¿Cómo será la pandemia en 2021?
Entramos en el tan esperado y deseado año 2021, con el objetivo de abandonar de una vez por todas el 2020. No sé lo que podrá suceder en este nuevo comienzo de año 2021, pero lo cierto es que millones de personas mantienen las esperanzas de que sea más positivo que en anterior, especialmente con la presencia de la vacuna, la cual se convierte para millones de persona como el antídoto milagroso contra la Covid-19.
En la vida todo llega, todo pasa y todo cambia
Este año 2020 ha sido un año malo, lleno de incertidumbre y miedo con una pandemia que nadie se esperaba.Ya no queda nada para decir adiós a este año y dar la bienvenida a uno nuevo que lo esperamos con los mejores de nuestros deseos. Deseos que por supuesto incluye el fin de esta pandemia para que podamos recuperar la bendita normalidad que ni caso le hacíamos y ahora tanto anhelamos.
La Marea Rosa
Para finalizar este 2020 quiero acabar con este artículo para hacerles llegar que aunque todo es distinto, hay cosas que podemos seguir haciendo como siempre. Al finalizar el año, la playa de Las Canteras se teñía de color rosa, con pasos para apoyar una causa que está presente en nuestra vida; el cáncer de mama.
"Por alusiones"
Desde los neblinosos tiempos de Jack el Destripador, no recuerdo haberse registrado, en ninguna parte de Europa, un caso comparable de asesinato hacia la verdad y la municipalidad (y no a la vida humana), incluyendo algunos discursos de la señora Thatcher. Me estoy refiriendo a las notas de prensa que el Alcalde de Alajeró ha ordenado escribir, escondiéndose detrás de la expresión furtivamente sustraída socialistas de Alajeró, como si los votantes de la Agrupación socialista gomera no fueran ciudadanos situados en el centroizquierda del espectro político.
Fortaleza e ilusión para afrontar el futuro
A los que cada día desafiaron al miedo y se armaron de coraje para salvar vidas y plantarle cara al virus, a los que hicieron posible que no faltara el pan en nuestra mesa, a los que abastecieron los mercados de los alimentos que necesitamos, a los que evitaron que miles de familias pasaran hambre, a los que surtieron las farmacias de las medicinas que precisamos, a los que nos facilitaron el transporte y a los que salieron a la calle para velar por nuestra seguridad. Un millón de gracias a los profesionales sanitarios, los voluntarios, los farmacéuticos, los cuerpos y fuerzas de seguridad y por supuesto a los trabajadores de los supermercados y transportistas. Un millón de gracias a cada uno de ellos.
Generación perdida
El año 2020 esta apunto de concluir, pero tristemente con un desgarrador y amargo recuerdo en el mundo. Es decir, la aparición de la Covid-19, virus pandémico que está cambiando la forma de vivir de los habitantes del planeta Tierra. Por si fuera poco, provocando la muerte en millones de personas de todos los países del mundo. Especialmente, en la generación de mayores que en otra época trabajaron y lucharon por sus ideales. Mayores, con patologías y edades diferentes, los cuales se han visto sorprendidos por los tentáculos de un virus asesino. Una generación de mayores perdida que han muerto en la más pura de la soledad. Sin duda, y en lo que se refiere a los Centros de Mayores, lo que en un principio era bueno para esa generación, resulta ser que ahora se han convertido en habitáculos trampas. Geriátricos, que durante el comienzo de la pandemia se convirtieron en confinamientos desgarradores y tumbas humanas sin ser despedidos por sus respectivos familiares.
No le digas viejo
Casi un año sin escuchar a mi madre algo que le gusta repetir: yo no me quiero morir porque ahora se vive muy bien. Sigue creyendo en la primera parte. No se atreve con la segunda. El bicho le acongoja más que los años. Mi hermana le decía el otro día, cuando se quejaba de dolores y ciertos olvidos de vieja, que eso lo guardara para cuando lo sea. Más allá de los noventa. Esa es la barrera que tiene a la mama a cinco años de poder decirlo sin que ella se lo reproche. El perro y el gato. Inseparables y dependientes una de otra.
Podemos ser reyes
Los problemas hay que afrontarlos de frente, con valentía, aportando resoluciones valedoras para solucionarlos. Esquivarlos, no mirarlos, dejar que se pudran, no encontrar respuestas adecuadas, es lo peor que se puede hacer, porque se magnifican, haciendo un daño enorme. En los últimos años, estamos aguantando una política artificial, donde no existe certeza alguna, hay menos seriedad y poco de verdad. Lo que dicen un día, serios y circunspectos, al día siguiente se cambia, sin rubor alguno, olvidándose de las promesas hechas anteriormente o de las declaraciones de intenciones, que después no se cumplen o se hacen totalmente diferentes a lo que se habían comprometido. Ejemplos hay muchísimos, los vemos a diario en los medios de comunicación y a través de las redes sociales. Es la posverdad gobernando un país, es decir, la distorsión deliberada de la realidad, manipulando creencias y emociones, con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales.
Algo de luz en la oscuridad
Esta semana, Canarias y en concreto las islas de Tenerife y La Gomera se han visto nuevamente sacudidas por la situación de la pandemia, cuyos contagios, lejos de mermar, han alcanzado unas altas cotas de incidencia que evidencian una relajación en las medidas de seguridad sanitaria que no podemos soportar por mucho más tiempo.