07.04.2024 | Redacción | Opinión
Por: Antonio Alarcó Hernández
Presidente de la Cátedra de Telemedicina, Robótica y Telecirugía de la ULL.
Doctor en Ciencia de la Información y Sociología.
Exsenador y Portavoz de Sanidad.
Hablar hoy de la edad es algo muy importante y peculiar pues el concepto de la misma ha cambiado de forma radical y además tiene una trascendencia clara en el desarrollo de nuestra sociedad y de la sanidad en particular. Hemos dicho en muchas ocasiones que el patrón de medida del tiempo de una persona hoy es la que denominamos FRAGILIDAD que es un coeficiente obtenido entre 5 ítems donde la edad es solo uno de ellos. En definitiva, se puede tener 80 años como ejemplo y tener menos fragilidad que una persona de 40. Todo esto tiene mucha trascendencia porque a la hora de planificar una vida laboral de los ciudadanos y en la parte sanitaria más aún. Producto de que los conceptos han cambiado de forma radical y además se le suma el fenómeno que denominados “dictadura de la demografía” que en estos momentos está ocurriendo en estos momentos por defecto grave de planificación política hace que tengamos menos nacimientos que defunciones al año y además se jubila el talento por obligación, no por derecho. Lo que hace que las consecuencias en general y en particular en Sanidad son muy graves.
También está ocurriendo una corriente social llamada edadismo, al cual le hemos dedicado nosotros algún artículo donde se discrimina a las personas por la edad sin estudiar la valía de las mismas. Ante todo esto, surge la generación perinneals, se denomina así a las personas que no piensan ni actúan en términos de su edad. Si les apetece aprender aprenden, si les apetece trabajar, trabajan y si les apetece tener ocio, tienen ocio.
Sobre todo, es una persona que tiene gran facilidad para moverse entre las distintas fases de la vida. Como expresa Marta Jara en un reciente artículo, cuando se cuestiona la permanencia de personas muy maduras en espacios de poder, se les asocia de forma equivocada con estancamientos y con barreras a la innovación y eso es rotundamente falso. Aunque hay muchos mayores que se aferran a una forma ideal acuñada sobre todo entre los años 60 y 80 de forma inmutable, hay otros muchos que afortunadamente son distintos y que se pueden llamar como hemos dicho, perinneals o cultura perinneals. Observamos entonces como se viene avanzando en derribar estereotipos de género por lo cual también se deben identificar y actuar sobre los estereotipos generacionales, de ahí vienen los perinneals o la llamada generación sin edad.
Son hombres o mujeres que están dispuestos a salir de su zona de confort y empujar su límite de crecimiento. Por eso creemos que la generación perinneals es más una actitud y una cultura determinada.
En definitiva, los llamados perinneals son personas que no se definen por su edad sino por su mentalidad y forma de vida, independientemente de su fecha de nacimiento.
A diferencia de otras generaciones, como la generación Z, los milennials, los perinneals se caracterizan por estar siempre abiertos al cambio y estar al día de lo que sucede en el mundo y además estar conectados a las últimas tecnologías.
Los perinneals hacen un uso similar al resto de los grupos generacionales en cuanto a la comunicación y a la tecnología, demostrando siempre una adaptación y adaptabilidad digital.
Son mayores de 55 años, que tienen un estilo de vida y actividad más afines a generaciones jóvenes, rompiendo el estereotipo de los de edad avanzada.
Este término fue acuñado por Gina Pell, siendo ésta experta en tecnología y se refiere a este grupo de personas que se mantienen conectadas, abiertas al cambio durante toda la vida.
Los ciudadanos de edad avanzada en estos momentos, ya que le hemos ganado en los últimos 40 años a la vida 17, somos capaces de no aceptar ninguna exclusión por el parámetro de edad por lo que nos transformamos (nos incluimos en ellos), una y otra vez, dejando bien claro que queremos contribuir como nos corresponde a la transformación del mundo en el que nos ha tocado vivir. Para ellos ofrecemos experiencia, preparación, ilusión y curiosidad.
Es imprescindible la ruptura de estereotipos prefijados que son de otra época y que están perjudicando gravemente al desarrollo de la sociedad y de la sanidad en particular.
Es evidente que dentro de la ruptura de estos estereotipos se precisa un “pacto tácito intergeneracional”. No en vano, el 30% de la ciudadanía de este gran país llamado España tiene 60 o más años y si la expectativa de vida es en la mujer de 86,3 años de media y en el hombre de 83,2, es imprescindible una actitud de resiliencia permanente con la trasformación de las legislaciones arcaicas que lo impiden y el respeto entre las distintas generaciones naturales.
En definitiva, los perinneals se caracterizan por tener una mentalidad abierta, adaptados al cambio, independientemente de su edad cronológica, siendo una nueva forma de entender las generaciones más allá de los datos demográficos y que es hoy mayoritaria y que en sanidad es definitiva.