Estoy ayudando a otros que están peor que yo, pero yo también soy migrante

La migración es algo que ha estado en mi familia siempre presente, desde la guerra Civil Española. Mi tío salió a Alemania en los 60. Después salió el hermano de mi tío, mi Papa, en el año 1974. Yo me quede con mi Mama que no se pudo ir nos quedamos en España. En el año 1994 se fue mi primo a Alemania, salimos de España mi familia y en 2013. Nada que la migración nos viene de familia , emigró casi toda la familia en la década de los 60. El caso es que mi padre es descendiente de gallegos y por ahí comienza la cosa. Luego el mayor de los hermanos de mi padre se va a vivir a Holanda. Desde allí mando a buscar a mi tía, vía España, para que pasara a Alemania, pero mi tía se quedó a vivir en Holanda con unas primas de mi madre.

Guten Morgen Deutschland

Un fin de semana duro, trabajando en sábado, somos los Ángeles custodios que velamos por vuestra salud, sin nosotros sería una catástrofe el coronavirus,“A nosotros siempre nos han llamado ‘los invisibles”, “ hay algunos que comentan por qué no nos aplauden a nosotros”. Aún así seguiremos trabajando “24 horas al día, 365 días al año”.

Historia de la construcción vergonzosa del hotel playa La Tejita

Polémica generalizada en la isla de Tenerife por las obras que se siguen realizando en la Playa de La Tejita, con el objetivo de consolidar un hotel de cinco estrellas. La historia de esta construcción polémica en un Espacio Natural Protegido de Montaña Roja; en Granadilla, sigue levantando muchas opiniones y malestar contra la constructora de las obras llevadas a cabo de este posible hotel. Mientras tanto, la Ley de Costa y las instituciones gubernamentales que tienen responsabilidades con este mamotreto, no se ponen de acuerdo, pero las obras se han reiniciado con las contundentes protestas de la plataforma ¨ ´Salvar la Tejita´ y otros colectivos ecologistas, junto con la mayoría de los tinerfeños, insisten en que se paralicen las vergonzosas obras de este mamotreto de cemento y hierro.

“Una puta anarquía”

Me da que estamos todos de los nervios, aunque cierto que unos más que otros. Pero todos, inquietos y excitados. Esto de la pandemia nos ha caído en mal momento y hacemos méritos para salir muy tocados de ella. Los más normales, la mayoría, asolados por la fatiga pandémica, alarmados por el comportamiento irresponsable y hartos de incompetencias y desatinos. Ya somos incapaces de asimilar tanta necedad a nuestro alrededor. Estoy harto de que nuestros representantes –los suyos y los míos- nos torturen escupiéndose a la cara. Ya está bien. Y los descerebrados, esos que no pertenecen al grupo de los sensatos, abarrotan calles y plazas al grito de ¡libertad, libertad¡, agrediendo y revolviéndose contra la policía.

Evidentemente

Estamos inmersos en la sociedad de la mentira, donde casi todo es contrario a lo que se sabe, se piensa o se siente. La posverdad ha triunfado de la mano del relativismo y de la ideología de género, que pone en valor la distorsión deliberada de la realidad, manipulando adrede, creencias y emociones, con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales, para ganar adeptos o incluso, podríamos denominar súbditos.

La fiesta debe esperar

Cada mañana nos despertamos con nuevos fallecimientos y buscamos en la prensa la incidencia acumulada de los últimos 14 días para comprobar si vamos ganando o perdiendo esta dura contienda, la más dura desde que asistimos a tiempos de democracia. Hemos tenido que activar mecanismos de excepcionalidad como el confinamiento, el toque de queda y los cierres perimetrales que nuestros abuelos jamás pensaron que tendrían que revivir.

Las epidemias que azotaron Canarias en otra época

No descubro nada nuevo, si escribo que la historia de Canarias ya está reflejada desde la época clásica. Sin embargo, y en esta nueva etapa del siglo XXI, una nueva pandemia denominada Covid-19, viene generando un cambio radical en el planeta tierra; motivando muchas muertes, dudas, miedos e incógnitas de un nuevo futuro. También, la paralización del mundo; provocando una crisis económica sin precedentes, el cierre definitivo de miles de empresas, ausencia del turismo, millones de parados, la hostelería “muerta” y nuevos cambios culturales en las sociedades del mundo, donde tendremos que ir asimilando y aprendiendo poco a poco. Es de prever, que esta pandemia mundial pueda ser frenada en un futuro no muy lejano por la ciencia.

Historias no contadas

Sí voy a decir que todas las historias de migrantes se parecen. Y así y todo, cada una de ellas es única. Las historias de migrantes se parecen, incluso cuando tratan de gente llegada desde la mayor distancia cultural, lingüística y territorial. Incluso si pertenecen a una población migratoria apenas recordada en un país que se sigue viendo a sí mismo como exclusivo descendiente de los barcos, a lo sumo receptor de gente llegada de países limítrofes o, como máxima concesión al exotismo, de migrantes llegados a Alemania.

Un lugar de partida . Un lugar en el que estar

Mi serial “ Un español en Alemania “ reflexiona en ‘Un lugar de partida’ sobre el sentido de pertenencia y la migración . «Lo personal, muchas veces me e basado en la experiencia de mis padres, mis tios emigrantes en Alemania en los años 60, y mi familia , que se instaló en 2013 en Alemania». «Es muy curioso ver cómo cada uno de mis padres y mis tíos vivieron la emigración de manera diferente y cómo al marcharnos por motivos de trabajo mis padres , mis tíos y yo, con circunstancias muy distintas, seguramente hemos tenido conflictos similares, como la añoranza, la deslocalización, la búsqueda de un lugar que poder considerar propio...», reflexiono en mi serial , que buceando en mi propia historia familiar para entenderme a mi mismo, pero también en una sociedad que muchas veces impulsa estos desplazamientos de población sin ser consciente de todas las adversidades que implican. «No es lo mismo un lugar al que ir y un lugar en el que estar», insisto tras remarcar la importancia de poder o no arraigarse y poder o no desarrollar la vida en el lugar en el que se quiere. Mi creación comparte, buscaba poner en cuestión hasta qué punto este tipo de fenómenos responden verdaderamente a decisiones personales. «El franquismo animaba a salir de España con una promesa de prosperidad que sedujo a muchísima gente. Igual que los coletazos de la crisis inmobiliaria llevaron al éxodo a muchísimos jóvenes que querían buscarse un futuro. Pero nadie estaba teniendo en cuenta las consecuencias personales, emocionales y vitales, que tenía para nosotros el desplazamiento», comparto De ahí el título de un español en Alemania , ‘Un lugar de partida’, un capítulo que «no solo hace referencia al inicio de un viaje, también a la fractura que se sufre cuando tienes la cabeza y el corazón en un sitio mientras que el cuerpo está en otro»

Tenerife, sin puerto, ni rumbo

La isla está a la deriva, pérdida, fuera del contexto global de nuestra Comunidad Autónoma. Lejos del dinamismo económico y social del resto de Canarias. Esta evolución negativa, no se ha producido repentinamente, viene desde hace décadas, fruto de unos irresponsables públicos, que se han caracterizado y también actualmente, por la dejadez y sobre todo, la falta de eficiencia operativa, para sacar adelante las infraestructuras que Tenerife demanda desde hace tantos años y que por su falta de realización, ha producido una parálisis casi total.


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