Doña Indolora

La dama en cuestión, casi sin querer, me resumió a grandes rasgos su vida. Me contó que había emigrado a Venezuela muy joven, con apenas catorce años, y que en aquel querido país permaneció mucho tiempo, hasta que pudo regresar con su marido y sus hijos a las Islas y que, años más tarde se divorció de su cónyuge.

Una lección que aprender

La noticia política de la semana ha sido el debate, en el Senado, entre los dos principales líderes políticos de España. Cada uno tendrá su opinión y yo, naturalmente, también. Como en el caso de algunas frutas, después de quitar la áspera cáscara de las descalificaciones y los desentendimientos, la sensación que me queda es que se acercan muy malos tiempos y que el Gobierno de España, que hace lo que puede, no va a poder enfrentar algunas consecuencias que desbordan la capacidad de reacción de nuestros país.

Sofía Domínguez Naranjo, la niña que ilumino un nuevo hogar

El tiempo pasa y sin darnos cuenta entramos en años avanzados, especialmente cuando observo como la niña que conocí con cuatro años es hoy una bella señorita. Sofía, como se llama mi amiguita, tuvo la suerte de que su destino le regalará una madre, abuelo y tío adoptivos, pero también es cierto que la familia Domínguez Naranjo también han tenido la gran suerte de tener en sus vidas a una niña tan bella e inteligente como Sofi, la cual le ha dado luz e ilusiones a su nueva familia y un sentido por lo que vale la pena luchar en la vida.

El verano no es para Feijoó

Este verano, con las encuestas a favor y la mayoría de los políticos de vacaciones, Nuñez Feijoó decidió quedarse en su despacho de la calle Génova para hacer política durante el periodo estival. Mientras sus asesores, en bermudas y camiseta, se tomaban un mojito en la terraza del hotel, Nuñez Feijo se mostraba a favor y en contra, a la vez, de los cheques sociales y llegó a hacer propuestas, en materia educativa, contrarias a las que ejecutó siendo Presidente de la Xunta de Galicia.

Salvar Tenerife de los salvadores

La vida humana está llena de paradojas, quienes pretenden algo en una dirección determinada, lo desmienten con sus acciones o actividades estrafalarias, constantemente llamando la atención, con el único fin de sobrevivir, buscando adrede, lo contrario de lo que dicen defender o proteger. Para salvar, con fundamento a Tenerife, es perentorio, propiciar un crecimiento económico estable, un desarrollo sostenible sin fundamentalismos hipócritas, inversión pública y privada, para un funcionamiento normal del sistema productivo, que propiciará la creación de empleo, dando mayor bienestar social y mejor calidad de vida a todos los ciudadanos y no sólo a los que ya tienen asegurado su sueldo de por vida, hagan o no hagan, pero siempre parándolo todo.

Nubes de tormenta

¿Todo esto que anuncia para nosotros? Nada bueno. La locomotora alemana está frenando y tras ella seguirán otras economías como la española, que ya está corrigiendo a la baja las previsiones de crecimiento del PIB. Lo que vemos, pues, son nubes de tormenta intensamente negras que anuncian lluvias sobre mojado, porque no hay que olvidar que venimos de unos años terribles.

La escritura como refugio del momento

Muchas son las causas que conlleva para decaer en momentos determinados en la vida de cualquier ser humano. Es muy difícil vivir cada día en una sociedad donde viven millones de personas. Ideas y pensamientos distintos provocan unas series de conflictos lingüísticos, especialmente cuando existen dos o más comunidades de hablantes, cuyo objetivo final es establecer un orden de prioridad personal en la búsqueda de la razón.

Oswaldo Brito, un hombre peculiar

El miércoles pasado desayuné con la triste noticia del fallecimiento de Oswaldo Brito, un hombre peculiar, que se convirtió en un referente importante en los primeros años de la autonomía canaria, uno de los mejores oradores que ha tenido el Parlamento y, seguramente, un hombre con una visión distinta y valiosa del conjunto de este Archipiélago atlántico.

Activistas tóxicos

Terminamos esta trilogía veraniega dedicada a los noistas, donde hemos pasado del reino vegetal, con las sandías, al reino animal, con los camaleones y por último, al reino humano, con los agitadores profesionales. Recordamos siempre que son esos ecologistas de despacho, con aire acondicionado, moqueta, coche oficial, buenos sueldos, generalmente funcionarios y políticos en activo, excedencia o jubilados que, desde una altura ética, donde ellos mismos se han subido sin vértigo ni vergüenza, pero con excesiva arrogancia, se ven investidos de no sé qué supremacía moral, sin legitimidad popular, pero con mucha altivez.

La vida sigue su ritmo normal

Lo cierto es, que tenemos que seguir viviendo pese a los múltiples problemas que acontecen en el mundo. Nadie estamos en posesión de poder hacer milagros, pero si de hacer dioses imaginarios e inanimados, con el propósito de aferrarnos en algo que nos ayude a tener fe y poder seguir luchando por algo que nos alimenten a través de la fe bíblica de cualquier cultura religiosa del mundo.


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