La RAE y el Consejo de Ministras
Por: Myriam Z. Albéniz En los últimos años, el lenguaje de los políticos españoles se ha visto inundado de precisiones relativas al género. En la mayor parte de los discursos se dirigen a "ciudadanos y ciudadanas", "vecinos y vecinas" o "trabajadores y trabajadoras". Todavía recuerdo al lehendakari Juan José Ibarretxe convocando a los "vascos y vascas". O a la diputada Carmen Romero arengando a los "jóvenes y jóvenas". O a la ministra Bibiana Aído inventando el inolvidable término de "miembras". La RAE defiende que esta tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en sus formas masculina y femenina se fundamenta en argumentos extralingüísticos y va en contra del principio de economía del lenguaje. Por esa razón, dicha institución encargada de la regularización del idioma español (y que acaba de aclarar que no es "gramaticalmente aceptable" hablar de Consejo de Ministras si en el Gobierno hay ministros varones, tal y como hicieron recientemente la diputada de Galicia En Común, Yolanda Díaz, y la número dos de Unidas Podemos, Irene Montero, en la toma de posesión de sus cargos) recomienda explícitamente que se eviten estas repeticiones, dado que generan dificultades sintácticas y de concordancia, amén de complicar sin necesidad tanto la redacción como la lectura de los textos. Se entiende que el lenguaje es una creación cultural y que, como tal, refleja contextos sociales, prejuicios antiguos y visiones dominantes de la Historia. No obstante, aunque es una obra forjada durante siglos, por fortuna no es inmutable y todos sus usuarios la hacemos evolucionar un poco cada día, de tal manera que existen expresiones que, por ofensivas, caen en desuso. Ya no decimos minusválidos sino discapacitados, puesto que nadie es menos válido como persona por el hecho de faltarle un brazo o una pierna. Tampoco aludimos a crímenes pasionales, despojándolos así de esa aura romántica que adornaba lo que, simple y llanamente, es un asesinato machista. Ni nos referimos a los homosexuales como invertidos, ni a los estafadores como gitanos. Sin embargo, dichos conceptos figuran en el Diccionario de la Real Academia Española porque forman parte de nuestro acervo y ocupan un hueco en nuestro legado literario. No es de extrañar, pues, que los expertos en la materia se alarmen ante la posibilidad de que sean los titulares de un Ministerio, una Consejería o una Concejalía quienes pretendan dictar las normas o indicar las pautas sobre la utilización del idioma. En la lengua española no coinciden sexo y género y, guste o no, el plural genérico es el masculino. ¿Cabe rebelarse contra ello? El hecho cierto es que tal realidad desencadena ahora no pocos conflictos a aquellos que desempeñan el oficio de la escritura o se dirigen verbalmente a nutridos auditorios. Yo, como ferviente enamorada de las palabras y por muy loable que sea el objetivo de fondo, opino que enfrentarse a una de las reglas principales de nuestro idioma común haciéndolo más complicado en vez de más sencillo no es razonable, máxime cuando dicha medida no cuenta además con un amplio consenso entre los hablantes. Probablemente no deban ser los señores académicos los únicos llamados a innovar el lenguaje, sino quienes somos sus propios usuarios. Ya se encargará la magna institución de admitir "a posteriori" tales cambios cuando se hayan asentado en el habla popular. Dicho lo cual, dudo mucho que se consolide este artificioso lenguaje tal y como está planteado, es decir, mediante la obligatoriedad de repetir los artículos, los nombres y los adjetivos en ambos géneros. O retorciéndolo sin piedad para evitar los plurales. Sin ánimo de polemizar, creo que, en vez de condenarnos a ser ciudadanía en lugar de ciudadanos o vecindario en lugar de vecinos, resultaría bastante más útil que nuestros dirigentes emplearan sus energías en acciones realmente efectivas contra la discriminación de los sexos y la violencia de género. Al menos yo, como mujer profundamente comprometida con la igualdad real, así lo espero.
Urgente equilibrar Tenerife
Por: Óscar Izquierdo Tenerife se encuentra desvertebrada, con una preocupante falta de cohesión territorial y social. Está desequilibrada, con un expansivo crecimiento económico y poblacional en el sur, un estancamiento preocupante en el norte y un endogámico comportamiento del espacio metropolitano. Tres zonas, incomunicadas, por una deficiente red viaria, que provoca colas, atascos e inmovilidad continua, todos los días, a todas horas, en cualquier parte de la isla. Pero a su vez, imposibilita una comunicación cierta entre las tres comarcas que propicia una diferencia de crecimiento económico y desarrollo social bastante significativa. Es incomprensible que todavía la isla no cuente con un anillo insular que vertebre todo y a todos. Por un lado, la incapacidad manifiesta de los políticos que han tenido responsabilidad al respecto que no han sabido, podido o querido ejecutarlo. Por otro lado, los noístas, minoritarios y dispersos que, junto a los escarabajos, han intentado paralizar cualquier obra, por beneficiosa que fuera para el conjunto de la sociedad, anteponiendo su ideología sectaria y excluyente, a los intereses generales de Tenerife. La red viaria con la que contamos es insuficiente, para la demanda ciudadana y la exigencia económica. Ahora estamos sufriendo un colapso permanente y constante, debido a que no se ha ejecutado obra pública suficiente cuando se tenía que haber hecho y con la valentía que requería la ocasión en su momento. Se ha perdido mucho tiempo en ocurrencias varias, en satisfacer egos personales, en buscar cada dos por tres nuevas prioridades o en mirar para Madrid, echándole la culpa de todas las deficiencias, cuando aquí no se hacía la tarea correspondiente. De esas calamidades son estos lodos convertidos en atascos crónicos, que afectan psicosomáticamente a miles de ciudadanos, que todos los días tienen que soportan el tormento de estar paralizados en medio de cualquier carretera. También influye negativamente en la productividad de las empresas, que ven con resignación contenida, pero con enfado, que se pierden muchísimas horas de trabajo en las interminables colas, donde los transportes de mercancías, los vehículos de reparto, las guaguas de servicio público o discrecional y los taxis, no avanzan, quedándose retenidos para la exasperación del conductor y del cliente. Se puede decir sin alarmismos, que los empresarios tienen retenidas sus inversiones en los atascos. Las colas demuestran verdaderamente que se carece de una red viaria competitiva, eficiente, moderna y suficiente. No se puede depender y paralizar la isla, porque ocasionalmente se produzcan accidentes de tráfico, estas situaciones coyunturales tienen que ser asumidas eficazmente y con prontitud, si contáramos con las infraestructuras convenientes y adecuadas a la demanda socioeconómica requerida. El nuevo Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife tienen que asumir la descongestión viaria de Tenerife, como prioridad absoluta, porque debido a las insuficientes carreteras que impide una movilidad cierta, se está estrangulando la actividad económica y la creación de trabajo en la isla. Que por cierto, tiene una demanda no cubierta de empleo en el sur, una bolsa de desempleo preocupante en el norte y una insuficiente absorción en la demarcación metropolitana. Vivir de espaldas, hace que las tres zonas no interactúen, desaprovechen sus potencialidades, desperdiciando las sinergias que fortalecerían al conjunto. La pujanza del sur no puede llevar a la soberbia del nuevo rico, ni el anquilosamiento del norte a la sumisión del perdedor, ni tampoco la mirada al pasado mejor, puede paralizar la zona metropolitana. Hay que posibilitar el encuentro, el cariño y la afección, porque tenemos que conseguir, que no se hable más de tres zonas diferenciadas, sino de una isla unificada, territorial, económica y socialmente. Es la ilusión de un reto a conseguir.
Los versos del varadero, Loli Moreno Hernández
Por: Rosario Valcárcel Quintana Inclinados 23, 44º Mi destemplanza no está hecha para pasear pieles. Usurparla. Derretida por entero, Al calor de una caricia Pide. Escribo en las ramas. Te habito. Vida Atada al silencio, /saca a paseo /acallados ladridos. / En el bosque, / rápido respiro refresca. / El pestañear/ de su apéndice / vida alumbra. Hace más de un año, Loli Moreno me regaló un ejemplar de un libro de poesía titulado Los versos del varadero. Y en su dedicatoria la poeta escribió: -Compañera de las letras, para mí una de las artífices de que este sueño se cumpliera. Loli había cumplido uno de sus sueños. Un sueño del que algunas veces hablamos, el sueño de publicar algún día un libro de poemas. Es cierto que durante un tiempo yo le animé a que experimentara, a que escribiera, incluso participó en un taller de literatura erótica que yo impartí en la Biblioteca Insular. Sabía que la lírica es un largo viaje pero que el camino cambiaría su vida, tanto que recuerdo que le sugerí que participara en uno de los talleres de poesía que coordinó, durante casi una década, el también amigo y poeta, narrador y editor Juan Francisco González-Díaz. Y en ese contexto se produjo la ilusión y los deseos de aprender, la necesidad de expresar los sentimientos, de participar y manifestarse. De traspasar los límites y trascender a través del arte. Y, casi sin que se diese cuenta se cumplió la gestación de esos doce poemas publicados en la antología poética titulada Los versos del varadero. Y en esa ansia de comunicación celebra la búsqueda del amor como asunto literario o quizás como confesión biográfica o simplemente como sentimiento de un estado. Amor aunque con reservas, con dudas de correspondencia. De hecho Elsa López, autora del prólogo del libro, manifiesta: Loli Moreno escribe en las ramas de un árbol de tristeza al que no quiere poner nombres. Una poesía que nos muestra la cercanía de la poeta: …De los tempranos juegos / pierde la mirada, / al coqueteo de sonrisas… Una poesía que fluye en una espiral de soledad y pasión, de aliento posible y de esperanza que se diluyen entre la duda y lo no dicho. Una poesía que pinta deseos y se detiene en los recovecos de las ensoñaciones. …Huye, /taciturna/ escruta paredes que gritan. / Divaga, / baila la siembra. / Fuera de sí, no se habita/ Rodeada su alma, está sola/ Explora la poeta las zonas de la intimidad y la memoria, la soledad y la aceptación de la derrota. Salta de un verso a otro con versos cortos, huye de sí misma para encontrarse en un nuevo espacio habitado por la poeta. Los versos del varadero es una antología poética publicada por el Centro Canario Estudios Caribeños 2018. Lleva una preciosa portada descriptiva del poeta Juan Carlos Mestre. Un volumen con una cuidada selección de poemas en los que participan los siguientes autores: Martín del Carmen Abreu Almeida, Bachir Ahmed Aomar, Olga Cabrera Negrín,Yubi Cisneros Mussa, Juana Olivia Falcón Falcón, Pino Lorenzo López, Ana María Martín González, Miguel Ángel Navarro Herrera, María Teresa Naveira Gómez, María Isabel Padilla Santervaz y el fundador Juan Francisco González-Díaz, fundador y coordinador de los Talleres Espejo de Paciencia y Dulce María Loynaz que se iniciaron sobre el 2010 y el 2013 hasta principios del 2018. Por lo que puedo afirmar que esta antología, los versos del varadero, existe gracias al trabajo semanal y al amor por la poesía, a la seriedad del trabajo en equipo en la que, entre otras actividades, investiga y seleccionan lecturas que sugieren los componentes del grupo de los Talleres antes mencionados. Por lo que puedo afirmar que es un universo abierto a la aventura poética. Un lugar de encuentro con la palabra y con la reflexión de las emociones en las que Loli Moreno Hernández celebra la amistad, se siente mejor dentro de su mundo y se enriquece con la Belleza.
Es la hora de actuar
Por: Casimiro Curbelo Ya no es tiempo de hablar, sino de actuar. El Parlamento de Canarias tratará esta próxima semana las acciones y medidas que se derivan de la declaración de emergencia climática realizada por el Gobierno de Canarias. ¿Y qué supone esa declaración? Pues un punto y final: una nueva manera de hacer las cosas y de entender el crecimiento y el desarrollo que deberá ajustarse a criterios sostenibles y de respeto al medio ambiente. Cualquiera que tenga cierta edad recordará cómo era ese lugar de Canarias en donde nació y cómo es ahora. En un corto periodo de tiempo la huella de las actividades que hemos realizado en las islas se perciben por todas partes. La edificación incontrolada en las medianías, la degradación de muchas zonas costeras, los vertidos de aguas residuales al mar, la afección de los acuíferos por su sobre explotación... Hemos causado un impacto en el medio natural que tenemos que detener, encauzar y, allí donde sea posible, revertir. Primero por egoísmo: porque el principal negocio de estas islas está vinculado a sus paisajes, su naturaleza y sus valores ambientales. Y segundo, por responsabilidad. Porque la tierra que debemos legar a nuestros hijos y nietos debe conservar las mismas riquezas con la que la recibimos nosotros. A estas alturas del siglo XXI nadie puede negar la realidad de los cambios que se están produciendo en el clima. Pero incluso los más reticentes tendrán que admitir que hay daños profundos en nuestro entorno natural. La presión de la población residente y visitante en nuestra naturaleza debe ser frenada de una manera drástica. Y es una tarea a la que tenemos que ponernos desde ya. Agrupación Socialista Gomera no está por frenar el desarrollo y el progreso. Si no creamos riqueza y la repartimos adecuadamente —eso sí, en una sociedad mucho más justa de la que ahora tenemos— no tendremos empleos dignos ni superaremos las situaciones de exclusión social que padecen muchas familias de nuestras islas. No estamos en contra de, crecimiento, ni mucho menos, sino claramente a favor. Pero no a cualquier precio. Y no de cualquier manera. Como dije al principio, debemos poner nuevas reglas para asegurarnos de que todas nuestras actividades tengan sentido desde el punto de vista de la sostenibilidad. Los mejores climatólogos del mundo están advirtiendo del calentamiento que está sufriendo nuestro planeta y de que se ha acelerado en los últimos años. Desconozco cuánto estamos influyendo los seres humanos en ese proceso, pero no me cabe duda de que tenemos que poner todo lo que está en nuestra mano para detenerlo. Pero además, por puro sentido común, debemos transformar profundamente la manera en que hacemos las cosas en este planeta que todo lo consume de manera desenfrenada. Canarias tiene enormes asignaturas pendientes. Para empezar, obtener la energía que necesita de fuentes que son, en nuestras islas, abundantes, inagotables y gratuitas. Y que además no contaminan. La implantación de las energías renovables —solar, eólica, térmica o mareomotriz— supondrá la independencia energética de Canarias y el ahorro del porcentaje de nuestro PIB que destinamos a pagar la factura de combustibles fósiles. Y al mismo tiempo nos convertirá en un referente de conocimiento y de venta de bienes y servicios especializados para países africanos vecinos. Dejar de contaminar nuestros mares, cuidar de nuestra flora y nuestra fauna, ser exquisitos con las obras públicas y su integración en el medio natural, aprender a consumir de forma responsable, a reciclar los residuos que pueden tener una nueva vida útil... todas estas y muchas más son las nuevas asignaturas de las que Canarias y los canarios debemos examinarnos —y aprobar— en los próximos años. Hay personas que dicen que la lucha contra el cambio climático o la contaminación es un asunto de los grandes países. Gente que piensa que Canarias es muy pequeña. O que lo que haga cada uno de nosotros no tiene relevancia. No pueden estar más equivocados. Un grano de arena es insignificante, pero las mayores playas del mundo están formadas por miles de millones de pequeños granos. Solo todos podemos cambiarlo todo. Es la suma de todos la que marcará la diferencia. Es decir, lo que haga cada uno de nosotros es lo que transformará la realidad. Ya no vale aplazarlo. No sirve esconderse en palabras y excusas. Es la hora de actuar.
Asociación Kairós: el compromiso con los más necesitados
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández Un año más, la Asociación Kairós, llevó a cabo una gran labor humanitaria con los más necesitado en la isla de Tenerife. Un gran equipo humano, coordinado por su presidente, Benjamín Barba. En su informe de 2019, la Asociación Kairós publica con toda claridad y transparencia los resultados de la labor llevada a cabo de manera altruista y comprometida con la sociedad de las familias más necesitada de la isla tinerfeña. En el año 2019, la Asociación Kairós ha comprobado dos realidades: por un lado, la mejora económica a nivel de la sociedad canaria en términos globales: niveles de empleo, consumo...; y a la vez, que la pobreza forma parte de la población canaria. Estas observaciones vienen avaladas por el prestigioso informe AROPE (AROPE: At-Risk- Of Poverty and Exclusion) publicado el 17 de octubre 2019, coincidiendo con el Día Internacional para la erradicación de la pobreza, en el cual se indica que Canarias tiene un 36,4% de su población (773.422 personas residentes en las Islas) en riesgo de pobreza, lo cual supone un 10% más que el de la media nacional, 26,1%. En cuanto a la tasa de riesgo de pobreza, en la que se incluyen los hogares con una renta inferior al umbral de pobreza, los datos en Canarias alcanzan el 32,1%, lo que supone un incremento de 1,6 % con respecto a 2017, siendo el umbral 2018 para el Archipiélago de 7.228 euros anuales (602,33 euros/mes) por persona. EXPLICACIONES BÁSICAS REALIZADO POR LA ASOCIACIÓN KAIRÓS: La Asociación Kairós trabaja en un proyecto social integral hacia la persona y familia, ofreciendo: cursos de formación en la alimentación saludable, gestión de la economía familiar, refuerzo escolar a los menores, talleres de manualidades y reparto de alimentos. En el mes de marzo de 2020 se publicará el informe completo de todas las actividades realizadas durante el año. El trabajo de la Asociación es realizado por personas voluntarias, que han hecho del voluntariado una forma de canalizar su deseo de ayudar al prójimo, previniendo y acompañando a las personas que viven en el umbral de la pobreza para que puedan salir de la misma. El área que mayor esfuerzo, tiempo y economía requiere es el del reparto de alimentos. Este reparto está dirigido a personas y unidades familiares derivadas por los profesionales de los servicios sociales del ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife en un 90%, el 10% restante de entidades que tienen convenios de colaboración con el Cabildo de Tenerife, Gobierno de Canarias y el Ministerio de Asuntos Sociales del Gobierno de España. Estas entidades tratan diversas cuestiones relacionadas con la integración de las personas en la sociedad, y en este caso, también, la necesidad de apoyo en la alimentación. Un profesional del trabajo social de estas entidades hace una derivación hacia nuestra entidad, una vez analizada cada situación, para que apoyemos con alimentos a estas personas. La Asociación Kairós Tenerife hace entregas de alimentos una vez al mes para cada unidad familiar. El procedimiento se realiza a través de cita previa; es decir, cuando una familia viene a recoger los alimentos, al mismo tiempo se le entrega una cita (día, hora, y número) para el siguiente mes, siempre que las fechas de la derivación de los profesionales del trabajo social esté al día. Si esta documentación no es renovada, se da de baja la unidad familiar. Los alimentos que se entregan proceden del FEGA (Fondo Español de Garantía Agraria): arroz, leche, pasta, galletas, garbanzos cocidos, alubias cocidas, atún, cacao en polvo, alimentos infantiles, y aceite. A estos alimentos hay que añadir otros productos procedentes del Banco de Alimentos de Tenerife, y también aquellos que nosotros adquirimos, bien sea por donación de empresas, o, a través de la compra de alimentos frescos, como son la fruta y la verdura que permiten ofrecer a las personas una alimentación lo más saludable y equilibrada posible. La media de kilos de alimentos entrega cada mes ha sido de 30.000 y el total de alimentos entregados en 2019 ha sido de 363.438 kilos. DATOS ESTADÍSTICOS: Los datos diferenciados en la entrega de alimentos en 2019 son los siguientes: el total de personas diferentes atendidas: 2.761. El total de unidades familiares diferentes: 1.084. Lo que hace que la media de miembros por unidad familiar sea casi de 3 personas (2,54). Por sexo: mujeres, 1.519 (55,1%); hombres, 1.238 (44,9%). Por nacionalidad: inmigrantes, 526 (19,1%); españoles, 2.231 (80,09%). Por frecuencias de edades: 0 a 15 años, 733 (26,6%); entre 16-64 años, 1.822 (66,0%); mayores de 65 años, 202 personas (7,3%). ALGUNAS CONCLUSIONES: Aunque se pueda estar dando una recuperación económica, empleo, bajada de índices de pobreza, aumento del consumo personal...; lo cierto es que, en nuestra sociedad, hay una bolsa de pobreza muy considerable (36%) de la población Canaria), y que la recuperación económica no ha logrado sacar del umbral de la pobreza a muchas personas. Al observar la comparativa de los datos en los últimos cinco años, desde que se considera que comenzó la recuperación económica, nos encontramos que las personas a las que atendemos están casi en los mismos porcentajes. También se aprecia un aumento progresivo, desde el año 2017, de personas inmigrantes, siendo en el año 2019 un 20% del total. Un año más, y venimos detectándolo desde el 2015, cada vez son más las personas a las que atendemos que tienen alguna forma de empleo laboral, que debe de ser de mala calidad y peor remunerado, ya que, los profesionales del trabajo social ven la necesidad de que a esa unidad familiar se le apoye con alimentos, y a pesar de que están trabajando, no pueden afrontar los pagos básicos para una vida digna. En nuestra observancia, subjetiva, desde nuestro trabajo y el trato con las personas a las que atendemos, concluimos que, las políticas sociales seguidas por las diferentes administraciones han mostrado a lo largos de esta década no lograr frenar la pobreza; más bien están creando una filosofía asistencialista, ya que las personas al recibir propuestas de trabajo y comparar el salario a percibir, con lo recibido a través de diferentes prestaciones sociales de las administraciones, prefieren vivir de las prestaciones sociales. Hace falta una nueva política social y laboral que saque del paro a las personas; que el empleo ofrecido sea estable y con una remuneración económica lo suficientemente atractiva para que a las personas se les impulse a retomar un proyecto de vida diferente, en vez del de ver cómo pasan los días sin poder hacer algo productivo para sí mismos y para la sociedad. AGRADECIMIENTOS: A las personas voluntarias que dedican parte de su tiempo y su entrega a las personas que viven el drama de la pobreza. Sin ellas, no se podría hacer todo el trabajo que hemos realizado durante este año. A las empresas y personas que donan dinero o alimentos para que puedan ser entregado a los más desfavorecidos: SADA Montemar, Fred Olsen y Banco de Alimentos de Tenerife. Especial mención queremos hacer a la Obra Social de la Caixa, por el acuerdo firmado y financiado para el proyecto de 2019, el cual nos ha permitido comprar alimentos básicos (leche y aceite) para complementar las entregas de alimentos frescos como, fruta y verdura, así como alimentos especiales para las personas que padecen determinadas enfermedades relacionadas con la alimentación. A la empresa MERCAFLOTE, por su generosidad al ayudarnos con las infraestructura y logística para el traslado, carga y descarga de los alimentos. A la Iglesia Cristiana Evangélica de Santa Cruz de Tenerife, C/ Alcalde Mandillo Tejera por la cesión de las instalaciones y el asumir los gastos de luz, electricidad y mantenimiento de las instalaciones que usamos. A los medios de comunicación por interesarse por la labor que realizamos y dar a conocer le realidad social en nuestra tierra, de un porcentaje muy considerable de personas que viven en el umbral de la pobreza.
Todos contra todos
Por: Óscar Izquierdo Los que hemos tenido la oportunidad histórica de vivir plenamente la Transición Española, dicho con mayúsculas porque se lo merece, estamos perplejos ante el acontecer de nuestro país y la degradación asombrosa de los políticos que padecemos actualmente. Nada que ver, ninguna oportunidad de comparación entre unos y otros. Los dirigentes de la primera etapa fueron magnánimos, con sentido de estado, sabiendo que estaban participando en una etapa crucial en el devenir de España. Pusieron todo lo que podían e incluso más de lo necesario, para consolidar una democracia estable, moderna y de acuerdo con los estándares europeos. No fue fácil, es más, costó bastante, sobre todo a base de renuncias para avanzar. Se dejaron aparcadas propuestas ideológicas, reivindicaciones partidistas, egos personales, posturas intransigentes, por llegar a un objetivo que era común de todos. El cambio de un régimen dictatorial a una plena democracia representativa se hizo ejemplarmente, siendo modelo a nivel global, donde todos admiraban y copiaban. Fue posible porque se antepuso ante cualquier dificultad, el famoso y añorado consenso, es decir, el acuerdo como base insustituible de la convivencia no sólo política, sino ciudadana. El presidente Adolfo Suarez, quizás el arquetipo de aquella ejemplar clase política, fue el que mejor definió la construcción de la nueva sociedad: "no hay que derribar lo construido ni hay que levantar un edificio paralelo. Hay que aprovechar lo que tiene de sólido, pero hay que rectificar lo que el paso del tiempo y el relevo de generaciones haya dejado anticuado". Los herederos, es decir, los actuales dirigentes públicos, como suele ocurrir con mucha frecuencia, la han fastidiado. No aprendieron porque no quisieron, sus respectivas soberbias le han segado cualquier entendimiento. Da lo mismo al partido político que se pertenezca o a la ideología que se defienda, derecha, izquierda o nacionalista, son clones unidos en la avaricia interesada. Presuntuosos, intolerantes, mediocres, oportunistas, populistas y suéldologos. Pocas excepciones podemos anotar a este perfil, porque la inmensa mayoría se pueden identificar con el político aprovechado que, utilizando la oportunidad de ocupar un cargo o responsabilidad pública, se dedica principalmente a sacar tajada personal de cualquier tipo que se pueda imaginar. La gobernanza o la representatividad institucional ha dejado de ser un servicio público, para convertirse en un servicio privado y nunca mejor dicho. Eso lleva al frentismo, porque los intereses de unos colisionan con los de los otros y todo se basa en quítate tu para ponerme yo. Vivir de la política se ha convertido en uno de los mejores negocios para la mayoría de los que se dedican a ello o por lo menos, una mayor seguridad personal para conseguir unos emolumentos que, en ningún caso, tendrían acceso en la sociedad civil. Mediocridad. Esto provoca, egoísmos, desconfianzas y peleas intestinas por mantener el puesto, cargo o responsabilidad a toda costa y por encima de cualquier cosa o persona. De ahí surgen las desavenencias continuas, la incapacidad de llegar a pactos o alianzas, la bronca permanente y la torpeza, casi patológica, de no escuchar al otro. Se pide continuamente movilidad laboral a los trabajadores de este país y en cambio, los políticos, sin dar ejemplo, como casi siempre, se aferran como lapas a su elitista condición. Siempre es bueno recordar lo que dijo Dwight D. Eisenhower, presidente de los EEUU: "la política debería ser la profesión a tiempo parcial de todo ciudadano". Con los representantes públicos que tenemos, siempre salvando honrosas y exiguas excepciones, poco halagüeño se puede esperar en los próximos meses. No es pesimismo, sino cruda realidad.
Un compromiso con La Gomera
Por: Casimiro Curbelo Uno de los peligros de los viajes muy largos es que a veces a los viajeros se les olvida de dónde vienen y lo que es más importante, a dónde van. Por el camino, inevitablemente, van surgiendo distracciones, descubrimientos o reclamos que te hacen perder de vista aquellas ideas que hicieron que emprendieras el viaje. Yo les puedo garantizar que no es el caso de Agrupación Socialista Gomera ni de los hombres y mujeres que formamos parte de ella. Hace ya algunos años que levantamos una bandera que hasta entonces nadie había izado en Canarias: la de la justicia social y la igualdad en un Archipiélago en el que se había instalado una tradicional discriminación inaceptable entre los ciudadanos en función del lugar en el que viven. En defensa de La Gomera y de todos los hombres y mujeres que viven en esa maravillosa Isla, ASG llegó al Parlamento de Canarias y a las Cortes españolas para poner voz a las necesidades de quienes nunca fueron tratados de acuerdo a sus necesidades. A lo largo de estos años, esa voz ha calado. Se ha reconocido la existencia de una doble insularidad que se traduce en sobrecostos que castigan a las familias y en la prestación de unos servicios públicos de inferior calidad y dotación que los que disfrutan los ciudadanos que viven en las islas capitalinas. La Gomera, como cualquier otra isla de Canarias, piensa en canario. Nos sentimos parte de un Archipiélago y un pueblo único y desde esta tierra colaboramos y nos esforzamos como el que más en la prosperidad de todos. Pero no perdemos de vista los principios por los que nos pusimos en marcha para crear una alternativa política comprometida en la defensa de aquellos que tienen mayores necesidades y enfrentan mayores dificultades. Luchamos para crear el Fondo de Desarrollo Regional, que se transformó en una herramienta de inversión en la que se discriminaba a favor de las islas que requerían más esfuerzo en materia de infraestructuras públicas. Y lo hicimos, entre otros asuntos, por una adaptación de los estándares de la Ley canaria de Turismo a las llamadas islas verdes, menos desarrolladas. Fue una dura batalla en la que tuvimos que enfrentarnos a un centralismo histórico, asentado en los liderazgos políticos de las dos grandes islas capitalinas, mal acostumbradas a darse a sí mismas la mayor importancia y los mayores recursos. Como ya hemos denunciado muchas veces, la Autonomía de Canarias se construyó repartiendo las sedes institucionales en las dos islas mayores, que aglutinan a más de cien mil empleados públicos y la sede de las grandes empresas y el poder económico. Un centralismo que se ha dejado notar a través de décadas en donde unos han crecido vertiginosamente mientras otros se han quedado atrás. Sin prisa, pero sin pausa, hemos trabajado, con prudencia pero con determinación, en que los intereses de las islas no capitalinas, de las que nos sentimos representantes, no sean olvidados y que sus demandas no sean postergadas. En este año 2020, Canarias se enfrenta al reto de conseguir los niveles de financiación que esta tierra se merece, con el cumplimiento del nuevo Estatuto de autonomía y de la nueva Ley del REF. Y tengan ustedes la seguridad de que en ese contexto, la exigencia de ASG será la construcción de una igualdad efectiva en los derechos y servicios que reciben los ciudadanos de toda Canarias, con independencia del territorio en el que vivan. La Gomera ha emprendido el reto de ser una isla sostenible. Creemos que el futuro pasa por legar a nuestros descendientes un medio natural mejor que el que heredamos nosotros. Por un principio de corresponsabilidad en la lucha contra el cambio climático, pero también por estrategia económica: existe un nuevo mundo de actividades y empleo cualificado en la transición hacia las energías renovables que, además, aumentarán nuestra independencia energética. Hemos mejorado la conectividad marítima de nuestra isla, como herramienta fundamental al servicio del progreso. Y avanzamos en la recuperación de conexiones aéreas con otras islas. Estamos impulsando las actividades comerciales y los proyectos dirigidos a un turismo de calidad. Y lucharemos incansablemente para que se aumente la dotación de servicios públicos que mejoren la calidad de vida de nuestra gente. Estamos en el camino que iniciamos. El éxito no se nos ha subido a la cabeza porque todos los días recordamos de dónde venimos y a quién servimos. Y porque no perdemos de vista que nuestro reto solo acabará el día en que construyamos de verdad esa otra Canarias más justa por la que trabajamos cada día desde, por y para La Gomera.
Un nuevo año; un nuevo reto
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández El año 2019 ya es un pasado de la historia. Ahora, en el nuevo año 2020, comenzamos otra andadura, persiguiendo otros objetivos, otros retos y otros deseos. Sin duda, cuando comenzamos otro año nuevo parece que renovamos nuestras energías, ilusiones y sueños, con el objetivo de sentirnos motivados para seguir luchando y viviendo en el día a día de nuestras vidas. Lo cierto es, que la vida sigue y con ello nuestras inquietudes, responsabilidades y compromisos con la sociedad en la que vivimos siguen siendo nuestras asignaturas prioritarias para poder tener nuestros derechos, pero también nuestras obligaciones. Por otro lado, no debemos de olvidar que un año nuevo, una nueva oportunidad de seguir viviendo, signifique que nuestros problemas ya están solucionados. Todo lo contrario, lo que dejamos pendiente en el año 2019, tenemos que seguir intentando solucionarlo de la mejor manera posible. Es por ello, que no debemos de acomodarnos y seguir comprometido con los objetivos propuestos. Como ya ocurriera en los años anteriores, este nuevo 2020 con toda seguridad tendrá su protagonismo en diferentes secuencias políticas, sociales y económicas. Ojalá que las guerras y el terrorismo no sean protagonistas de poner lutos en aquellos países, donde pudieran ser objetivos de las ideologías fanáticas. Celebremos el 2020 con optimismo, como un año de cosecha social positiva; sabiendo que cada línea fronteriza esta atrincherada por la complejidad política de sus respectivos sistemas. El mundo, aunque los años vayan sucediéndose, seguirá dividido entre ricos y pobres. Entre castas y religiones. El planeta tierra está dirigido por la inteligencia del ser humano, pero también por convertirse en el mayor depredador de su propio ecosistema natural. No obstante, y pese a ese defecto brutal del hombre contra su propio escenario, no todos son iguales. Hay mucha personas sensibles, solidarias y comprometidas por consolidar un mundo mejor y más justo. Así pues, la clave para ser feliz y seguir viviendo el día a día es ser positivo, y, que la salud sea nuestra mejor lotería; acompañada de un estado moral positivo que nos permita ver la realidad de la vida desde la serenidad y la reflexión. Si somos capaces de llevarlo a cabo, con las dificultades que con ello conlleva, podremos lograr muchas cosas positivas. Lo importante, es creer de los que somos capaces de conseguir.
La incertidumbre ha venido para quedarse
Santa Cruz de Tenerife,Óscar Izquierdo,Presidente de FEPECO,La incertidumbre ha venido para quedarse,Política,Opinión
Un ejercicio de confianza
Por: Casimiro Curbelo Lo mejor es enemigo de lo bueno, según Voltaire. Y es cierto que en muchas ocasiones las soluciones irreales o imaginarias suelen ser mejores que las que, desgraciadamente, se encuentran al alcance de nuestras manos. Debo ser uno de los muchos socialistas —creo sinceramente que incluso piensan así muchos viejos militantes del PSOE— que no ve con muy buenos ojos un pacto apoyado en fuerzas políticas que se declaran enemigas del Estado y que luchan abiertamente por la soberanía de sus territorios. Pero veo con muchísimo más miedo que este país siga instalado en una situación de provisionalidad e interinidad que hace muy débil a su gobierno y que tiene paralizada la adopción de medidas urgentes e inaplazables. En este tiempo se ha necesitado de políticos alejados de los intereses electorales y que piensen con grandeza en el interés del Estado, alineándose con la Constitución y con la democracia que nos hemos dado. Había otras fórmulas de posibilitar un nuevo Gobierno, en el que no fuera necesario el apoyo de las fuerzas políticas independentistas. Pero esa decisión no se produjo. Y el PSOE, el ganador de las últimas elecciones, sólo tenía dos caminos posibles ante sí: o convocar unas nuevas elecciones, algo que a todas luces resultaría un impensable fracaso político, o hacer todo lo posible, todo lo que estaba a su alcance, para conseguir una mayoría suficiente para una investidura que, si todo sale como se ha previsto, se producirá este próximo martes. Un Gobierno de fuerzas de izquierdas, en el que el PSOE actúe con el peso de la moderación y la sensatez, va a ser muy bueno para los menos favorecidos en este país. Para los pensionistas, para los asalariados, para la igualdad entre hombres y mujeres, para el progreso y la justicia social. Y es importante señalar que Unidas Podemos ha actuado también con una enorme responsabilidad poniendo los pies de sus sueños en la tierra de lo que es posible plantear en la España de hoy. Pablo Iglesias ha renunciado, con generosidad, a muchas de sus propuestas que podían resultar más radicales y más difíciles de digerir para una población que en este momento necesita mensajes de moderación y de sensatez. La investidura de Sánchez este próximo martes supone también la posibilidad de articular una nueva solución política al conflicto con Cataluña. Sin renunciar a su programa soberanista, Esquerra Republicana ha demostrado la suficiente inteligencia política como para deducir que una situación de bloqueo permanente solo traería mayores males y dificultades para Cataluña y para el resto del Estado. Lo que se está planteando es una tercera vía —entre las dos posiciones enfrentadas del Estado por un lado y los soberanistas por el otro— en la que podría regresarse a un cierto entendimiento que suavice y reconduzca las demandas de una parte de la sociedad catalana. Algo similar a lo que ya ocurrió, después de mucho sufrimiento y mucho dolor absolutamente innecesario, en el País Vasco. ¿Me gusta que el presidente Pedro Sánchez sea elegido con los votos de ERC y Bildu? La verdad, no. Pero no existe otra fórmula para hacerlo. Y lo que es más importante, una cosa es la mayoría que se consiga para la investidura y otra muy distinta la que se vaya formando en el día a día. El pacto de gobierno es entre el PSOE y Unidas Podemos y el programa que se ha presentado tiene aspectos que pueden ser apoyados puntualmente por muchos partidos de la oposición. Como a todos, me preocupa que quienes quieren romper el Estado tengan tanto protagonismo. Pero es la consecuencia inevitable de que partidos que dicen defender la Constitución, como son el PP y el PSOE hayan puesto por delante de esa defensa sus propios intereses electorales. Ni quedaba otro camino ni era posible otra mayoría. Tengo la fundada esperanza de que el PSOE será capaz de navegar en esas aguas tan revueltas en que se ha convertido la política española.