El verano y la euforia de la sociedad española

El verano llegó y con ello millones de personas se han lanzado frenéticamente a las distintas playas de la geografía española. Sin duda, el confinamiento de meses atrás, motivado por la Covid-19, significó un precedente nunca visto en la nueva generación y parte de aquellos mayores que el coronavirus se llevó. Un comienzo de siglo XXI que muchos no olvidaremos, especialmente porque el estar recluido varios meses en los hogares familiares, ver el ejército patrullando por las calles, policías, las ciudades vacías y millones de negocios cerrados, fue deprimente y dañino para muchas personas de manera psicológica. Es por ello, que todos estábamos necesitados y deseados de salir de ese estado de alarma que el Gobierno de Pedro Sánchez impuso en su momento.

Gracias por tu impuntualidad

Te perdono por no llegar puntual a mi vida, porque tu retraso me ha dejado tiempo para surcar otros mares, recorrer otros caminos y volar por otros cielos. Es precisamente tu impuntualidad la que me ha permitido llenar mi equipaje de otras experiencias, de vivir en otros ojos y morir en otros cuerpos. Por eso, no sólo te perdono sino que además te doy las gracias. Pensándolo bien, quizás no llegues con retraso sino que aparecerás en el momento preciso, cuando las cicatrices de mi alma estén completamente disueltas.

En busca de Tenerife

El pesimismo no es conveniente porque retrae cualquier acción a realizar, paralizando lo oportuno y desgastando fuerzas inútilmente. Pero tampoco hay que ser ingenuo y dejar pasar como si no sucedería nada, lo que está aconteciendo lamentablemente. La isla sigue desnortada, dicho con toda intención, ya que esa zona continúa abandona de la atención, tanto del Cabildo de Tenerife como del Gobierno de Canarias. Es una dinámica histórica que está llegando a cotas insostenibles. El problema no es de ahora, ni ha surgido repentinamente, es el resultado del olvido permanente desde hace décadas. Nadie se ha ocupado, a pesar de los continuos llamamientos de los alcaldes o alcaldesas de la zona, por solucionar la vertebración territorial que llevan exigiendo incansablemente. En concreto el noroeste, desde San Juan de La Rambla a Buenavista, sufre las consecuencias de la falta de conectividad viaria, un lastre que está repercutiendo en su calidad de vida y en un descenso alarmante del bienestar social. La inversión de la pirámide de población es preocupante, con un envejecimiento manifiesto, debido al abandono, sobre todo, del talento, es decir, de la gente joven, que sale buscando un porvenir, imposible de encontrar en la zona. Es un reflejo lamentable de la desidia de los que han tenido la responsabilidad y también hay que decirlo, la obligación olvidada, de cuidar los intereses de Tenerife.

Podremos conseguirlo

Me da tristeza ver cómo la imagen de la política en los medios de comunicación parece a veces una historia de lucha por el poder. ¡Qué mal ejemplo estamos dando¡ Porque la política es otra cosa mucho más importante: es la única garantía para sostener las libertades de los ciudadanos y el ejercicio de la democracia. Y cuando nos enfrentamos a las mayores adversidades, es fundamental que la política sirva a quienes realmente debe servir.

El regalo de la vida

La vida nos da multitud de regalos, el primero de ellos es la vida en sí misma. Despertarnos, respirar y sentirnos vivos es magia pura. Es una magia palpable, puede ser tocada, pero la vida esta para ser disfrutada. Abrazar la vida en su esplendor, con sus subidas y bajadas, que nos hacen montar en una montaña rusa, a veces lloramos, reímos otras cantamos. A parte de la vida otros regalos nos son dados, como las emociones. ¿Te has preguntado alguna vez, qué haríamos sin ellas? Tal vez seriamos seres planos, inertes.

Nacho "El Gofio": personaje de otro tiempo

En aquellos años, donde actualmente está ubicado el Edificio Príncipe Felipe, frente al Mercado de Nuestra Señora de África, estaba el antiguo reformatorio llamado: Colegio San Gabriel. Una memoria histórica que parece ser olvidada en el transcurso del tiempo, pero que aún pervive en aquellas personas que siguen actualmente vivas. Sin duda, el índice del umbral de la pobreza en Canarias en los años sesenta era muy alto, motivando que muchas familias de las clases más pobres de la sociedad isleña no pudieran mantener a sus hijos. Por tal motivo, se creó el citado centro, recluyendo a niños de reforma y protección.

El mundo y sus preferencias

No sé si me vuelvo muy pesado, pero intento crear un poco de sentido común en esta sociedad tan podrida para unos y beneficiosas para otros. Día a día vemos como se lucha clara mente por los derechos que debería tener cada persona por su condición sexual, raza o etnia y religión, aunque a esta última estamos llegando de una manera desastrosa y sin respeto. Yo apoyo a que todo el mundo pueda tener derecho a una vida como le plazca, pero ese es el problema que no lo estamos haciendo con todos. ¿Sabéis cuantas personas por diferentes rasgos físicos o por alguna enfermedad son atacadas por el mundo sin que nadie haga nada? ¿Saben cuantas personas se suicidan día a día o entran en depresión constante solo porque las despreciamos de una manera egocéntrica?

El miedo paraliza, el valor construye

No cabe duda de que hay una sensación generalizada de miedo por casi todo, pero especialmente por dos motivos principales, en primer lugar, por la tensión emocional que crea la pandemia del COVID-19, además de sus consecuencias, miles de muertos o de afectados, que hace estar en una permanente vigilancia para evitar los contagios, a lo que hay que sumar el recelo, ante un repunte o una nueva infección generalizada en los próximos meses. Por otro lado, nos enfrentamos al temor evidente por la situación económica venidera a corto y medio plazo, sus consecuencias personales y la propia viabilidad de las empresas o el mantenimiento del empleo. Son dos situaciones complejas, reales, que influyen en el comportamiento, deseos y preocupaciones de mucha gente, que ve con sobresalto lo porvenir. Humanamente es entendible, porque el miedo crece allí donde no se contrala la coyuntura vivida. Cuando escapa a nuestras manos la solución o no tenemos posibilidades de poner los medios oportunos para lidiar con lo que se nos viene encima, entonces nos llenamos de desasosiego. El historiador romano Tito Livio decía que “el miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son” y tenía razón.

Y no aprendemos

Mientras en el congreso de los diputados y en varias asociaciones, se pelean por ver quién la tiene o lo tiene más grande durante todo este tiempo. A su vez se dedican a crear odio y crispación entre todos los españoles. La ceguera a nivel nacional es cada día más grande y más inverosímil. La incomprensión, lo absurdo y lo sorprendente, arremete directamente contra pensamientos tóxicos, envenenados por una ideología totalmente borrosa en incrédula que día a día se ríe de todos ellos. Los utilizan como marionetas fácilmente manejables desviando su mirada a discusiones irracionales, mientras ellos andan a sus anchas haciendo y deshaciendo lo que les interesa, aclamados por el silencio de un pueblo sumiso y ya enterrado sin que lo sepan todavía

Relatos de la vida

La vida con su brillo y sus lucecitas de colores iluminando senderos de mil amores, amores que van y vienen, que se forjan con el tiempo. Tiempo que se detiene cuando su mirada te roza sin querer, un escalofrío te sube por los pies. Aires de magia se asoman para ver, sus ojillos enamorados al atardecer. Un atardecer que se tiñe de azul rojizo donde el sol enamorado da paso a la luna abrigada por la oscuridad, ella brilla sin temor al amor. Un amor a veces dulce, a veces salado, a veces imposible pero ahí está la bendita vida con sus colores decorando corazones.


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