Algunas consideraciones personales sobre la pandemia

Mucho se ha dicho y se ha escrito estos días sobre la terrible pandemia del coronavirus que asola a nuestro planeta en la actualidad y que ya se ha cobrado miles de vidas. Y lo que te rondaré morena, porque este no es, sin duda, un problema baladí al que nos enfrentamos tras la sorpresiva aparición de este novedosa enfermedad letal, cuyas causas no se saben todavía con exactitud y que ha puesto al mundo entero en vilo.

Holocausto en Siria

Mientras que el mundo se muestra preocupado por el nuevo virus Coronavirus, Siria sigue siendo la gran olvidada y ciega ante los ojos de Occidente. Los Derechos Humanos, la ONU, las ONGs, el mundo en general, hacen caso omiso de lo que esta ocurriendo en los campos de refugiados y en la Siria golpeada y asesinada. Es por ello, la valentía de la periodista Lucy Aharish, que acaba de denunciar el HOCAUSTO en Siria. Solo le faltó decir que en ese holocausto, están implicados las grandes potencias y países ricos de occidente (Francia, Inglaterra, Alemania, y otros países), así como Estados Unidos, Rusia, China y otros imperios.

El norte de Tenerife, una oportunidad permanente

Cuando hay mala intención en lo que se hace o se dice, siempre se descubre. Es lo que tiene desvirtuar la verdad para cambiarla por inconfesables intereses. Llevamos décadas defendiendo y luchando por el Norte de Tenerife, como una zona estratégica para el desarrollo global de la isla, se puede demostrar yendo a la hemeroteca.

Silencio administrativo

Ya estamos viviendo plenamente lo que se ha denominado la cuarta revolución industrial, caracterizada por la digitalización, globalización y la máxima conectividad. Lo cual produce cambios personales y sociales, además de transformar el sistema económico. La incorporación de las nuevas tecnologías es un hecho irrefutable, que nos envuelve, condicionando nuestro quehacer diario en todos los ámbitos. Esta transformación, que no cabe duda implica progreso, nos tiene que hacer tomar conciencia de la responsabilidad que tenemos para asumir lo novedoso, incorporarlo y hacerlo fructificar. Las posibilidades son enormes, las ganas se suponen, la capacidad se forma y los resultados dependen de la implicación. Klaus Schwab presidente del Foro Económico Mundial ya lo ha puesto de manifiesto cuando dijo que “la cuarta revolución industrial afectará la esencia misma de la experiencia humana”.

No me busques más sin sentido

No me busques más sin sentido. Arrancando cada pedazo de mi corazón. Entiende que mi alma no entiende de burlas y tú lo haces continuamente sin importarte nada. Cada cicatriz que llevo incrustada en lo más profundo de mí ser, es causa de algunas pérdidas irreparables y no necesito que tú vengas a hacerle daño.

Más unidos que nunca ante las dificultades

Dice la sabiduría popular que los bancos son esas entidades que te dejan un paraguas cuando hace sol y te lo quitan cuando llueve. Y es bien cierto. No cabe esperar demasiada solidaridad de quienes no tienen ninguna obligación social de auxiliar a la gente cuando más lo necesita. Tampoco es su función. Eso le corresponde a esos poderes públicos que han sabido construir una sociedad mejor. Imperfecta, desde luego, pero más justa de lo que era antes.

El negocio del servicio de la televisión a costa de los enfermos

El cobro a los pacientes por ver la televisión en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria sigue siendo tema de múltiples opiniones y enfados de los pacientes y familiares, pues cada día tienen que pagar un coste de 3,80 euros. Un negocio que sigue funcionando para engordar las arcas de varias empresas privadas. Es por ello, que en su momento, en los distintos medios de comunicación, el Diputado del Común en Canarias, Rafael Yanes, propuso activar una investigación de oficio: estudiar el cobro del uso del televisor en los hospitales del Archipiélago y proponer a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias una vía para que ese servicio sea gratuito.

Náufragos en una isla de zafiedad

Pretender mantenerse al margen de los innumerables reality shows que invaden nuestras cadenas privadas de televisión es misión imposible, salvo que seas un ermitaño y vivas en una cueva. Hago esta afirmación con rotundidad porque yo misma he intentado, no ya una sino varias veces, aislarme de cualquier influencia proveniente de la telebasura y he fracasado estrepitosamente. Si no es por la mañana, será por la tarde o, a más tardar, por la noche, pero basta con sentarse frente al televisor y, mando a distancia en mano, hacer un barrido, para toparse inevitablemente con las imágenes que ilustran las aventuras y desventuras de las víctimas voluntarias de estos patéticos experimentos.

Si te has de marchar

Si te has a marchar tómate un tiempo para hacer inventario de lo que debes llevarte. Nada de lo que dejes volverá a ser tuyo. No te consentiré entrar de nuevo en mi vida, aunque tenga que cambiar todas las cerraduras que conducen a mi. Si te has de marchar, calcula el espacio disponible en tu equipaje, para que guardes cada una de las mentiras que inventabas. Los "te quiero" que fingías, las fotos de nuestros viajes y las cartas que te escribí.

Los instantes desordenados de la vida

Por: Alejandro De Bernardo No sé si a usted le pasa. Hay momentos en los que parece que las células del mal se hubieran ido de vacaciones y todo lo que llega es refrescante. Y te permite ver, desde lo alto de la colina en la que la vida te ha puesto, desde la serenidad imprescindible cómo discurre todo, cómo se mueve todo, cómo aquellos que nos importan destacan entre las multitudes y se ven más allá de la línea del rayo verde. Y las dudas y las sombras de las dudas también se han ido. Es cuando te das cuenta de lo bueno que es vivir. El disfrute de las pequeñas cosas. La felicidad llega en cualquier momento. Solo hace falta querer sentir. Esos ojos que dan tranquilidad. Sin cobrar nada. El sol. El agua del mar. La luz, la noche. Los besos que debes y algún día tendrás que pagar. La fuerza del amor. La buena gente. El estremecimiento ante la caricia inesperada. La camiseta gastada que te busca siempre. Y siempre te encuentra. Los soñadores que sueñan por ti cuando tú no puedes. Las cerezas. Los amigos que piensan en ti, aunque no sigan tus pasos. Los senderos que llevan a todas tus ilusiones. Los poemas inexplicables: un atardecer, por ejemplo. La miel sobre hojuelas. Las inexplicables lágrimas de alegría, de afecto, de despedida o regreso. Lo inexplicable. Las mujeres que nunca se resignan. Los hombres que hacen lo mismo. Lo suave. El verde. El abrazo que esperas. El abrazo que das. La soledad que acaricia. El sueño de después de comer. La música. Un paseo. Y otro al atardecer. Alguien que sabes que te quiere. Los que están a la altura de la ternura. La respiración. La luna. Los lunáticos. El olor a la hierba recién cortada. Los que miran de frente. Los que cambian sin cambiar el corazón. Las verbenas. Las flores. Los que están contigo a pesar de los que faltan. Las fresas con chocolate. El erotismo que se acuesta en la bañera. Los pétalos. Los niños. La risa. La curva de tu sonrisa. Las burbujas. Las miradas furtivas de los tímidos enamorados. La brisa. Los suspiros. La distancia que te separa y que te acerca. El huequito travieso entre sus dientes. Eso que sientes? inexplicable y potente. Inapropiado o hermoso. Te quiero. La felicidad solo puedes pintarla tú. La complicidad. Los amigos. La amiga del alma. El gustazo de regalar. El roce buscado. Los que no tienen tecla de borrado en los afectos. Los tequieros. Soñar. La lluvia. La piel de gallina. Los labios. Aquella foto. Las miradas. Tu olor. Las octavas maravillas. Los sabores. Las gotas sobre tu piel. El primer beso. La tierna melancolía. Todo esto que escribí reposa tranquilamente en los instantes desordenados de la vida. Pero está. Cuando todo se oscurezca y la tristeza pretenda derribarte recuerda el gran secreto: la melodía de tu vida depende de ti. Casi solo de ti.


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