12.08.2022 | Redacción | Opinión
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández
La Iglesia, representada por los ministros de Dios, sigue protagonizando capítulos sociales que les convierten en protagonistas por sus acciones y comentarios. Recientemente, y con motivo de las fiestas de la Virgen del Carmen, patrona de los marineros, sucedió un hecho que no gusto para nada en el pueblo costero de Valle de Guerra, especialmente con el embarque de la Virgen del Carmen en La Barranquera. Ni que decir tiene, que la Comisión de Fiesta del litoral de la Barranquera, junto con miles de personas creyentes con la Virgen del Carmen también llamada Estrella del Mar y patrona de los marineros, se han sentido molestos e incómodos ante el vídeo que subió el sacerdote Jesús Silva, que sustituía al párroco titular de Valle de Guerra, Julio Ribot, en el embarque de las fiestas de la Virgen del Carmen de La Barranquera (Valle de Guerra). Aquí no se trata de condenar a nadie y mucho menos llevarlo a la hoguera. Eso ya lo hacia la Iglesia Católica dedicada a la supresión de la herejía en la era medieval europea. De lo que se trata es, que una vez más, unos de los ministros de Dios, con el objetivo de convertir en humor una celebración festiva y tan señalada como es el embarque de la Virgen del Carmen, buscara el protagonismo sin saber cuál es la historia de Valle de Guerra, su idiosincrasia, cultura y forma de vivir. Atreviéndose, y desde la ignorancia más atrevida, llamar a los habitantes del pueblo de Valle de Guerra indígenas.
Por otro lado, quiero reconocer mi respeto a los pueblos y culturas indígenas los cuales se caracterizan por grupos sociales y culturales distintos que comparten vínculos ancestrales colectivos con la tierra y los recursos naturales donde viven, ocupan o desde los cuales han sido desplazados. De igual modo, nuestros antepasados, los guanches, denominados como aborígenes o colonias indígenas, también fuero un referente histórico importante en la vida y evolución de la humanidad. Sin embargo, eso nada tiene que ver con la realidad actual de los pueblos de este nuevo comienzo de siglo XXI. En concreto, Valle de Guerra, elegido por el sacerdote Jesús María Silva Castignani, conocido en Instagram como el padre Jesús, nacido en Barcelona, siendo ordenado en Madrid en Madrid, el cual y de manera poco graciosa, se ha mofado del pueblo vallero.
Bueno, no quiero extenderme más con este tema, pero si quiero dejar bien claro que Valle de Guerra es un pueblo con su propia historia e idiosincrasia, donde sus habitantes ofrecen su amor, cariño y respeto a todas aquellas personas que vienen de fuera. Por lo tanto, aconsejo al sacerdote Jesús María Silva, que la próxima vez no haga de una celebración tan importante y religiosa como es la procesión en el mar en honor a la Virgen del Carmen, con un estilo burlesco hacia la patrona de los marineros y al pueblo de Valle de Guerra. Un estilo de humor sacro, que nada gusta en la sociedad canaria, especialmente al pueblo de Valle de Guerra, cuyo litoral de embarque La Barranquera, sus pescadores rinden todos los años un deseado y respetuosos homenaje a su Virgen del Carmen. También es justo de reconocer, que el sacerdote protagonista de esta triste historia, ha pedido perdón en las redes sociales al pueblo de Valle de Guerra. Es de agradecer y valorar, pero por favor que no vuelva a ocurrir más.
Imagen: Rafael J. Lutzardo Hernández | Periodista