El carnaval como excusa

Por: Paco Pérez pacopego@hotmail.com A principios de los años sesenta, cuando el Carnaval chicharrero iba a ser prohibido por las autoridades franquistas y, en particular, por el gobernador civil (creo que era Pablos Abril) siguiendo instrucciones de la Dirección General de Seguridad del Ministerio de la Gobernación, el entonces delegado de Información y Turismo, Federico Opelio Rodríguez Peña, con el expreso apoyo del Obispo de la Diócesis Nivariense, Domingo Pérez Cáceres, lograron convencer al "poncio de turno" para que permitiera la celebración de las carnestolendas, que pasaron a denominarse "Fiestas de Invierno", hasta la llegada de la Democracia. Con muy buen criterio, tanto don Opelio como don Domingo pensaron que lo mejor era que la gente saliese a las calles, se divirtiera y celebrase sus carnavales, una tradición consolidada en esta Isla, sencillamente porque el ser humano necesita momentos de libertad y de expansión, aunque para ello necesite disfrazarse, beber más de la cuenta o cometer algunos desmanes . Un entiende los Carnavales como una excusa para transgredir ciertas normas de comportamiento, porque hay quien dice que las reglas se hacen para ser incumplidas. El ser humano necesita válvulas de escape para sus problemas cotidianos y no hay nada mejor para ello que dar rienda suelta a sus apetencias festivas. De ahí que se entienda hasta cierto punto el comportamiento de los carnavaleros, que los hay de toldo tipo y condición, en una especie de "totum revolutum" en donde se mezcla la tranquila familia con sus hijos menores de edad que disfrutan de las actuaciones matinales en el centro de la ciudad, con los noveleros que acuden a los distintos concursos, los jóvenes que se desmadran con el alcohol y las drogas durante unos días con los que exhiben sus coches antiguos durante la Piñata. O quienes aguantan horas y horas bailando al aire libre en medio de una música ensordecedora u otros que prefieren echar un "kiki "entre dos coches aparcados junto a la acera de una calle más o menos oscura. Todo eso son los carnavales, una antigua fiesta pagana, llena de desenfreno, que precede a la Cuaresma y a la Semana Santa, un período de recogimiento y de oración. Hay gente para todo, incluso para lo que no queremos saber nada, a nuestra edad, de estas fiestas populosas y populares. Y quienes aprovechan los Carnavales para mandarse a mudar de aquí y hacer un corto viaje por esos mundos de Dios. Amén.

El carnaval como negocio

Por: Paco Pego pacopego@hotmail.com El Carnaval, como cualquier fiesta importante, es un negocio, porque crea una gran actividad económica y una destacada bolsa de empleo, aunque sea sumergido, en los lugares donde se celebra. Muchas familias el área metropolitana tinerfeña, en especial, viven todo el año para y por estos festejos paganos. Gente que trabaja para las fiestas gran parte del año, cuyo trabajo es una fuente fundamental de sus ingresos. Hay muchos colectivos de profesionales que dependen del Carnaval: comerciantes de telas, tejidos y disfraces, diseñadores y costureras de los trajes y fantasías de distintos grupos que concursan: rondallas, comparsas, murgas, agrupaciones musicales, disfraces individuales y por grupos, etcétera, así como los trabajadores eventuales que montan escenarios y organizan diversos eventos. También viven de estas fiestas invernales cantantes de renombre y artistas isleños, así como diversas orquestas que tocan e interpretan piezas musicales en los numerosos escenarios dispuestos en las calles. No hay que olvidar a los feriantes itinerantes, que recorren media España acudiendo a las principales fiestas y no se olviden del sector turístico (hoteles, coches de alquiler, guías, restaurantes) que hacen su particular agosto en pleno invierno, además de la promoción que se hace de la Isla a través de medios de comunicación españoles y de diversas partes del mundo. Por todo ello y por otras múltiples razones, el Carnaval representa un negocio fundamental para diversos sectores económicos y para colectivos profesionales y laborales que dependen de una de las más importantes fiestas que se celebran anualmente en Tenerife y en Canarias.

Luchar por los que más lo necesitan

Por: Casimiro Curbelo Presidente del Cabildo de La Gomera y Portavoz de ASG en el Parlamento de Canarias Nuestra sociedad insular es ineficiente en el reparto de riqueza. Lo sabemos. La redistribución a través de los salarios es de las más bajas de España. Y en tanto conseguimos cambiar esa inaceptable realidad, es necesario que ayudemos a las familias a través de un esfuerzo suplementario de las administraciones públicas. Una sociedad que no atiende a sus mayores no merece llamarse así. Un país que no lucha por las personas que están en situación de pobreza o de exclusión social, es un país fracasado. Un pueblo que no trabaja para que todos sus habitantes disfruten de la misma calidad de vida y de servicios, está equivocando su camino. Existe la percepción en la gente de que cuando llegan las elecciones, los políticos se dedican a inaugurar obras y a hacer todo lo que no habían hecho en los cuatro años de su mandato. Como si les entraran prisas para que se viera que han hecho algo. No voy a negar yo que eso les pase a algunos y algunas, pero la realidad hoy en día, con las garantías y tutelas que existen en las administraciones públicas, es que para poder hacer algo hay que pasar por un largo calvario de trámites que a veces desesperan a los que están fuera, a los ciudadanos y empresas, y a los que estamos dentro de la gestión de los asuntos públicos. El Cabildo de La Gomera ha presentado estos días el inicio de las obras del nuevo Centro Sociosanitario de nuestra isla, un proyecto que supondrá una inversión de más de trece millones de euros y que creará 185 plazas para personas mayores que necesitan atención especializada. Y que vendrá a sumarse a las 101 plazas que ya tiene nuestra isla. Es un proyecto del que nos sentimos especialmente orgullosos. Pero mucho más porque la Agrupación Socialista Gomera ha promovido, con otras fuerzas políticas, un cambio de mentalidad en Canarias. Los planes del Gobierno de Canarias prevén la creación en los próximos años de cinco mil plazas sociosanitarias en las islas. Y este plan de atención a los mayores es la demostración de que algo está cambiando en la percepción de la sociedad que se ha tenido hasta ahora. Canarias, durante muchos años, ha basado sus estrategias de actuación pública en el desarrollo económico y las infraestructuras necesarias para que eso se produzca. Y está bien, porque si no hay riqueza no hay posibilidad de recaudar impuestos para dedicarlos a actuaciones sociales. Pero, para nosotros, ese tránsito entre los recursos que se obtienen y su inversión en la sociedad tiene que dirigirse de forma prioritaria a los sectores más necesitados, a las personas más vulnerables. Nosotros hemos contribuido de forma decisiva a esa mentalización. Lo hemos hecho defendiendo que en Canarias existen islas de dos velocidades. O lo que es lo mismo, canarios que tienen peores condiciones para disfrutar de una misma calidad de vida. Hemos defendido la necesidad de establecer políticas especiales que discriminen positivamente a las personas que viven en islas con menor desarrollo económico, con mercados más pequeños y con mayores sobrecostos producidos por la doble insularidad. Y al mismo tiempo, hemos defendido que existen en la sociedad de Canarias amplias bolsas de personas que necesitan una atención especial, como los parados de larga duración, las familias sin ingresos, las que se encuentran al borde de la exclusión social o las personas mayores que están siendo abandonadas a su suerte sin que las administraciones públicas se preocupen por garantizarles una vejez digna. El plan de creación de residencias para mayores es una respuesta a esa lucha. De forma muy intensa, desde que salimos de la terrible crisis económica, los gobernantes están dirigiendo su mirada hacia las personas menos favorecidas. Por primera vez --en términos de esfuerzo presupuestario-- las transferencias de riqueza se están destinando de forma prioritaria hacia los más desvalidos. Por supuesto que hay que crecer, pero más importante que el crecimiento económico en sí es que el producto de esa riqueza alcance de verdad a quienes más lo necesitan. Nuestro esfuerzo por conseguir por una Sanidad más justa, más equitativa, que potencie su presencia en las islas no capitalinas y garantice la misma atención que la que se recibe en las grandes islas de Canarias, no ha terminado. Pero ha obtenido sus primeros frutos. Hemos conseguido mejorar la conectividad y las infraestructuras de nuestra isla. Pero es igual de prioritario que demos a nuestros ciudadanos una vida digna y feliz. Ese es el camino que empezamos hace cuatro años. Hoy no tenemos ninguna cinta que cortar, porque para nosotros, las elecciones se celebran todos los días durante cuatro años.

Los robots del futuro contra la mano laboral del hombre

Por: Rafael J. Lutzardo No hay dudas de que el avance tecnológico del comienzo del siglo XXI avanza a velocidad de crucero. Una tecnología que se interpone entre el ser humano y la rebótica como medio de divulgación científica y tecnológica. Al igual que sucediera en la segunda parte del siglo XVIII y comienzo del siglo XIX; tuvo lugar un periodo que quedó en la historia como Revolución Industrial, motivando grandes transformaciones y donde la máquina como herramienta industrial y científica sustituyó la mano del hombre. Hay que recordar, que con la Revolución Industrial, nacida en el epicentro de Inglaterra, motivó que la industria y las actividades manufacturadas sustituyeran al trabajo manual. Esto supuso la mecanización de múltiples procesos productivos y la eliminación de miles de puestos de trabajo, ya que dichas tareas pasaron a ser realizadas por máquinas. Algo parecido esta ocurriendo en la actualidad de este comienzo del siglo XXI, donde los robots se hacen fuertes en el mundo laboral y están revolucionando los entornos de trabajo. Es por ello, que el objetivo de esta revolución mecanizada es adelantarse a un futuro con puestos totalmente automatizados, sobre la mesa del Parlamento Europeo descansa una propuesta, conocida como Informe sobre Personas Electrónicas, que pretende que las máquinas inteligentes paguen impuestos y coticen a la Seguridad Social. Ante esta nueva revolución industrial robótica, un informe augura que el 34% de los empleos actuales estarán en peligro en 2030 en España por lo que la automatización hace revivir un debate que ya afrontó en parte el Parlamento Europeo hace un año. Sin embrago, ya no es cosa del futuro. Los robots sustituyen progresivamente a los trabajadores y eso implica cada vez menos ingresos para la Seguridad Social. De ahí, la preocupación del sindicato UGT, el cual propone "que los beneficios que producen las nuevas tecnologías a costa de los puestos de trabajo se repartan". Del mismo modo, el Foro de Davos prevé que hasta 2020 se destruyan más de cinco millones de puestos de trabajo por la robotización. Según la OCDE, España será el tercer país más afectado tras Austria y Alemania. Aquí está en peligro el 12% del empleo, el equivalente a dos millones de trabajadores. La idea de que los robots paguen impuestos no es nueva; en mayo, los progresistas la llevaron al Parlamento Europeo. Las empresas del futuro ya comienzan a planificar estrategias laborales de cara al rendimiento y costes que les pueden suponer un robot y un ser humano en el mundo labora. Es decir, los robots nunca están enfermos, no se quejan ni se cansan, tampoco se marchan de vacaciones o pierden el tiempo con llamadas telefónica. Son 'casi' un sueño para muchos responsables de recursos humanos: más baratos y eficaces. Cada vez más tareas, antes reservadas a los humanos, las desempeñan ordenadores y robots. Asistimos a una nueva revolución que no contribuirá al restablecimiento del pleno empleo en ningún país, pero puede potenciar las cualidades individuales de cualquier trabajador. Así pues, y ante este nuevo fenómeno industrial tecnológico en el mundo laboral, la Unión Europea apuesta sobre la necesidad de que los robots coticen y paguen impuestos como cualquier trabajador para mantener el estado de bienestar. El proyecto abre el debate sobre la posibilidad de crear una bolsa común para todo tipo de máquinas inteligentes o crear un impuesto individualizado en función de categorías. Otra duda que se plantea es a quién se debería gravar, si al propietario del robot, a quien lo fabrica o a quien lo emplea en sus instalaciones. E, incluso, con qué periodicidad. En España, la ley que regula el IRPF no permite la posibilidad de que se establezca un impuesto a las máquinas, ya que sólo prevé que se aplique a las personas físicas. Esta idea también exigiría revisar el Impuesto de Sociedades, ya que éste sólo hace referencia a las personas jurídicas, pero no incluye a las electrónicas (robots). La ley de la Seguridad Social necesitaría una actualización, porque de lo contario, al gravar a los robots, éstos también tendrían derecho a las prestaciones sociales.

Ya empezaron las encuestas: no nos queda nada...

Por: Paco Pérez pacopego@hotmail.com En los últimos días me han llamado a casa varios encuestadores anónimos para preguntar sobre mis preferencias electorales y me da la ligera impresión que estos sondeos están pagados por Coalición Canaria, que este año se va a gastar un dineral en las campañas de las autonómicas, insulares y locales y también una buena cantidad para que Ana Oramas conserve su escaño en el Congreso de los Diputados. En esos sondeos siempre preguntan por esta parlamentaria lagunera y en casi todas mencionan a Fernando Clavijo, el actual presidente del Gobierno de Canaria; por Carlos Alonso, el titular del Cabildo Insular de Tenerife hasta el próximo mes de mayo y por el alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz. Extrañamente no figura en las encuestas el nombre del alcalde santacrucero Jose Manuel Bermúdez. Parece que a Coalición Canaria les preocupa mucho la valoración que los encuestados hacen de otros líderes políticos y, en concreto, los encuestadores preguntan por el líder de Nueva Canaria, Román Rodríguez; por el político Santiago Pérez, que encabeza la lista de Avante La Laguna; por el candidato regional del PP, Asier Antona, sin duda sus rivales más directos, y no hacen alusión ni a Ciudadanos ni a Podemos, seguramente porque los responsables de CC no ven como competidores directos. Las dos campañas electorales de los comicios de abril y mayo van a estar "moviditas", por varias razones. A nivel nacional, porque las derechas (PP, Cs y Vox) quieren recuperar el poder como sea, Podemos no quiere oír de descalabro y Pedro Sánchez intentará agarrarse como sea a las columnas del Palacio de La Moncloa. En el Archipiélago existe la posibilidad real de que Coalición Canaria sea descabalgada del Gobierno después de disfrutarlo durante casi cuarenta años, como sucedió en Andalucía recientemente con el PSOE, y los responsables de la opción nacionalista (sic) lo saben y temen perder el control en muchas instituciones isleñas... Y eso.

Política de supermercado

Por: Óscar Izquierdo El sistema político establecido con la Transición Española, basado en un bipartidismo imperfecto, uno conservador, PP y otro socialdemócrata, PSOE, junto a unos partidos nacionalistas, vascos y catalanes principalmente, que conformaban la mayoría parlamentaria, cuando no se ganaban las elecciones por una clara mayoría absoluta en las urnas, terminó con las Elecciones Generales de 2016. Allí irrumpieron de manera significativa dos nuevos actores, uno liberal, Ciudadanos y otro populista, Podemos. Esta situación cambió radicalmente la forma de hacer política, del consenso se ha pasado a la crispación permanente y sobre todo, a la búsqueda ansiosa de pactos parlamentarios que propicien posibilidades reales de gobierno. Es la política del supermercado, a saber, los ciudadanos no se quedan constreñidos a votar exclusivamente por dos alternativas posibles en unas elecciones, blanco o negro, sino que tiene a su disposición varias referencias, de distintos colores. Hay mucho donde elegir, fraccionando el voto y haciendo necesario una continua política de alianzas. Además, después de las elecciones autonómicas andaluzas ha aparecido otro componente, VOX, a la derecha del espectro político que, sin tener representación parlamentaria estatal, ya está incidiendo en los comportamientos o estrategias de los demás partidos políticos. El cortoplacismo se ha instalado férreamente en la política española; las propias encuestas lo delatan, cambiando los porcentajes de intención de voto, según a que partido, en cortos espacios de tiempo. No se trabaja con perspectivas de futuro, sino de supervivencia presente. La política se ha trocado en puro espectáculo de la imagen, con propuestas virtuales, que nada tienen que ver con la realidad vivida. En la sociedad de la comunicación, es paradójico la distancia abismal entre la clase política, claramente elitista y la mayoría de la ciudadanía. Pero el supermercado de la política también ofrece productos más cercanos, son los distintos partidos nacionalistas o regionalistas que, desde posiciones eminentemente frentistas, pero si es el caso, asimilables por el poder central, intentan buscarse un hueco en la política estatal, para influir con su voto y conseguir contraprestaciones en beneficio del territorio al que pertenecen. A esto sumamos las variopintas fuerzas políticas locales, que se constituyen al amparo del clásico líder mesiánico, que busca desesperadamente una plataforma para mantenerse activo, con presencia e influencia. Tenemos donde escoger, es bueno para la salud democrática del país, pero también, es una señal inequívoca de la desvertebración social. Estamos asistiendo al alumbramiento de un nuevo sistema y a una política profesionalizada, conformada mayoritariamente por los sueldólogos, a saber, los que viven exclusivamente del erario, porque no tienen otra actividad conocida fuera de la pública. Los derroteros que vaya tomando dependerán de lo que quiera la mayoría de los ciudadanos, por eso, es importante asumir con responsabilidad la participación en las elecciones y demás acciones que fortalezcan la sociedad civil, porque somos los dueños de nuestro destino.

El Hogar Santa Rita, un centro geriátrico modélico

Por: Paco Pérez Gracias a la incansable labor social y apostólica del ya fallecido sacerdote orotavense padre Antonio Hernández, Tenerife cuenta con una residencia geriátrica modélica, el Hogar Santa Rita II, ubicado entre los núcleos urbanos del Puerto de la Cruz y Los Realejos, en el norte de la isla, en la zona denominada Las Dehesas. El centro, que está gestionado en la actualidad por la Fundación Canaria Hogar Santa Rita, tiene un concierto con el Instituto Insular de Atención Social y Sociosanitaria (IASS), dependiente del Cabildo de Tenerife. Se trata, sin duda, de un centro modélico en el que destaca la labor, dedicación y alta eficacia profesional de todo el personal a cargo de los internos, que hacen la vida más agradable a esta gente mayor de edad. Las dependencias tiene capacidad para albergar a 522 personas de ambos sexos, así como a parejas, que, por regla general abonan por su estancia el setenta y cinco por ciento del importe de su pensión de invalidez o de jubilación, así como a otros ancianos sin recursos económicos. También dispone de apartamentos "privados" coin un coste superior por cada plaza. Las instalaciones cuentan con jardines, capilla y gimnasio y está adaptadas para personas incapacitadas, en sillas de ruedas o con dificultades de movilidad. La residencia también admite a enfermos encamados y cuenta con unidad especial para el tratamiento de pacientes con Alzheimer y con demencia senil. Este centro modélico cuenta también con servicio médico geriátrico y de enfermería, de psicólogo especializado en la tercera edad, trabajadora de asistencia social y terapeuta ocupacional, así como con una peluquería. Se trata de una residencia sociosanitaria de calidad, que vino a ampliar y sustituir las antiguas instalaciones del antiguo Hogar Santa Rita ubicado en el barrio portuense de Punta Brava y que actualmente está cerrado, tras declararse un incendio en el citado inmueble. El actual centro tiene una gran demanda y existe una larga lista de espera de personas que quieren ingresar en él.

La vida es un carnaval

Por: Sonia Rodríguez Acosta Recién llegan los carnavales, unas fiestas a las que muchos acuden con el único propósito de disfrutar. Te gusten o no, no pasan desapercibidos para nadie. Celia Cruz cantaba en su famosa canción “la vida es un carnaval” y si lo miras bien es cierto, un buen día te disfrazas de hada y haces realidad todos tus sueños con tu esfuerzo y la conspiración del universo. Otras veces de tortuga porque vas tan lento que parece que no avanzas, pero tranquilo todo toma su tiempo. Otras de duendecillo disfrutando de cada momentillo. Y que me dices de la gaviota vuela tan alto que ni se lo imaginaba. También está el guerrero que va guerreando por la vida, con guerras de paz y armonía, gente bonita que transforma tu vida. Luego también está la ira con patas buscando rabietas donde no las hay. La furia les sale por los cuatros costados, sin darse cuenta que es él o ella el que se lastima con su propio veneno, con el mismo que arroja a los demás. Afortunadamente hay mariposas que enseñan a volar, sus alas multicolores te invitan a soñar. Si hay algo que me llama la atención del carnaval es la variedad de colores, de ritmos, de armonías, es la sinfonía como la vida. Un universo de posibilidades a tu alcance. Eso que dice Celia Cruz que las penas se van cantando es cierto haz la prueba. La música es arte y el arte es terapia. Hablando de terapia y siguiendo con el carnaval me gusta eso de doctor o doctora del amor curando corazones rotos y enseñando a amar bien, porque el buen amor no daña, no lastima, solo respeta y ama al otro tal cual es. Terapia de sonrisas, de curar heridas y sanar. Crecer avanzar en nuestro propio carnaval. Ponerte el traje de libertad salir a la calle regalando amor y sonrisas por doquier. Llorar de alegría por supuesto, pero de dolor también. Ponte el traje de sentir y siente, la vulnerabilidad, el miedo, la frustración y la alegría, el amor. No te niegues a sentir porque de alguna manera te niegas a vivir.

La derecha está desesperada por recuperar el poder

Por: Paco Pérez pacopego@hotmail.com Dentro del hartazgo que tengo hacia la política y los políticos de este país, me llama mucho al atención la desesperación de los partidos conservadores por llegar y recuperar el poder y, en particular, los líderes del tripartito reaccionario del Partido Popular, Pablo Casado; de la ultraderechista opción de Vox, Santiago Abascal, y de ese extraño partido llamado Ciudadanos, Albert Rivera, que afirma ser de centro y que pacta en Andalucía con personas de ideología fascista, defensora de la triste y oscura etapa de la dictadura franquista. Aquí parece que vale todo con tal de llegar a partir del próximo 28 de abril al palacio de La Moncloa y si para ello han de pactar como hicieron para llegar al sevillano palacio de San Telmo, pues adelante. Ya el presidente de Ciudadanos ha adelantado que su formación no llegara a un acuerdo poselectoral con el PSOE, lo que demuestra su predisposición a repetir el acuerdo tripartito firmado en la capital hispalense. Realmente patética esta declaración del señor Rivera, obsesionado por aumentar el número de votantes conservadores, que parece no saber que en política se puede decir nunca "de esta agua no beberé", porque igual alguna vez se encuentra arrastrándose sediento por el desierto. Defrauda también la actitud altanera de Pablo Casado, un hombre joven al que le regalaron un master en una Universidad de muy dudoso prestigio académico que, en caso de llegar a la Presidencia del Gobierno, no le temblará el pulso a la hora de decretar numerosos recortes sociales y de fomentar la Sanidad y la Educación privadas, en detrimento de las públicas. A Vox y a sus seguidores prefiero no dedicarles ni una sola línea, porque sería como volver a los años cuarenta del pasado siglo. Pero no se crean ustedes, que el hartazgo que padezco también lo alimentan los líderes de izquierda. Un socialista, Pedro Sánchez, amante del "Falcon", que está enamorado de las alfombras palaciegas y que ya ha disfrutado de eso que llaman "la erótica del poder". Y un Pablo Iglesias muy populista, demasiado autoritario, que pierde por momentos aquel teórico crédito con el que se ganó a una juventud amargada y descontenta y a los militantes progresistas decepcionados con el PSOE. Esta es, a grandes rasgos, la radiografía de los principales partidos y políticos de esta España mía, de esta España nuestra. ¡Si Adolfo Suárez, Manuel Fraga, Santiago Carrillo, Gutiérrez Mellado o Tierno Galván levantaran la cabeza¡

La invasión de termitas no es un asunto baladí

Por: Paco Pérez Por mucho que nos quieran hacer creer nuestros gobernantes, casi todos de Coalición Canaria, al frente del Cabildo Insular y de los Ayuntamientos de Tacoronte y de La Laguna, la invasión de termitas americanas en casas y propiedades de esos dos términos municipales no es un asunto baladí y puede tener, a medio y largo plazo, consecuencias muy graves en la agricultura isleña, además de afectar a bienes inmuebles de mucho valor arquitectónico. Parece que la clase política no se ha tomado en serio esto de las termitas, que atacan a la madera y a los cultivos y que cada día se extiende por más zonas de Tenerife. La ignorancia, la mediocridad y la estupidez de nuestros políticos, por su dejadez manifiesta en este asunto, ha hecho que un problema que podía haberse erradicado con facilidad hace unos años --cuando se tuvieron las primeras noticias de esta especie de insectos invasora-- representa ahora una seria preocupación para los habitantes tacoronteros de Juan Fernández, Tagoro y El Pris, o de los núcleos laguneros de Valle de Guerra y Tejina. La concejal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Aguere, Teresa Berástegui, ha sido la primera en poner el grito en el cielo y va a pedir en el próximo pleno municipal que se tomen medidas eficaces por parte de las Administraciones locales e insular para eliminar este nada despreciable foco de destructoras termitas americanas que se empiezan a expandir por la Isla, ya que se han visto ejemplares de estos insectos devoradores en el sur tinerfeño, concretamente en Playa de San Juan. Estas cosas tan increíbles como surrealistas solo pasan en esta tierra, porque los políticos son los mismos que hace varios decenios y defienden lo que les interesa a ellos y están tan acomodados en sus poltronas que estas cosas no tienen importancia. Que hay "microalgas" en el mar, ya se irán. Que hay listas de espera en Sanidad, que los pacientes no se desesperen. Que las carreteras están colapsadas, que se jodan los conductores y que se lo tomen con paciencia. Y así, con casi todo. A esta población, en su mayoría aborregada, solo le interesa las fiestas, los carnavales, las romerías, los vasos de vino y los trozos de carne cochino. Y así nos va. Vuelvan a votar a los mismos en abril y en mayo...


Tagoror

Síguenos en nuestros canales
de Redes Sociales

Explorar

Explorar Secciones Tagoror