Dardos envenenados.
Una vez más, y tras el conflicto violento suscitado por varios presos de Tenerife II, queda demostrado que los funcionarios de prisiones se juegan la vida ante presos conflictivos.
Una vez más, y tras el conflicto violento suscitado por varios presos de Tenerife II, queda demostrado que los funcionarios de prisiones se juegan la vida ante presos conflictivos.