Sanidad y dependencia, derechos prioritarios.

09.07.2017. Redacción / Opinión.

Por: Casimiro Curbelo

Diputado autonómico y presidente del Cabildo de La Gomera

La principal necesidad que tienen las islas y, de forma especial, las denominadas no capitalinas, es la sanidad, derecho universal con especial demanda entre la cada vez más numerosa población mayor. Y por ello, también es prioritaria para los gomeros. Por esta razón, el Cabildo y el grupo parlamentario Agrupación Socialista Gomera (ASG) han requerido más recursos para la Isla, petición que, por cierto, concitó el respaldo unánime del Parlamento de Canarias en el Debate del Estado de la Nacionalidad, celebrado el pasado mes de marzo.

Como resultado de estas acciones, hemos logrado el compromiso del Gobierno de Canarias de trabajar conjuntamente con la Corporación insular para dar respuesta a nuestras necesidades. Así, contaremos con un nuevo centro de salud en Valle Gran Rey, con más y mejores medios diagnósticos, capaz de atender la demanda sanitaria de nuestro municipio, que recibe un gran volumen de turistas anuales. Este centro, junto a la futura instalación de Alajeró, supondrán una notable mejora de la atención primaria en la Isla.

También se incorporarán dos nuevos pediatras y otros tantos traumatólogos a la atención hospitalaria con vocación de permanencia, pues uno de los graves problemas de las islas no capitalinas es la estabilidad de las plantillas en sanidad y educación.

De entre las necesidades sanitarias más perentorias, sólo faltaría por cubrir la ubicación de una ambulancia medicalizada en las medianías para reducir el traslado de las urgencias médicas en una importante, a veces vital, media hora. Esperamos, sin embargo, que este recurso esté disponible después del verano, tal y como se ha acordado.

El reverso de esta misma moneda es la dependencia, especialmente por edad o enfermedad. La realidad demográfica, a la que Canarias no es ajena, se ha transformado de forma radical en los últimos años, un problema que se agrava en La Gomera. Se cierran escuelas de primaria por falta de población infantil, mientras las camas hospitalarias acogen a ancianos dependientes que no tienen dónde ir. La alta demanda de centros sociosanitarios públicos es una realidad acuciante que las administraciones, el conjunto de la sociedad, tiene la obligación de afrontar con urgencia.

Así lo entiende el Cabildo de La Gomera, donde están cubiertas las 135 plazas sociosanitarias públicas que dispone la Isla cuando el 45 por ciento de la población mayor de 65 años tienen algún grado de dependencia. Hablamos nada menos que de unas 1.700 personas mayores y dependientes que reclaman nuestra solidaridad.

Es por ello que nos parece un logro histórico la confirmación de que el Gobierno de Canarias haya incluido 13 millones de euros, en el plan de inversiones acordado entre el Ejecutivo y el Cabildo insular, para la construcción del nuevo centro sociosanitario de la Isla. Se repartirán diez millones en tres anualidades para su construcción del recinto y los otros tres, en los que la institución insular aporta la mitad, se destinarán a mobiliario.

Adelantando este acuerdo, el Cabildo había abierto ya el proceso de licitación de la dirección de obras y la redacción del proyecto, por una cantidad superior a los 535.000 euros.

También, por casi dos millones de euros, la demolición del antiguo hospital de Nuestra Señora de Guadalupe, donde se edificarán estas instalaciones, y la construcción de un nuevo acceso y zona de aparcamientos.

El resultado final es que el futuro centro de atención sociosanitaria ofrecerá 184 nuevas plazas residenciales para dependientes y 42 de estancia diurna. Esto, desde luego, no supone más que un paso, no obstante importante, para ir cubriendo las necesidades de nuestros mayores, un segmento de la población cada vez más numeroso, lo que es una realidad afortunada, pero que obliga al conjunto de la sociedad a afrontar nuevos retos.

En definitiva, en ASG trabajamos intensamente aunando esfuerzo desde el Parlamento y el Cabildo, en una gestión que se fundamenta en la colaboración, no en la confrontación, para alcanzar los objetivos que de verdad preocupan a nuestros conciudadanos, como son la sanidad y la atención a nuestros mayores.

 

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