Ansiedad en tiempos de Covid

Actualmente estamos viviendo una situación complicada, la llegada de la segunda ola del covid. Nos pone en la palestra una ansiedad también en la cresta de la ola, para aquellas personas que la padecen.Antes de la llegada de esta pandemia había ansiedad pero esta ha hecho que se incremente notablemente. El miedo a un contagio hace que algunas personas se bloqueen, incluso llegando a desarrollar fobias que le impiden hacer una vida normal, dentro de la nueva normalidad que tenemos.Hace un año nos hubieran hablado de esto, y no hubiésemos dado crédito, pero hoy en día es una realidad con la que convivimos. Por lo tanto hay que diferenciar, la ansiedad que genera la enfermedad y la ansiedad propiamente dicha.

El fraude del noismo

Abandonar el noismo, es decir, negar la ejecución de obras imprescindibles en Tenerife, con el fin de impulsar las infraestructuras, no sólo es prioritario, sino que es necesario, para levantar la isla del ocaso en que se encuentra. Hay que implantar el modo ISLA, contra los protagonismos personales, localismos insolidarios o estrategias partidistas que lastran el progreso, porque las infraestructuras tienen que salir del debate político, para centrarse en su oportunidad, desde el punto de vista técnico o profesional, con el fin de dar respuesta a la demanda ciudadana y a los requerimientos del sistema productivo.

Salir de prisión: un camino largo y tortuoso que se recorre mejor con compañía

La realidad de las cárceles españolas viene determinada por un Código Penal que castiga duramente los pequeños delitos. Estamos en uno de los países de Europa con más personas presas: unas 50.000, en su inmensa mayoría hombres. Si nos acercamos a sus intrahistorias podremos conocer cuál ha sido su recorrido vital y formativo: muchos, marcados desde temprana edad por el absentismo escolar, acaban dejando los estudios. Esto, asociado a un trato muy temprano con las drogas, hará que sus vidas queden truncadas y abocadas al fracaso laboral. La adicción y el trabajo son incompatibles, aunque se intenten disfrazar. Fracaso en el proceso educativo, consumo de drogas y, en su inmensa mayoría, contexto social de marginación tienen como producto final la delincuencia y, con ello, el delito que les llevará a prisión.

Mujer Rural gomera: ayer, hoy…futuro

Las hemos visto en nuestras huertas, en nuestros muelles esperando a los barcos de pesca, pastoreando los animales, dando forma y preservando nuestra artesanía. Pero también las hemos visto cuidando de la casa, de los niños, de su familia y de su entorno. No son mujeres débiles por mucho que se las haya querido silenciar. Y su fuerza radica en su determinación por salir adelante en unas condiciones no del todo favorables. Luchando contra viento y marea, silencio y muchas veces, siendo infravaloradas o ignoradas.

La tierra siempre es agradecida

La tierra siempre es agradecida. A esta expresión popular no le falta razón alguna pero no basta con plantar una simple semilla para garantizar el sustento de una familia. El proceso es largo e intervienen varios factores que pueden ser decisivos a la hora de obtener la cosecha. Entre ellos el agua, que en estos momentos es un bien más escaso que nunca. La sequía mantiene nuestras presas vacías y los agricultores claman al cielo que traiga lluvias.

Canarias: “paraíso del Edén”

Canarias siempre ha sido un referente en la Historia del ser humano en la tierra. Tanto es a sí, que desde la época clásica los griegos ya conocían la existencia del Archipiélago canario en la antigüedad, porque su literatura, los mitos legendarios que crearon sus autores conocidos, parecen dejar pocas dudas de algunos escenarios que sirven de trasfondo a las tramas épicas que narran.

Desnudar el alma

Muchas veces es más fácil desnudarnos físicamente, que sacar a relucir lo que nuestra alma lleva dentro y por mucho tiempo ha callado. Las mariposas que llevamos dentro no las dejamos Salir. Por lo tanto no le damos la posibilidad de volar libre por el mundo.

El sombrero inquisidor

Los representantes del pensamiento único, esos a los que se les llena la boca de progresía, nombrando continuamente la palabra democracia y después contradiciéndose con los hechos, al ser meros trasmisores de la imposición permanente, acompañada de la intolerancia máxima y que ahora se les denomina neoinquisición, suelen encajar mal las críticas a su gestión, porque no comprenden que haya personas que no alaben sus pensamientos, ideología o quehacer público cotidiano y se rebelen al seguidismo vergonzante de sus fieles escuderos, por cierto, bien colocaditos como eminentes sueldólogos, allí donde agarran alguna gestión pública. Están tan imbuidos de un endiosamiento superlativo, que miran a los demás por encima del hombro, estableciéndose en unas peanas de moralidad que, si no fuera que, por lo general no son creyentes, se les podría confundir con santos de altares. Restan más que suman, no aportan sino destruyen, instauran el frentismo y la confrontación como modelo de convivencia, convirtiendo la realidad en un verdadero lodazal, que es donde suelen encontrase cómodos.

Si no hay salud, no hay economía

Nuestros abuelos siempre nos han recordado que sin salud no hay nada y conforme vamos cumpliendo años entendemos la importancia que estriba en esta afirmación tan recurrente entre nuestros mayores. Una evidencia que alcanza aún mayor importancia en la complicada realidad que vivimos en estos tiempos de incertidumbre, marcados por una pandemia global que influye en el devenir de nuestro acontecer diario.

Canarias también fue emigrante

Ni que decir tiene, que este comienzo de siglo XXI las islas Canarias están siendo invadidas por miles de inmigrantes africanos, los cuales están llegando a las costas marítimas en cayucos de la muerte. Unos inmigrantes, que salen de su país en busca de una mejor vida, como lo hicieran en otra época los emigrantes canarios y españoles, concretamente, en la España oscura de la dictadura franquista. No podemos olvidar el pasado o la Historia de lo que fue la emigración obligada por el hambre, la miseria y la persecución de la dictadura del franquismo. Eso mismo es lo que le sucede a los inmigrantes africanos, los cuales muchos de ellos mueren de frío y de sed en la mitad de la travesía del Atlántico. Ese es precio de una huida clandestina en la búsqueda de una mejor vida en Europa.


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