Nos va la vida

Salvando la distancia entre la imaginación y la realidad, a Canarias le sucede algo muy parecido. Vivimos atrapados en un bucle infinito en el que una y otra vez estamos condenados a explicar las mismas cosas. Porque quienes viven en el continente ignoran en múltiples ocasiones las especiales condiciones y limitaciones que se padecen en un territorio ultraperiférico y fragmentado como el nuestro.

Casiana Muñoz Tuñón; entre galaxias y emociones

Son las 19:30 horas de un viernes primaveral. Comienzo escribiendo y escuchando una banda musical de fondo de la película Memorias de África. Una música de John Barry, que incluye el adagio del concierto para clarinete de Mozart. Un buen calmante para las noches de insomnio, para pacificar el espíritu, para sumergirte en otra dimensión. Son momentos, donde me refugio para inspirarme a través de la escritura y de paso, agradecer a la vida por darme una nueva oportunidad como regalo de ver un nuevo día, en un mundo maravilloso con escenarios excitantes, bellos, emocionantes, acompañado de un universo vestido de un cielo azul, con noches iluminadas de luces de estrellas, acompañadas del constante juego inocente de las galaxias del firmamento; mientras la luna, con una sonrisa pícara sonríe ante la mirada impertérrita de una mujer extraordinaria, humilde y excelente astróloga, la cual lucha por un cielo más limpio, exento de contaminación lumínica, buscando luces azules que no contaminen el espectro ni la calidad del cielo, pero también de las megaconstelaciones de satélites, con el objetivo de que la humanidad sea más sensible y responsable para que ese techo hijo del universo sea más benigno y pueda ofrecernos una mejor calidad de oxigeno puro y limpio

El fin del mundo

Si seguimos al pie de la letra, lo que se escribe o se oye, estamos a las puertas del fin del mundo. Hay un interés particular o mejor, podríamos denominar global, en inundar de mensajes agoreros cualquier actividad, especialmente todas aquellas relacionadas con el territorio. Es una verdadera inundación de avisos, recados, notas, comunicaciones, anuncios, de autodenominados expertos, que, por cierto, granan por todos los campos, de una manera extraordinaria. Aunque muchas veces, su experiencia o lógica profesional, sea más que dudosa. Pero, aunque son muchos, por todos los países, el mensaje es el mismo, sencilla y simplemente, la imposición autoritaria del pensamiento único, por cierto, el de ellos. No es que valga la discrepancia, es que no se admite, porque cuando alguien o alguna entidad, se posicionan en contra de sus criterios infalibles, enseguida son, literalmente, escachados, vilipendiados o denigrados. Se entra por el redil, aunque sea a la fuerza, para vivir tranquilo o por el contrario, se está en disposición de ser machacado, para que la voz contraria, no se oiga, por si acaso, pueda tener influencia

El método Mbappé

Coincido con los que se asombran de que se le dé más importancia al fichaje de un jugador de fútbol que a la subida de la inflación en el país. Ahí, también soy culpable con este artículo. Pero claro, los que se quejan, no leen artículos sobre inflación, leen sobre futbolistas o personajes televisivos. Así que, culpables también. No todos, lo sé. Pero la noticia más esperada, en mucho tiempo, sin ser cuándo va a terminar la guerra de Ucrania, era saber dónde iba a jugar Mbappé la próxima temporada. Y se ha decidido por el Paris Saint Germain dejando “colgado” al Real Madrid.

Canarias está mal hecha: vamos a cambiarla

El centralismo canario, representado en las dos grandes islas capitalinas y más concretamente en sus áreas metropolitanas, acentuó la fuerza gravitatoria que atrajo las sedes de las grandes empresas y de las grandes infraestructuras. Es decir, factores que atraen más población. Desde hace cuatro décadas, el crecimiento demográfico se ha producido en el entorno de las zonas de actividad turística y en los núcleos satélites que han crecido en torno a las dos grandes capitales.

G21 de escritores canarios/as

Al igual que muchos sectores de la sociedad canaria, el mundo de la cultura atravesó momentos difíciles, especialmente tras la aparición de la Covid-19. Un virus, que se extendió por todos los rincones del planeta tierra, dejando millones de víctimas mortales. Dos años y medio después, aunque todavía el bicho invisible sigue estando entre nosotros, parece ser que ya comenzamos a recuperar una parte de lo que en otra época entendíamos como una vida normal. Sin embargo, las secuelas dejadas de aquellos momentos terribles por parte de la Covid-19, siguen haciendo mella en millones de personas. Tanto psicológicas como físicas. Sin embargo, y un poco más controlado los ´tentáculos´ de ese nuevo virus asesino, el mundo comienza a recuperar la libertad arrebatada.

Hay regresos y regresos

Chanel nos hizo vibrar, cantar, bailar e ilusionarnos con una victoria que tocó con la punta de los dedos mientras hacíamos fuerza delante de la televisión. La misma fuerza con la que arrebatamos la bandera de todos, a esos que se la quieren apropiar. Esa que sí nos representa, porque la bandera española que lució Chanel es la bandera del esfuerzo, el sacrificio y el éxito para quienes trabajan con ahínco, persiguen sus sueños y no tienen complejos. Y ella es la mejor representación de esos valores y de la España moderna, multirracial y empoderada que abraza con orgullo los ritmos latinos que llegan de los pueblos hermanos del otro lado del caribe, para alejarnos de los típicos tópicos del flamenco y las castañuelas.

Apuntalando

Sin duda, el sector de la construcción apuntala la economía canaria, es decir, es como el madero hincado en firme, que sostiene lo que está desplomándose o amenaza ruina. Consolidando su papel de locomotora, es una seguridad para coger confianza y hacer frente a la incertidumbre que nos envuelve por todas partes, siendo el sector con más dinamismo empresarial y creador de empleo. Pero hay que destacar y poner en valor, la paradoja de la construcción en nuestras islas, basada en que, soportando un incremento desmesurado en el precio de las materias primas o energéticas, el sector resiste y continua al alza. Siendo un acto de responsabilidad de los empresarios, que no cejan en cumplir sus compromisos, a pesar de las dificultades.

La oportunidad de un cambio

El gran trabajo que, a mi juicio, realizó el Gobierno durante la pandemia fue mantener vivo el tejido productivo de nuestras Islas: los hoteles, los comercios, la restauración o la industria del ocio, que durante dos años padecieron un terrible cese de actividad que causó estragos entre los más débiles. El pequeño tamaño de nuestras empresas las hace muy vulnerables ante las crisis. Y el gran mérito de las administraciones públicas fue el de comprender esa situación y volcarse en ayudar con respiración financiera asistida a quienes peor lo estaban pasando. Porque el empleo se crea en las empresas y luchar por las empresas es apostar por el trabajo.

El mundo rural como protagonista en el siglo XXI

Por otro lado, viendo algunos programas de Jesús Calleja en la pequeña pantalla, tengo que reconocer que en algunos de ellos me he emocionado. Incluso, he derramado algunas lágrimas ante tanta emoción en ver como algunos jóvenes o familias han decidido anclar sus vidas en eso pueblos de tan pocos habitantes. Bien sea poner una panadería, carpintería, consulta odontológica, tienda de comestibles, pescadería, carnicería, churrería o pastelería. Lo cierto es, y ante el nuevo transformismo que actualmente viene teniendo el mundo en este comienzo de siglo XXI, el mundo rural ya se ve como una necesidad imperiosa de habitarlo nuevamente y trabajarlo.


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