Entre todos podemos vencer al presente y afrontar al futuro

El mundo ha tomado un nuevo giro, un nuevo cambio. El COVID-19, ese virus invisible asesino, es el culpable que los cinco continentes del mundo estén en estos momentos sufriendo sus secuelas. De momento, las cifras reales de muertes en el mundo por el coronavirus no las sé exactamente, pero intuyo que deben de ser numerosas, especialmente porque muchos países no quieren informar de ello con transparencia y objetividad. Sin duda, mucha información es la que se oculta detrás de cada bandera de los países del planeta tierra. Mucho se habla de las pandemias que a lo largo de los siglos han invadido nuestro planeta, pero para nosotros, esta nueva generación del comienzo de siglo XXI, es algo novedoso y sin precedente en la historia de nuestras vidas. Un virus inteligente, que desde el primer momento ha tenido como objetivo prioritario a las personas de edades avanzadas. Aquellos/as, con un metabolismo más frágiles, con diversas patologías y defensas bajas.

Tenerife, años sesenta, algunos recuerdos de mi niñez

Nací a finales de la década de los cincuenta del pasado siglo y, cómo es lógico, tengo muchos recuerdos de cómo era Tenerife en los años sesenta, una Isla preciosa, con unos paisajes únicos, que hemos ido destrozando paulatinamente, porque está demostrado que el hombre es el peor enemigo de la Naturaleza, del medio ambiente. Recuerdo La Laguna como una ciudad con calles adoquinadas de piedra basáltica y cómo entre las talladas piedras nacía el musgo por la humedad y crecía en invierno la hierba, como consecuencia de las lluvias de finales del otoño.

Consecuencias negativas de la pandemia en la salud mental

Es evidente que la actual pandemia provocada a finales del pasado año por la aparición repentina e inesperada del coronavirus covid-19 está causando verdaderos estragos en la población mundial, porque ya son centenares de miles las personas afectadas en todos los continentes y decenas de miles los seres humanos que han fallecido en esta crisis sanitaria de proporciones aún desconocidas. La pandemia está ahí y se está combatiendo en todos los países de forma y manera lo más razonable posible, aunque no con todos os medios suficientes, porque han escaseado los elementos necesarios de protección, como simples mascarillas y guantes, o no existían bastante instrumental médico en las unidades de cuidados intensivos de la gran mayoría de los hospitales, como los respiradores artificiales necesarios para salvar miles de vidas.

Tú ya eres suficiente

Tú ya eres suficiente, si tú que te miras tantas veces al espejo. Buscando aprobación, mirando tu celulitis y creyéndote tan inferior. Tú que no te permites error, porque eres tu más duro justiciero. No sabes el daño que te haces queriéndote tan poquito o nada. La realidad es diferente porque ya eres suficiente. Autoestima y bienestar van unidos de la mano, son como esa suave caricia para el alma que la nutre y le da alas. Como coach que ama su profesión intento hacerlo todo con el corazón, ese corazón que necesitas para amarte. Y de este modo saber que eres valioso/a tal como eres.

Políticos honestos, que conocí y conozco

En mi ya dilatada vida profesional he tenido la oportunidad de conocer y de tratar personalmente a centenares de políticos de aquí y de allá, conservadores y liberales, progresistas, socialdemócratas, de centro, de extrema izquierda y de ultraderecha y tengo que confesarles, después de casi medio de siglo en este oficio de periodista, que la mediocridad de la clase dirigente ha sido el mayor denominador común --en mi particular y subjetivo modo de ver su comportamiento-- en los años en que me fui laboralmente activo, como quien dice, aunque un periodista nunca se jubila, como pueden ustedes comprobar con este comentario.

Aquiescencia no significa sumisión

Estamos sufriendo no sólo una crisis sanitaria, que no cabe duda es lo más preocupante en estos momentos, sino también, el comienzo de una posible crisis económica, con amplias repercusiones sociales. Es global la problemática, los gobiernos están intentando, con mucha improvisación, gestionar las dificultades que se presentan, en pocos casos con éxito y la mayoría de las veces fracasando estrepitosamente. Una vez más, la Unión Europea ha vuelto a demostrar lo que siempre ha sido, un conjunto de estados mal avenidos y peor juntados, que cuando sobreviene cualquier inconveniente, se enrocan en sus propios intereses nacionales y se olvidan de la solidaridad comunitaria.

La comunicación digital llega a la escuela

Hasta ahora, la comunicación digital se ceñía únicamente a grandes tratados emanados de las facultades y escuelas de marketing, dirigidas esencialmente al ámbito de las grandes empresas multinacionales, cuyo trabajo se basaba principalmente en el trabajo en red a lo largo y ancho del planeta. En cambio, con la crisis del Covid-19 se nos ha presentado una oportunidad que no hemos desaprovechado para incluir y ampliar nuestras destrezas comunicativas en el ámbito de la escuela, desde los niveles de infantil y primaria hasta los de secundaria, bachillerato y formación profesional.

El PSOE de la Gomera urge a preparar la economía de nuestra isla para la era post-coronavirus

Las cifras del paro y de la bajada de cotizaciones de autónomos en nuestro país ha sido un mazazo que no por esperado ha sido menos doloroso. Y es que detrás de esas frías cifras hay personas y familias enteras que estos días navegan en la incertidumbre sobre su futuro y el de los suyos. Aunque debemos seguir en la lucha diaria contra el Coronavirus, en lo sanitario, hay que centrarse en el futuro a corto plazo que nos espera respecto a nuestra economía.

Ante el pesimismo: venceremos

Estos días nos toca escuchar todo tipo de análisis sobre el desastre económico que nos aguarda a la vuelta de unos pocos meses. Y aunque uno se intente aislar de esa ola de pesimismo, los números negativos van impactando en nuestra conciencia y nos van deprimiendo. No solo son las noticias sobre el aumento del número de parados o de los hoteles vacíos, sino el desgaste psicológico que produce el confinamiento y la sensación de que todo se va al garete.

Por un nuevo cambio más humanizado

Un nuevo amanecer vislumbra desde las ventanas de mi habitación, rendida al confinamiento, un día gris y desolado por el virus asesino COVID-19. La ciudad, como días anteriores, muestra una imagen desierta, pero con la presencia de más aves y menos contaminación. El mundo ya no podía aguantar más. El cambio climático, la contaminación, la invasión del plástico, el capitalismo y consumismo, y las guerras, todo llevado a cabo por la mano del ser humano, hizo que el planeta tierra diera un giro violento y sorpresivo. Ha tenido que ser un virus diabólico, inteligente engendrado por la madre naturaleza o por un laboratorio experimental humano, el que haya puesto en guardia a todos los continentes del mundo actual de este comienzo del siglo XXI.


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