. Nos olvidamos que la vida tiene sus tiempos y que quizás esos tiempos no coincidan con los nuestros. Porque todo tiene su momento y su lugar, llegará cuando tenga que llegar.
Date permiso para sentir
Somos seres humanos y como tales tenemos la capacidad de sentir, de vibrar y de notar cada ritmo de la vida. A veces no nos damos el permiso necesario para sentir cada latido de nuestro corazón y hacia dónde quiere ir. Lo cierto es que parte de nuestra humanidad es sentir dolor, pero lejos de querer sentirlo lo queremos evitar, produciendo así más dolor si cabe. El dolor es parte de la vida, todos en algún momento lo sentimos y no pasa nada, no te va a matar, solo te va a enseñar a ser más fuerte. Muchas veces el dolor es nuestro mejor maestro, nos da lecciones que sin él no hubiésemos aprendido. Aprende de esa semilla y sigue creciendo. Date permiso para sentir, tanto lo bueno como lo malo, lo bueno lo disfrutas y de lo malo aprendes.
Ponle alas a tus miedos
Nuestro cerebro no distingue cuando este peligro es real o no por lo tanto pondrá en marcha el mecanismo de defensa de nuestro cuerpo en ese caso, dando paso en muchos casos a la ansiedad
Despierta la alegría que hay en ti
Nosotros tenemos el poder de hacerlo cada uno individualmente, cultivar nuestra propia alegría para sentirnos bien con nosotros mismos y de esta manera también con los demás
La ansiedad cambió mi vida
La ansiedad sí que me suponía un problema, a tal punto que hace como 10 años, me puse mal y necesite ayuda médica y psicológica
Siempre sale el sol
Por: Sonia Rodríguez Acosta Esta frase inmunda mi corazón, por eso lo digo como un mantra porque de verdad creo que sana y hace tener fe y positivismo. Palabras bonitas que resonaron en mí, en un momento difícil que estaba pasando una amiga. Recuerdo la escena con total claridad, le dije tu tranquila que siempre sale el sol. Si observas bien la naturaleza nos da tantas respuestas que a veces no somos capaces de verlas. El sol no se esconde para siempre, el sol sale e ilumina con sus rayos dorados y penetrantes. Lo mismo pasa en tu vida, puedes tener épocas que llueva a raudales, pero detrás de la tormenta viene la calma, solo necesitamos confiar en nosotros y en la vida. Una vida que gira como la tierra alrededor del sol. Como dice un viejo refrán no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista. Ten fe porque la fe mueve montañas y te hará mover a ti de donde estas hacia la luz del sol. Sé que la vida muchas veces no es fácil, pero vale mucho la pena vivirla. Vivirla a tu manera, lo que a ti te hace feliz. La vida son instantes, momentos que te dejan sin aliento de los maravillosos que son. Esos se quedan para la posteridad grabados en tu corazón para siempre. Si estás pasando un mal momento y no ves salida recuerda que el sol siempre vuelve a salir como la luz interna que hay en ti. Todos tenemos esa lucecita que nos alumbra solo tienes que prenderla y saldrá a relucir. Tenemos el poder dentro de nosotros mismos, no se trata de estar siempre felices y bien porque eso sería una utopía, ya que en la vida todo gira. Habrá momentos de sol, otros de lluvia y otros de tormenta y rayos. Lo que trato de decirte con este artículo es que siempre hay una luz al final del túnel. Una luz que cuando la alcanzas la disfrutas al máximo, porque ya sabes lo que es estar en la oscuridad. La vida es dual, apreciamos el sol porque hemos visto las nubes, la lluvia porque ha habido tiempo de sequía. Agradecer lo que tenemos es la clave para no caer en la negatividad alargada o prologada en el tiempo. Vivamos permitiéndonos sentir tanto lo bueno como lo malo. Lo bueno lo disfrutas y de lo malo se aprende.se aprende a caminar por la vida sin ser prisionero de ella, la vida te da las cartas pero tú decides como jugarlas. No eres lo que te pasa, eres lo que haces con eso que te pasa. En este preciso momento me viene a la mente muchas personas que son ejemplos de superación. Le han pasado cosas pero no se han quedado en lo que les ha pasado sino que su visión de la vida ha cambiado y los ha transformado hacia una mejor versión de sí mismos. Esa fuerza interior que te empuja, te motiva y te eleva. Confía en ti y en la vida, quiérete mucho. Baila bajo la lluvia, no dejes de soñar. Porque la vida te traerá un nuevo despertar y el sol saldrá iluminando tu caminar.