A ti viejo pescador
Por: Domingo Batista Marrero A ti viejo pescador que pasas tu vida en las olas de noche tú cuentas estrellas y tus sueños en la tormenta se ahogan. A ti que te pasas la vida viajando de recuerdo en recuerdo y extrañando a sirenas y hadas que con tu alma se quedaron en puerto. Tus manos huelen a mar tu corazón a salitre y a viento tu compañera la soledad que de tu barco te hace prisionero. Y es por eso que de todas las luchas pescador como la tuya ninguna pues te pasas la vida vagando y tus años se van con la espuma
Carta de un moribundo
Por: Domingo Batista Marrero A ti miedo te escribo ahora en mi lecho de muerte A ti que muy a mi pesar has sido inseparable compañero de camino A ti miedo que perturbaste mis sueños en mis noches de niño Y frenaste mis pensamientos en mis tardes de amante A ti que sin duda salvaste mi vida Al pisar el freno en mis noches de conductor ebrio Y me diste cordura en los momentos difíciles Para recordar que el cementerio está lleno de hombres valientes A ti miedo que me has acompañado en mis mejores momentos Para teñir de dudas la creciente ilusión Ahora miedo te pido que en mis últimos momentos abandones mi alma Y me dejes partir como el valiente que jamás fui Que vueles de mi como ave huidiza Y dejes que la muerte me encuentre tranquilo Con mi cara sonriente, mi corazón sereno Mi mente despejada, y mi alma en paz.
Una administración pública fallida
Por: Óscar Izquierdo La administración, con su radical ineficacia y torpeza congénita, que es común en sus distintos ámbitos territoriales, estatal, autonómico, insular y local, está en el origen de gran parte de los problemas que sufren los empresarios y padecen los ciudadanos. Los retrasos son la norma, la rapidez es lo ocasional. Cualquier gestión por realizar, desde la concesión de licencias de obra, pasando por los procedimientos de apertura de negocios o la autorización de un simple vado, lleva implícita pérdida de tiempo, inversión paralizada, daño económico y enfado asegurado. El laberinto burocrático por el que se hace pasar a las empresas y la lentitud de la administración, colapsada en la mayoría de los servicios o departamentos, está abocando a la paralización de la actividad económica, al aumento del desempleo, pérdida de productividad y poniendo en peligro la propia supervivencia del ya por sí maltrecho tejido empresarial. Los expedientes se alargan sin medida y fuera de los tiempos contemplados por la normativa vigente, haciendo caso omiso a la legislado al respecto y todo ello sin asumir responsabilidades por parte de la administración correspondiente. Mientras tanto, los empresarios o los ciudadanos tienen que cumplir escrupulosamente con los plazos determinados y si no es así, inmediatamente tienen la correspondiente sanción con su respectivo recargo. Es un problema endémico, estructural, que está secuestrando la potencialidad del tejido empresarial, imposibilitando su desarrollo normalizado e impidiendo un crecimiento económico estable y seguro, principalmente por la inseguridad jurídica que acarrea. Los inversores se van horrorizados, escapando de la calmosa actitud burocrática, incapaz de trabajar con más agilidad. Tiempos perdidos, trabas por doquier y falta de empatía. Hace falta dotar a los distintos departamentos y servicios administrativos de medios técnicos y humanos para hacer frente a la carga de trabajo que soportan. Además de mostrar respeto y consideración hacia el empresario, creador de riqueza social y que en muchos casos es tratado con deliberada desconsideración, cuando no tenido o mirado como si fuera un delincuente potencial. El escritor español Pio Baroja ya señaló en su día que la burocracia en los países latinos parece que se ha establecido para vejar al público. En la sociedad digital y de la inmediatez donde vivimos, la administración todavía tiene métodos, procedimientos y tiempos de resolución demasiado lentos o desquiciantes, no respondiendo a la agilidad que requiere nuestra sociedad moderna y cada vez más exigente. La resolución de los expedientes ocupa espacios demasiado largos, que parece ser que ningún responsable público es capaz de solucionar. No se quiere o no se puede, pero las consecuencias las pagamos los empresarios y los ciudadanos, perdiendo oportunidades de negocio, estabilidad empresarial e incapacidad de creación de empleo. Sufrimos una administración poco proactiva, con escaso espíritu innovador, envejecida, con falta de personal cualificado, falta de talento joven y con un excesivo peso de inercias paralizantes, cultura de funcionamiento anticuada, demasiado corporativa y excesivamente jerarquizada. Es un mal que está haciendo mucho daño, que todos sabemos que existe, pero que nadie es capaz de poner la vacuna que lo cure. La medicina pasa por más profesionalización, mejor digitalización, exigencia de productividad, normas de funcionamiento precisas, reciclaje continuo y obligatorio, responsabilidad personal en el incumplimiento de plazos, pero, sobre todo, un adelgazamiento del marco normativo que atenaza y que no significa desregulación, pero si reduciéndolo a lo meramente imprescindible para dar seguridad jurídica. Lo simple es más efectivo que lo complicado y eso pasa por una administración pública resolutiva.
La Palma: Los Llanos de Aridane se viste de gala para recibir a las murgas adultas del Carnaval de Tenerife
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández El próximo sábado, día 15 de febrero, en Los Llanos de Aridane (La Palma); será un día histórico para el municipio palmero, donde participaran las murgas adultas ganadoras de Carnaval de Santa Cruz de Tenerife como son: Zeta Zetas; Diablos Locos; Bambones y Mamelucos. Y la participación de las murgas locales: Los Conejos Inolvidables y Los Retamas. Una organización dirigida por la productora Eventos Canarias, cuyo responsables es el empresario Juan Ramón Tosco Lorenzo. Del mismo modo, junto con las murgas adultas ganadoras, viajaran un equipo de periodistas y colaboradores de la organización. Este evento carnavalero en el municipio de Los Llanos de Aridane llega tras previo acuerdo alcanzado entre el empresario, Juan Ramón Tosco Lorenzo, responsable de la productora Eventos Canarias y el Ayuntamiento del municipio palmero, cuya alcaldesa es Noelia García Leal y la concejala de Fiestas y teniente alcalde, Mónica González. Un evento único en la historia del Carnaval del municipio palmero (Los Llanos) de Aridane; donde se prevé una afluencia de público de cinco mil personas.
Razones para el orgullo
Por: Casimiro Curbelo Dicen que el orgullo es un pecado capital. Pero tengo que confesar que me siento enormemente orgulloso de cómo se ha hecho frente a una situación de alarma en La Gomera. A las personas y a las instituciones se las conoce de verdad en los momentos de dificultad. Porque es en esos instantes en donde se pone en valor la sensatez, la prudencia y la fortaleza de las cosas y las personas. Todo el mundo conoce ya la historia. En el contexto de una alarma mundial declarada por la Organización Mundial de la Salud a causa del coronavirus de Wuham, el primer caso de un contagio se conoce en nuestra isla. Y a partir de ahí comienzan a funcionar los protocolos de seguridad sanitarios que persiguen tratar a las personas afectadas, aislar la posible transmisión del virus y controlar a quienes hayan estado en contacto con las personas portadoras. Y en todo ese proceso, el comportamiento de nuestros responsables sanitarios, el trabajo de las instituciones de Salud y de las corporaciones públicas implicadas, ha sido ejemplar. Nos ha tocado vivir una sociedad que cae muy fácilmente en las garras del alarmismo y la mentira. Con el coronavirus no ha sido distinto. Las redes sociales se han encargado de transmitir —con la impunidad que produce el anonimato— falsedades y exageraciones que retratan perfectamente la maldad y la irresponsabilidad que anida en algunas personas. Se han publicado fotos falsas —concretamente un montaje gráfico del año 2014 en homenaje a las víctimas de los campos de concentración nazi— en las que se enseñaban supuestos viandantes tirados en el suelo en medio de una gran ciudad, asegurando que eran fotos prohibidas por las autoridades chinas. Se han ofrecido remedios milagrosos para el virus gripal, que naturalmente no sirven para curar nada y que en algún caso suponen un peligro para la salud. Y las redes se han llenado de falsas noticias, como la aparición de un supuesto segundo caso en Galicia, cuando no directamente de burlas creadas por algunos miserables capaces de encontrar el humor en la peor de las desgracias ajenas. Ese ha sido el peor rostro de la crisis del coronavirus. Pero existe otro opuesto. El de los profesionales sanitarios que se han implicado en el tratamiento de las personas afectadas a las que han dispensado todas las atenciones posibles. El de los equipos que se encargaron de realizar la investigación y detección de las personas que pudieron estar en contacto con los turistas en cuarentena, para descartar que pudieran estar afectados por el virus. El de los equipos del Gobierno de Canarias y del Cabildo de La Gomera que se pusieron al frente de la coordinación de todas las acciones, que se ocuparon de dar información veraz y constante y que transmitieron la tranquilidad de quienes están haciendo lo que hay que hacer ante situaciones como la que hemos vivido. El de los ciudadanos que han confiado en todo ese sistema puesto a su servicio, han colaborado con ellos y han mantenido la tranquilidad de sus vidas. A día de hoy, podemos asegurar que la cuestión más importante, la salud de las personas afectadas y las de la población de nuestra isla, está garantizada. Hemos actuado con velocidad, con rigor y con eficacia. Pero en este tipo de acontecimientos hay otros factores negativos, mucho menos importantes que la salud de la gente pero que pueden causar daños reputacionales a una sociedad que vive también del turismo. Ni Canarias ni La Gomera los han sufrido. La tranquilidad que se ha demostrado en todo el proceso, la serenidad con que se ha actuado y la sensación de eficacia que se ha percibido, más que perjudicar nuestros intereses le ha demostrado a todo el mundo que tenemos un sistema de Salud de primer orden. Que somos un país europeo y moderno capaz de aplicar, sin estridencias innecesarias, los protocolos que exigen este tipo de alarmas que de vez en cuando nos ponen a todos en estado de alerta. En un mundo interconectado, en donde un enfermo puede viajar en unas pocas horas de un lado al otro del planeta, la diferencia entre el éxito y el fracaso en la contención de una infección reside en la capacidad de reacción y de organización. Por eso hoy me siento orgulloso. Porque hemos demostrado que estamos preparados.
Los emigrantes canarios en Cuba
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández La emigración canaria supuso un gran paso para que las páginas de la Historia de la emigración quedaran impregnadas de lo que sucedió en un determinado momento del pasado. Especialmente, en la búsqueda de una mejor calidad de vida. Una huida obligada por la persecución de la dictadura del franquismo, motivando miserias, hambre y muertes. Por otro lado, y en lo que respecta a la emigración canaria en Cuba, el trabajo de un investigador cubano refleja que ya en el censo de 1.863 el número de éstos era muy superior al de emigrantes de otras zonas españolas, concentrados fundamentalmente en La Habana, Puerto Príncipe (actual Camagüey) y Matanzas. Una investigación reciente asegura que la región española con mayor influencia en el desarrollo de Cuba es Canarias. El historiador camagüeyano Ramiro Manuel García afirma que esta inmigración es el desplazamiento más popular y de mayor arraigo que ha existido de España en Cuba", con unas 30.000 personas en el s. XVIII. El investigador constató la presencia de canarios ya en 1.510 y en el censo de 1.863 se reflejaba que el número de éstos era muy superior al de emigrantes de otras zonas españolas, concentrados fundamentalmente en La Habana, Puerto Príncipe (actual Camagüey) y Matanzas. Esta ciudad fue fundada precisamente por familias canarias en 1.693 según otros documentos históricos, que atribuyen a los pequeños huertos y plantaciones de tabaco su nacimiento. Una nota publicada en la prensa cubana afirma que el historiador ha dedicado más de tres décadas al estudio del tema entre sus obras más importantes está Cuba: sueño canario. Historia de una emigración, publicada por la editorial Acana en el 2002 y "Vida de Silvestre de Balboa y Troya: El canario pre-cursor de la Literatura Cubana". García asegura que el 36% de los canarios que emigró a Cuba en un periodo determinado -1.847 a 1.860- eran mujeres, unas diez mil. Un fenómeno poco frecuente en la época, marcado por la costumbre de migrar en grupos familiares de esta región y por el hecho de que las esposas siempre acompañaran a sus maridos allá donde fueran. Las mayores concentraciones de canarios se encontraban en zonas rurales en las que se cultivaba el tabaco o la caña de azúcar, existía ganadería o cultivos varios. En el caso de Matanzas, otras fuentes como el Gobierno de Canarias a través de documentos históricos que incluye en su página oficial, aseguran que un volumen significativo del comercio de la ciudad estaba en sus manos en los siglos XVII y XVIII, lo que les permitió entre otras cosas crear una pequeña elite canaria dentro de la sociedad cubana. Todo esto cambió más tarde, hacia 1.789, con la liberalización de la trata de esclavos, lo que produjo la llegada masiva de mano de obra de otras zonas como Haití. Aunque los canarios seguían llegando a Cuba, la situación cambió entonces, y todos los que cultivaban las tierras a censo o por arrendamiento tuvieron que dejarlas por la llegada de esta nueva masa migratoria. Canarias seguía siendo una región pobre en el siglo XIX y en la primera mitad del XX, y Cuba era el principal país de emigración junto con Puerto Rico y Venezuela. Muchos se desplazaron hasta otros lugares alejados del centro, como Pinar del Río, convirtiéndose entonces en el principal centro tabacalero de Cuba gracias a su llegada. Canarias seguía siendo una región pobre, y en el siglo XIX y en la primera mitad del XX, Cuba continuaba como principal país de emigración junto con Puerto Rico y Venezuela, países que recogían a la mayor parte de estos inmigrantes deseosos de que América les diera una oportunidad para mejorar sus condiciones económicas. Los que trabajaban en estos años, sin embargo, en las plantaciones azucareras, fueron sustituidos también por la mano de obra esclava y expulsados, teniendo que buscar otros rincones de la isla para prosperar. Mientras tanto, España ya vivía otra época y los llamados gallegos comenzaban a llegar de muchas otras regiones, principalmente del norte del país. A día de hoy, oficialmente, según datos de la Oficina de Estadísticas de España (INE), en Cuba residen 108.858 españoles, aunque las circunstancias, la procedencia y el origen de la concesión del pasaporte son muy distintas debido a la llamada 'Ley de Nietos', que forma parte de la Ley de Memoria Histórica. Gallegos -de Galicia- se sabe que quedan sólo unos 500, pero se desconoce cuántos descendientes de emigrantes canarios quedan en la actualidad.
La Comisión de Fiestas del Gran Poder de Dios de Bajamar 2020, ya comienza los preparativos para sus fiestas más populares
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández La Comisión de Fiestas del Gran Poder de Dios de Bajamar, cuyo presidente es Héctor Sebastián Martín Hernández, ya comienzan los preparativos para la celebración de unas fiestas tradicionales llenas de fervor y algarabías. Es por ello, y para dar entrada a las ilustradas fiestas de esta pequeña localidad costera del noreste de Tenerife, y por primera vez en la historia de las fiestas de Bajamar, participaran un total de 13 murgas, motivando un ambiente de alegría entre los vecinos de Bajamar. Es por ello, que la Comisión de Fiestas, compuesta por un grupo de personas jóvenes, han venido trabajando con mucha ilusión desde el año anterior, con el objetivo de poder ofrecer unas fiestas dinámicas y variadas.
Los abrazos, una caricia para el alma
Por: Sonia Rodríguez Acosta Cada vez son más reconocidos los efectos terapéuticos de los abrazos, y es que son un abrigo para el alma. Una manta que acaricia suave y llega al fondo de nuestro corazón. Un corazón que necesita abrazos para nutrirse y recomponerse, para llenarse de la energía positiva de otro ser humano. Múltiples son los efectos beneficiosos que este hecho de abrigar con el alma tienen, como por ejemplo fortalece nuestro sistema inmune, aumentando así nuestras defensas. Además de esto el abrazo tiene el poder de traspasar corazas, de ablandar el corazón más duro. A su vez aumenta nuestra autoestima, ya que nos sentimos queridos y respetados. Por si esto fuera poco reduce el estrés y la ansiedad segregando neurotransmisores que nos hacen sentir bien. Al abrazar también estamos ayudando a equilibrar nuestras emociones. Demos más abrazos ricos de esos que hacen florecer el alma. Abrazar es una forma maravillosa de dar y recibir amor, es acariciar el alma de quien tenemos cerca. El contacto físico expresado a través de los abrazos es beneficioso para nuestro bienestar individual y social. Brindándonos protección, confianza, seguridad y fortaleza. Además de lo anteriormente señalado, abrazar es un vestido que cabe en todos los cuerpos. Nos sentimos protegidos y amados, lo que refuerza nuestra confianza y autoestima. Si lo piensas un abrazo bien dado de alguien amado cae como un bálsamo regenerando nuestras partes rotas cubriéndolas de amor y paz. Estoy convencida de que este mundo necesita más abrazos, más gente feliz sonriendo por La calle, más demostraciones de cariño y amor. Los niños por ejemplo necesitan abrazos para calmarse, sentir el calor de un adulto que lo abrigue y lo haga sentir protegido. Los niños son un tesoro cuidemos de ellos como se merecen. Porque si lo piensas es muy difícil ser niño en esta época de adultos ocupados y sin tiempo. Menos juegos frente a la pantalla y más abrazos calentitos de esos que abrigan hasta el cuerpo más frio. No lo digo yo, lo dice la ciencia, afortunadamente la medicina natural y alternativa suma beneficios que la ciencia da por buenos. Demos más abrazos, tocando almas, hacer que sonrían los corazones. Generemos paz y que gire el mundo lleno de abrazos luminosos que generen luz a su paso.
Asegurando el futuro
Por: Óscar Izquierdo Una sociedad mejor exige contar con todos los medios posibles e indispensables, que permitan un desenvolvimiento fluido de la convivencia, de forma ordenada, bien estructurada, sin obstáculos o interrupciones. Para conseguirlo hay que contar con las infraestructuras, de todo tipo, que sean la base sobre la que se asiente una actividad económica estable y generadora de empleo. Hacer una simbiosis entre territorio y construcción, no es una tarea novedosa, ha sido permanente a lo largo de la historia. En el momento actual, conseguirlo es imperativo. Se trata de buscar confluencias que permitan una actuación respetuosa con el medio ambiente, pero a la vez, poniendo a las personas en primer lugar, lo que significa ciudades mejores, más cómodas, mejor comunicadas, saludables, inteligentes, modernas y necesariamente más limpias. Hay retos irrenunciables, que reclaman aportaciones sustanciales en la eficiencia energética, la digitalización, en la innovación constante, la accesibilidad universal y por su actualidad, la lucha sin cuartel contra la contaminación, sin olvidarnos de la economía circular, a través de la rehabilitación y la reforma edificatoria. No podemos quedarnos quietos, tomando una postura cómoda o equidistante ante una realidad que nos cuestiona. Que los fatalismos no tengan sitio, para que no se produzca lo que manifestó el filósofo Friedrich Nietzsche: la tierra tiene una piel y esa piel tiene enfermedades; una de las enfermedades es conocida como hombre. El futuro de la construcción, clave en la economía y sociedad canaria, tiene que ir paralelo al desarrollo social o económico, no puede ser de otra manera, porque sin la actividad constructora no hay vida. Nos acompaña desde que nacemos hasta que morimos y nos envuelve en toda la coexistencia humana. Los retos venideros hay que afrontarlos para ganarlos y las tendencias del sector van por novedosos materiales, abastecimiento energético sostenible y nuevos modelos de ciudades. La propensión global hacia un desplazamiento demográfico dirigido a las zonas urbanas es un hecho incuestionable, que está propiciando, en el lado contrario, el vaciamiento de ciudades o pueblos, en espacios más rurales, que en otro tiempo fueron núcleos significativos de poblamiento. Este fenómeno se produce no sólo por cuestiones económicas, sino también, sociológicas, porque en esa atracción que produce la urbanización, se busca la comodidad de la sociedad moderna, con la digitalización e incorporación a la vida ordinaria de nuevas tecnologías que facilitan el quehacer diario, haciéndolo más llevadero y confortable, así como contar con todos los equipamientos comunitarios facilitadores de la movilidad, la convivencia, la rapidez y el encuentro. El presente que vivimos y el futuro que disfrutaremos pasa inexcusablemente por una edificación sostenible con una aportación de infraestructuras eficientes, seguras y modernas, ya que los requisitos climáticos que marcan los acuerdos internacionales hay que cumplirlos. Todos tenemos que ceder y a la vez aportar, somos responsables del presente, pero también, deudores de lo que viene y de lo que dejamos a las próximas generaciones, que tiene que ser incluso mejor de lo que disfrutamos actualmente. Tener confort, calidad de vida, bienestar social, salud personal y ambiental, son metas cada vez más exigentes, que deberían propiciar una reflexión sobre lo que estamos haciendo mal, para corregirlo y lo que realizamos bien, para mejorarlo. Cuando se quiere se puede y el sector de la construcción contribuye a la vertebración territorial y a la cohesión social, dando respuesta a la cada vez más exigente demanda ciudadana y del sistema económico, al requerir un entorno agradable, saludable y vivencial. Todos somos partícipes del porvenir, construyendo el presente juiciosamente.
Canarias está hablando alto y claro
Por: Casimiro Curbelo Para que algo ocurra, hay que hacer todo lo que sea necesario para producirlo. Y eso es justamente lo que está pasando en Canarias, sin estridencias pero con firmeza. Durante esta pasada semana se ha celebrado una reunión fundamental en las islas y para las islas. La cumbre del transporte de los territorios extra peninsulares del Estado español: Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla, donde los representantes de más de tres millones de ciudadanos han expresado su hartazgo por las tarifas aéreas que vienen soportando estos territorios en su conectividad con el resto del país. Unas tarifas, que además, alejan al resto de los conciudadanos peninsulares de la posibilidad de visitarnos . Y debía haberse celebrado una segunda reunión relevante, la prevista cumbre para analizar el fenómeno de la inmigración en Canarias, el tratamiento que se le da a los migrantes y los medios materiales y humanos que disponemos para atenderlos. Lamento profundamente que a esta reunión no haya acudido ningún máximo representante ministerial desde Madrid. Y que no hayamos podido debatir, como teníamos planeado, sobre el incremento de llegadas de migrantes a nuestras islas y la insuficiente respuesta que se está dando a ese problema. Pero aún así, esta pasada semana hemos dado un aldabonazo importante. Hemos dado ejemplo de que las comunidades autónomas son capaces de ponerse de acuerdo en estrategias comunes ante problemas que les conciernen. La conectividad aérea, para Canarias es tan vital como los pulmones para un ser humano. Las islas respiran por el aire, tanto como por el mar. Y un archipiélago que vive del turismo, como es el caso de Canarias, se juega el ser o no ser en esa materia. Desde que se subió la subvención al transporte de viajeros Canarias-Península, dedicando casi cuatrocientos millones al año a sufragar el costo de los billetes, las tarifas se han disparado, según todos los datos, en porcentajes que van del 25 al 40%. Es decir, que a la subida de la subvención los transportistas han respondido con una subida de los billetes. Eso es sencillamente inaceptable. Porque lo que se ha conseguido no solo es amortizar el beneficio para los residentes canarios —que se ha convertido en plusvalías empresariales— sino que se ha alejado muchísimo más a quienes no siendo residentes no se pueden permitir pagar las cifras astronómicas en que a veces están los pasajes a nuestras islas. Canarias está liderando una tranquila pero contundente respuesta a una situación de abuso que lleva años perjudicando a los ciudadanos de estas islas. Es desde aquí desde donde se está produciendo la presión necesaria para que se tomen soluciones. Desde donde se han propuesto alternativas y desde donde se están resaltando, negro sobre blanco, los riesgos de derivar hacia un monopolio del transporte aéreo entre las islas y el continente. La experiencia pasada nos ha demostrado que si estas Islas no hablan con la suficiente firmeza, suele pasar que no se las escucha. Si algo estamos haciendo hoy es, precisamente,, cargarnos de razones y de argumentos para que se atiendan las necesidades especiales de un territorio singular. Uno que tiene la suficiente humanidad como para preocuparse no solo por su propio futuro, sino por el bienestar de las personas que vienen huyendo de la pobreza o de la represión. El debate sobre la situación de la inmigración en las Islas es otro reto que el Gobierno de Canarias no puede dejar en el olvido. Es un problema que nos concierne a todos. El número de arribadas a las islas aumenta y es necesario que la Administración Central ponga los medios necesarios para, en primer lugar, atender de la mejor manera posible a las personas que llegan. Y para estudiar después cada caso para distinguir aquellos que deben ser considerados refugiados políticos. En el terreno del análisis del fenómeno migratorio, es importante señalar que en ASG no nos hemos olvidado de algo que nos toca muy de cerca. Hemos elevado nuestra preocupación por la situación en la que se encuentran hoy miles de personas emigradas a nuestras islas desde Venezuela. Descendientes de canarios, familias enteras unidas por vínculos de sangre con estas islas. A todos ellos tenemos que darle una respuesta especial, a la altura de todo lo que nos une. Estaremos muy atentos para que esa obligación no se le olvide a nadie.