25.08.2020. Redacción | Opinión
Por: Sonia Rodríguez Acosta
Coach
De todos es sabido que el miedo es una emoción primaria que se activa por la percepción de un peligro real o imaginario. Nuestro cerebro no distingue cuando este peligro es real o no por lo tanto pondrá en marcha el mecanismo de defensa de nuestro cuerpo en ese caso, dando paso en muchos casos a la ansiedad. Por eso es tan importante mantener el miedo a raya, utilizarlo como motor y no como freno. Ponerle alas a tus miedos y dejar que vuelen es dejarlos ir para dejar entrar a tus sueños. Utilizar el miedo como impulso y dejar que te lleve tras tus anhelos. El miedo es un ladrón de sueños, si así tú lo decides.
Decide verle la cara y preguntarle que tiene que decirte, no le temas, no viene a lastimarte. Viene a enseñarte, a decirte algo importante. Aprende de él. En ocasiones es el mejor maestro que se puede tener y hacer del miedo tu aliado es ganar en confianza, sabiduría y paz interior.
Somos seres humanos y como tales conectamos en mayor o menor medida con el miedo. Cierto es que hay personas que tienden a ser más propensas a conectar con él. El miedo es una emoción necesaria. Sin él cruzaríamos sin mirar la calle, estaríamos en medio de leones etc…. Por lo tanto nos avisa de un peligro, es una señal emocional de advertencia de que se aproxima un daño físico o psicológico.
El miedo como todas las emociones cumple una función adaptativa, cuando se convierte en desadaptativa da lugar al miedo irracional o fobia. En procesos de ansiedad el miedo está presente en su nivel más alto, trabajar en cambiar la visión que tenemos acerca de él, nos cambiara las perspectiva y nuestra imagen del miedo se tornará más positiva. Generando un gran aprendizaje, donde el miedo se convertirá en un motor en tu vida. De eso se trata de que te motive y no te frene, de sacar tus alas y volar. Todo se ve de diferente manera cuando miras al miedo de una forma positiva. El mundo cambia porque tú cambias, es así de simple y de complicado a la vez.
Háblale directamente y escúchalo también, tú eres el alumno y él es el maestro. En la vida siempre estamos aprendiendo, nos bajamos de un tren y nos subimos a otro. El amor todo lo cura y como no al miedo cuanta más dosis de amor le des, menos temor tendrás. Fábrica de ese miedo tu fuerza y coraje ante la vida, la vida no es fácil pero si es bella. Es bella por muchísimas razones, una de ellas es que estamos vivos y no vivir por miedo a morir es estar muertos en vida. Vive tu miedo, siéntelo, háblalo si es necesario y luego ponle alas y a volar. Tú decides lo alto que puedes llegar, no permitas que el miedo rompa tus ilusiones, más bien constrúyelas con él.
El miedo fue un freno para mí durante muchos años, no hacia cosas que quería por temor a todo. Hoy en día todo eso quedo atrás, ahora me enfrento a mis miedos y aprendo de ellos. Siente el miedo pero no permitas que te pare, acéptalo y utilízalo de combustible motivador.
No te quedes con las ganas y si tienes miedo, hazlo con miedo pero hazlo. Que tus ganas sean mayores que tus miedos y que tus sueños superen tus temores.
En mi próximo taller de gestión de la ansiedad veremos este tema junto con otros, si quieres recibir más información te adjunto mi correo: soniarodriguezacosta@hotmail.com