El efecto Pinocho

Recuerdo el día que leí el cuento de Pinocho, en el que a aquella dulce marioneta creada por Gepetto le crecía la nariz cada vez que decía alguna mentira, como castigo por sus continuos engaños. Tendría unos siete u ocho años y aquel verano sufrí lo indecible cada vez que mentía sobre algo o sobre alguien ya que pensaba que mi pequeña nariz iba a crecer y todo el mundo, en especial mis padres, sabrían que había dicho una mentira. Pero para mi suerte eso nunca pasó, sobre todo cuando descubrí que los cuentos al fin y al cabo solo cuentos son.

¡Nunca dejaré de soñar¡

Por: Jesús Lara González de Quevedo Cada segundo de mi vida, luchando contra viento y marea, la dichosa añoranza palpita sin piedad en cada arteria de mi debilitado corazón. Escarbando en lo más profundo de mi conciencia con sus largas y afiladas garras. Sintiendo demasiados celos de mi yo anterior. Recordando sus locuras inigualables, su forma de sentir la vida y lo más importante, la alegría en su desafiante e intensa mirada. Entiendo que se me va acabando el tiempo y en mi pensamiento brota la idea y un gran deseo de volver a convertirme fielmente en él. Pero también en mi pecho un dolor se cuece en mi interior, conteniéndose con fuerza, un gran temor al creer que pudiera volver a ser él. El temor a no poder conseguirlo, causa en mi piel una especie de heridas convertidas en arrugas, que se sienten con furor y a la vez con odio por no haber conservado a ese niño que me protegía de aquellos miedos que deambulan en silencio por mis presentes tan distintos. De él, lo perdí todo, incluso el lugar donde sus sueños se iban cumpliendo a su forma, sin desistir de ello si alguno por el camino se rompía. Su tierra, su Jerez de la frontera de su alma, que defendía con uñas y dientes si alguien se atrevía a hablar negativamente de su tierra natal. Sus amistades o lo que yo creía que en ese tiempo eran amigos de él, también fueron desapareciendo para seguir con sus vidas, sin importarles el arraigo que con constancia les había inculcado para lo bueno y lo malo en cada momento de su dichosa juventud. La ausencia en una gran familia que día a día intenta volver a encontrarlo sin éxito, ausentándose parte de ella sin tiempo a terminar de conocerlo. Algunas lágrimas y muchas sonrisas construyeron una gran muralla y crearon una unión infinita cruzando el charco desde su amado Cádiz hasta la isla de Tenerife para no separarlos nunca Jamás. Pero ahí sigue esa cruel añoranza, destruyendo cada sentido de mi existencia por volver a encontrarme de nuevo. Yo seguiré insistiendo, con mi cabello más canoso y un sufrimiento interior que me clava puñaladas causando una gran rabia sin compasión. Nada podrá impedir que te encuentre, porque aunque me olvidara de muchas cosas, recuerdo con claridad el sitio donde te dejé abandonado. La vida es un sueño y yo te prometo que “Nunca dejaré de soñar”

Siempre sale el sol

Por: Sonia Rodríguez Acosta Esta frase inmunda mi corazón, por eso lo digo como un mantra porque de verdad creo que sana y hace tener fe y positivismo. Palabras bonitas que resonaron en mí, en un momento difícil que estaba pasando una amiga. Recuerdo la escena con total claridad, le dije “tu tranquila que siempre sale el sol”. Si observas bien la naturaleza nos da tantas respuestas que a veces no somos capaces de verlas. El sol no se esconde para siempre, el sol sale e ilumina con sus rayos dorados y penetrantes. Lo mismo pasa en tu vida, puedes tener épocas que llueva a raudales, pero detrás de la tormenta viene la calma, solo necesitamos confiar en nosotros y en la vida. Una vida que gira como la tierra alrededor del sol. Como dice un viejo refrán “no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista”. Ten fe porque la fe mueve montañas y te hará mover a ti de donde estas hacia la luz del sol. Sé que la vida muchas veces no es fácil, pero vale mucho la pena vivirla. Vivirla a tu manera, lo que a ti te hace feliz. La vida son instantes, momentos que te dejan sin aliento de los maravillosos que son. Esos se quedan para la posteridad grabados en tu corazón para siempre. Si estás pasando un mal momento y no ves salida recuerda que el sol siempre vuelve a salir como la luz interna que hay en ti. Todos tenemos esa lucecita que nos alumbra solo tienes que prenderla y saldrá a relucir. Tenemos el poder dentro de nosotros mismos, no se trata de estar siempre felices y bien porque eso sería una utopía, ya que en la vida todo gira. Habrá momentos de sol, otros de lluvia y otros de tormenta y rayos. Lo que trato de decirte con este artículo es que siempre hay una luz al final del túnel. Una luz que cuando la alcanzas la disfrutas al máximo, porque ya sabes lo que es estar en la oscuridad. La vida es dual, apreciamos el sol porque hemos visto las nubes, la lluvia porque ha habido tiempo de sequía. Agradecer lo que tenemos es la clave para no caer en la negatividad alargada o prologada en el tiempo. Vivamos permitiéndonos sentir tanto lo bueno como lo malo. Lo bueno lo disfrutas y de lo malo se aprende.se aprende a caminar por la vida sin ser prisionero de ella, la vida te da las cartas pero tú decides como jugarlas. No eres lo que te pasa, eres lo que haces con eso que te pasa. En este preciso momento me viene a la mente muchas personas que son ejemplos de superación. Le han pasado cosas pero no se han quedado en lo que les ha pasado sino que su visión de la vida ha cambiado y los ha transformado hacia una mejor versión de sí mismos. Esa fuerza interior que te empuja, te motiva y te eleva. Confía en ti y en la vida, quiérete mucho. Baila bajo la lluvia, no dejes de soñar. Porque la vida te traerá un nuevo despertar y el sol saldrá iluminando tu caminar.

No podemos cerrar la puerta

Llevamos semanas esforzándonos por exponer la realidad de Canarias ante las consecuencias económicas que deja la pandemia. La situación, muy diferente a la que todos pensábamos que íbamos a vivir antes de la llegada de la Covid-19, se empeña en querer poner a prueba la capacidad de solidaridad, diálogo y entendimiento entre países, comunidades autónomas y municipios. Coinciden todos en algo: de este callejón sin unidad no se puede salir.

Cosas nuevas en un mundo nuevo

Este será un año marcado por un profundo cambio en el mundo. Es decir, el 2020 será recordado por millones de personas como un año “maldito”; de profundos cambios y formas de conductas. Eso sí, no creo que el coronavirus haya provocado en los humanos más sentimientos, más humanidad con todo aquello que nos rodea. Del mimo modo, poco a poco, el años 2020 se va marchando dejando una estela de incertidumbre, dudas y miedos. Sin embargo, muchas son las personas que aún no quieren o asimilan que el verdadero enemigo sigue estando en la calle. La Covid-19 sigue viviendo en todos los rincones del mundo, pero muchas personas parecen olvidarse que el virus sigue contagiando y matando gente. Las playas abarrotadas y las medidas protocolarias sanitarias, en el olvido por muchos jóvenes, pero también, en personas mayores.

Formación de un cerebro racional

Nuestra forma de pensar es un hábito, ese hábito hay que reemplazarlo por hábito más racional, es un trabajo duro y constante hasta que los nuevos hábitos estén automatizados y no nos cueste. Pregúntate: ¿Es objetiva mi forma de pensar? ¿Me ayuda esta forma de pensar a lograr mis objetivos hoy y mañana? ¿Me ayuda esta forma de pensar a mis intereses? ¿Me ayuda a no tener problemas importantes con los demás? ¿Me ayuda a sentir las emociones que quiero? Si sigo pensando así ¿Continuaré siendo desgraciado?

La paciencia nutre el alma

Muchas veces queremos todo ya especialmente cuando lo estamos pasando mal y queremos salir de eso lo más rápido posible. Sin darnos cuenta que todo en la vida lleva su proceso, la paciencia es el arte de saber esperar con una buena actitud. Reconozco que me tengo que trabajar la paciencia, la he trabajado pero aún me queda mucho de impaciente. Esa parte impaciente es de nuestra parte niña lo quiere todo ya y en el momento. Por eso es muy importante trabajarla y fluir con la vida. Dice un dicho que la paciencia es la madre de la ciencia y es verdad, aquel que es paciente es más tranquilo y sosegado y por lo tanto ve la vida de una manera más positiva. La impaciencia solo nos lleva al drama y al sufrimiento. Cuando hablo de paciencia lo digo en toda la extensión de la palabra, la virtud de ser conscientes de que todo llega y que la vida te va dando lo que el universo tiene preparado para ti. Porque si algo tengo claro es que lo es para ti es tanto lo bueno como lo malo.

“La novena de Beethoven”

Uno de los más grandes compositores de la historia, Ludwig van Beethoven, padeció desde joven profundos problemas de audición que derivaron, finalmente, en sordera. Pero ello no fue óbice para que compusiera piezas magistrales, en cuya cúspide podría situarse su novena sinfonía, la cual ha sido catalogada como un himno a la libertad de los pueblos del mundo. En términos muy parecidos, y permítanme esta hipérbole, el Alcalde de Alajeró ha berreado a los 4 vientos la materialización de su gran obra maestra, la cual liberará definitivamente de todos los males a nuestro querido pueblo y a sus gentes: el Centro de Convenciones y Parque urbano en Punta del Espino.

Queriendo apagar Tenerife

El tiempo es inexorable, ahora estamos soportando el resultado del abandono a nuestra isla durante las últimas tres décadas. Se ha mirado para todos sitios, especialmente para la isla de enfrente, relegando a Tenerife, que padece una carencia crónica de infraestructuras en todos los ámbitos, estando al albur de incidentes, accidentes o complicaciones varias. A esto hay que añadir el impacto negativo de los noistas, esos que han intentado o intentan, insistentemente, parar cualquier obra de equipamiento a ejecutar, bajo el pretexto de la defensa del territorio, pero lo cierto, es que entorpecen cualquier iniciativa beneficiosa para la isla, siendo los mejores aliados de los que quieren hundir a Tenerife. Aunque parezca exagerada esta apreciación, la verdad es que existen los desleales, cual quinta columna, están incrustados en la política, en el mundo empresarial, así como en los demás ámbitos sociales de nuestra isla. Por un lado, alardean de su tinerfeñismo y por otro, lo dinamitan desde dentro, buscando sólo y egoístamente ganancias personales, a costa de sacrificar al conjunto insular.

Esta crisis no la pueden pagar los mismos

Esta semana hemos vivido un hecho histórico. La Unión Europea ha tomado una decisión sin precedentes: suscribir una deuda solidaria de la que responderán todos los gobiernos, para distribuir recursos de forma proporcional a las necesidades de los países miembros.


Tagoror

Síguenos en nuestros canales
de Redes Sociales

Explorar

Explorar Secciones Tagoror