Paco Pérez31.03.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
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El Club Deportivo Tenerife juega este domingo de Resurrección (nunca mejor dicho) un trascendental partido en el estadio "Reino de Navarra" ante el Atlético Osasuna de Pamplona, uno de los gallitos de la categoría de plata del Fútbol español.
En caso de conseguir la victoria, el conjunto blanquiazul se metería de lleno en la lucha por conseguir uno de los cuatro puesto que dan opción a jugar las eliminatorias de promoción de ascenso a Primera División, aunque fuera en el sexto y último lugar de los clasificados a final de la presente temporada.
Si el equipo tinerfeño perdiera este choque en la capital navarra, perdería muchas opciones para conseguir su objetivo, porque se distanciaría de los lugares nobles de la tabla y sería extremadamente difícil engancharse a los de arriba, donde hay una lucha a muerte entre una decena de equipos que aspiran a subir de categoría.
Es evidente que el Tenerife ha cambiado su dinámica y ha mejorado mucho sus resultados tras la llegada al banquillo blanquiazul del técnico vasco Joseba Etxeberría. Ahora muchos aficionados se lamentan de que la sustitución de José Luis Marti se hiciera tarde y a destiempo, porque la trayectoria del preparador mallorquín se dilató en el tiempo más de lo necesario, por una mal entendida confianza de los dirigentes del club en él.
Este partido de Pamplona lo mira la plantilla del Tete con ilusión y optimismo, a pesar de que el "Reino de Navarra" es un feudo muy difícil para vencer al equipo rojillo, por el ambiente que se respira allí y por la categoría del equipo local, que ha militado muchas temporadas en Primera División.
Para este encuentro, el Tenerife acusa las bajas médicas de Aitor Sanz, Juan Villar y el francés Camile, y es posible que vuelva a la titularidad Iñaki Saez y que pueda jugar unos minutos Paco Montañés, recuperado de una grave lesión a principios de temporada.
¡Vamos Tete, mucha confianza y suerte en Pamplona¡
Imagen: www.cdtenerife.es
