“¿Y usted qué haría?”

11.09.2020 | Redacción | Opinión

Permítame el lector que hoy le invite a un rápido viaje en el tiempo para hacer una cronología de la historia del Tren del Sur, desde el momento del nacimiento de la idea hasta el día de hoy, para que pueda poner en contexto la situación en la que nos encontramos actualmente. Comencemos.

Año 1997: Adán Martín (EPD) comienza los estudios para comprobar la viabilidad del Tren del Sur. Un proyecto que uniría Santa Cruz de Tenerife y Costa Adeje mediante un sistema de tren de cercanías de altas prestaciones con capacidad para unos 450 pasajeros, una frecuencia aproximada de 15 minutos, una velocidad máxima de 220 km/h, y un tiempo de recorrido para el conjunto del trayecto de aproximadamente 42 minutos. Dicho tren, pararía en Santa Cruz de Tenerife, Añaza, Candelaria, San Isidro, Aeropuerto del Sur, Los Cristianos y Playa de Las Américas, y tiene un coste aproximado de ejecución de 2.200 millones de euros.

Año 2010: el por entonces Presidente de la Corporación Insular, Ricardo Melchior, anuncia el comienzo de las obras, y poco más de un año después, a finales de 2011, con Carlos Alonso como vicepresidente y siendo responsable de Movilidad, se paraliza el proyecto del Tren del Sur argumentando motivos económicos.

Año 2017: el Cabildo de Tenerife, con Carlos Alonso como Presidente, comienza a redactar los proyectos del Tren del Sur, siete años después de haber anunciado el inicio de las obras y conociendo que sería fundamental el apoyo de la Unión Europea para llevar a cabo una obra que requeriría una inversión que el Cabildo por sí mismo no podría efectuar de ninguna manera.

Año 2020: la pandemia generada por la Covid-19 golpea al planeta, provocando una contracción económica en tiempos de paz sin precedentes, y motiva un histórico acuerdo de la Unión Europea para frenar la crisis del coronavirus destinando 750.000 millones de euros, de los cuales 140.000 millones de serán para España.

Dentro de ese rescate se encuentra una partida destinada a financiar proyectos redactados y que solo se encuentren a la espera de fondos para ser ejecutados. Actualmente, en Tenerife, y tras casi más de 30 años de gestión de Coalición Canaria en el Cabildo de Tenerife, tan solo hemos encontrado un proyecto que esté listo para ser ejecutado cuando llegue la financiación: el Tren del Sur.

Es importante en este punto advertir al lector de que no se deje intoxicar por la demagogia y la ignorancia de quienes proclaman que ese dinero, nada menos que 2.200 millones de euros, deberían ser destinados a mejores propósitos. Como escribió Neil Gaiman, afamado escritor británico, “hay quien a menudo confunde lo que desea con lo que es”.

Dentro de la compleja estructura de distribución de fondos de la Unión Europea se encuentra el Mecanismo Conectar Europa, un ambicioso instrumento financiero para desarrollar las Redes Transeuropeas de Transporte, Energía y Telecomunicaciones.

Y aquí es donde llega el punto clave que debe advertir el lector: estos fondos son FINALISTAS, es decir, que no tienen otra aplicación que la que determina la propia Unión. Ese dinero, en contra de los deseos disfrazados de certezas, no se puede destinar a nada más, por mucho que entendamos que existen otras necesidades mucho más prioritarias como las ayudas a empresas y autónomos, asuntos sociales o sanitarios; no las podemos cubrir con esos fondos.

Esta infraestructura no era una prioridad en nuestra llegada al Cabildo de Tenerife. Nuestra isla afronta desafíos enormes tras décadas de parálisis, pero la capacidad de adaptación es la vía que lleva a la eficacia, y se presenta una oportunidad que no debemos desaprovechar.

El Tren del Sur ayudará a mejorar la conectividad dentro de la isla, reducirá las emisiones de gases contaminantes, revitalizará la actividad económica y contribuirá, como es mandato de la política de transportes de la Unión Europea, a la cohesión económica y territorial.

Por lo tanto, nos encontramos con que la Unión Europea puede aportar 2.200 millones de euros para ejecutar la obra del Tren del Sur sin que le cueste un solo euro a los tinerfeños, y con la única condición de que el dinero debe usarse para ese fin. La otra opción es renunciar a intentar conseguir ese dinero y dejar que se empleen en otras obras en el resto del territorio nacional.

Ahora, estimado lector, le transmito la pregunta clave sobre este asunto: ¿Y usted qué haría?

 

 

 

Imagen: Enrique Arriaga, vicepresidente y portavoz de Ciudadanos en el Cabildo de Tenerife | CEDIDA

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