Evidentemente

Estamos inmersos en la sociedad de la mentira, donde casi todo es contrario a lo que se sabe, se piensa o se siente. La posverdad ha triunfado de la mano del relativismo y de la ideología de género, que pone en valor la distorsión deliberada de la realidad, manipulando adrede, creencias y emociones, con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales, para ganar adeptos o incluso, podríamos denominar súbditos.

La fiesta debe esperar

Cada mañana nos despertamos con nuevos fallecimientos y buscamos en la prensa la incidencia acumulada de los últimos 14 días para comprobar si vamos ganando o perdiendo esta dura contienda, la más dura desde que asistimos a tiempos de democracia. Hemos tenido que activar mecanismos de excepcionalidad como el confinamiento, el toque de queda y los cierres perimetrales que nuestros abuelos jamás pensaron que tendrían que revivir.

Las epidemias que azotaron Canarias en otra época

No descubro nada nuevo, si escribo que la historia de Canarias ya está reflejada desde la época clásica. Sin embargo, y en esta nueva etapa del siglo XXI, una nueva pandemia denominada Covid-19, viene generando un cambio radical en el planeta tierra; motivando muchas muertes, dudas, miedos e incógnitas de un nuevo futuro. También, la paralización del mundo; provocando una crisis económica sin precedentes, el cierre definitivo de miles de empresas, ausencia del turismo, millones de parados, la hostelería “muerta” y nuevos cambios culturales en las sociedades del mundo, donde tendremos que ir asimilando y aprendiendo poco a poco. Es de prever, que esta pandemia mundial pueda ser frenada en un futuro no muy lejano por la ciencia.

Historias no contadas

Sí voy a decir que todas las historias de migrantes se parecen. Y así y todo, cada una de ellas es única. Las historias de migrantes se parecen, incluso cuando tratan de gente llegada desde la mayor distancia cultural, lingüística y territorial. Incluso si pertenecen a una población migratoria apenas recordada en un país que se sigue viendo a sí mismo como exclusivo descendiente de los barcos, a lo sumo receptor de gente llegada de países limítrofes o, como máxima concesión al exotismo, de migrantes llegados a Alemania.

Un lugar de partida . Un lugar en el que estar

Mi serial “ Un español en Alemania “ reflexiona en ‘Un lugar de partida’ sobre el sentido de pertenencia y la migración . «Lo personal, muchas veces me e basado en la experiencia de mis padres, mis tios emigrantes en Alemania en los años 60, y mi familia , que se instaló en 2013 en Alemania». «Es muy curioso ver cómo cada uno de mis padres y mis tíos vivieron la emigración de manera diferente y cómo al marcharnos por motivos de trabajo mis padres , mis tíos y yo, con circunstancias muy distintas, seguramente hemos tenido conflictos similares, como la añoranza, la deslocalización, la búsqueda de un lugar que poder considerar propio...», reflexiono en mi serial , que buceando en mi propia historia familiar para entenderme a mi mismo, pero también en una sociedad que muchas veces impulsa estos desplazamientos de población sin ser consciente de todas las adversidades que implican. «No es lo mismo un lugar al que ir y un lugar en el que estar», insisto tras remarcar la importancia de poder o no arraigarse y poder o no desarrollar la vida en el lugar en el que se quiere. Mi creación comparte, buscaba poner en cuestión hasta qué punto este tipo de fenómenos responden verdaderamente a decisiones personales. «El franquismo animaba a salir de España con una promesa de prosperidad que sedujo a muchísima gente. Igual que los coletazos de la crisis inmobiliaria llevaron al éxodo a muchísimos jóvenes que querían buscarse un futuro. Pero nadie estaba teniendo en cuenta las consecuencias personales, emocionales y vitales, que tenía para nosotros el desplazamiento», comparto De ahí el título de un español en Alemania , ‘Un lugar de partida’, un capítulo que «no solo hace referencia al inicio de un viaje, también a la fractura que se sufre cuando tienes la cabeza y el corazón en un sitio mientras que el cuerpo está en otro»

Tenerife, sin puerto, ni rumbo

La isla está a la deriva, pérdida, fuera del contexto global de nuestra Comunidad Autónoma. Lejos del dinamismo económico y social del resto de Canarias. Esta evolución negativa, no se ha producido repentinamente, viene desde hace décadas, fruto de unos irresponsables públicos, que se han caracterizado y también actualmente, por la dejadez y sobre todo, la falta de eficiencia operativa, para sacar adelante las infraestructuras que Tenerife demanda desde hace tantos años y que por su falta de realización, ha producido una parálisis casi total.

Cuestión de educación

Son infinitas las citas que se han escrito a lo largo de la historia de la humanidad en clara referencia a la educación como llave esencial para abrir la puerta al conocimiento, al pensamiento crítico y por supuesto, a la libertad. La educación es el pilar sobre el que se debe construir toda sociedad moderna. Es una inversión de presente y futuro que nos aporta plenas garantías de desarrollo, por lo que todo Gobierno, independientemente de sus colores políticos, debe garantizar una educación gratuita y universal, que sea inclusiva, equitativa y de calidad, con el objetivo de igualar el acceso a las oportunidades a la ciudadanía en conjunto.

El precio por defender la libertad de la información

Sin duda, el riesgo de la información periodística llevada en muchas ocasiones al límite tiene consecuencias irreparables. Tanto, que recientemente el mundo se ha visto conmocionado por los recientes asesinatos de dos periodistas españoles acostumbrados a narrar la muerte se encontraron cara a cara con ella en una zona boscosa del sur de Burkina Faso. Hasta allí habían viajado para rodar un documental sobre la caza furtiva, uno de los negocios más lucrativos de los grupos armados que proliferan en este estado fallido en el corazón del Sahel.

Alborotadores

La crispación política está a la orden del día, por parte de casi todos los representantes públicos, animada desde la cúpula de los distintos partidos políticos y diseñada escrupulosamente para sacar réditos electorales. Parece que todo vale y no hay freno alguno, para convulsionar la tranquila convivencia ciudadana, que sería lo conveniente y además, aconsejable ahora que estamos sufriendo una situación complicada, como consecuencia de la crisis sanitaria. Se ha impuesto el frentismo por intereses ideológicos, la falta de diálogo por no tener voluntad de buscarlo o el insulto permanente de unos contra otros y todos contra la humanidad. Es un verdadero espectáculo deleznable, que retrata perfectamente a quienes lo promueven, incapaces de dar razonamientos y sobrados a la hora de poner sobre la mesa injurias injustificables. Los que tendrían que ser ejemplares o por lo menos, esa es una de sus misiones, al ocupar cualquier cargo político, en su gran mayoría son impresentables.

“Los hijos que quisimos -o no- tener”

Tener un hijo es esa decisión que un día tomamos y nos marca la existencia. Recuerdo a aquella madre que contaba entre contrariada y tierna: “tres días de parto, once en la UCI, muchas semanas de postparto y once años sin dormir del tirón para que salga del colegio y no me quiera dar un beso delante de sus amigos. Una colleja a mano abierta le meto que lo pongo de medio centro en el Osasuna”.


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