Paco Pérez24.10.2018. Redacción | Opinion
Por: Paco Pérez
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Por fin, tras muchos años de negociaciones y esperas, Canarias tiene un nuevo Estatuto de Autonomía y cierra una asignatura pendiente muy importante, cual es la importante ley del Régimen Económico y Fiscal, una norma fundamental para el desarrollo del Archipiélago, que contempla nuestra peculiaridades como región ultraperiférica de Europa y como histórica zona de libre comercio, que se remonta a la ley promovida por Bravo Murillo a mediados del siglo XIX.
Ambos e importantes textos legales fueron aprobados esta semana por el pleno del Senado, con lo que su publicación en el Boletín Oficial del Estado es inminente. Canarias da así un paso firme en su futuro económico y político, aunque con algunos matices.
Cabe destacar que el nuevo Estatuto permitirá al presidente del Gobierno disolver el Parlamento Autonómico y convocar elecciones cuando el jefe del Ejecutivo quiera, no como ahora que tenían que agotarse las legislaturas en el tiempo y se hacían coincidir los comicios con las elecciones locales a Ayuntamientos y Cabildos Insulares.
Lo que no me ha gustado es que los distintos partidos políticos hayan aparcado la reforma de la ley electoral y no se hayan rebajado los topes para la distribución de escaños por Islas y a nivel regional, sencillamente porque las fuerzas políticas mayoritarias no quieren reducir los porcentajes, ya que con ello facilitarían la entrada en el Parlamento de otros partidos minoritarios, cuestión que no les interesa, como es evidente.
Con respecto al nuevo REF se consolida definitivamente un histórico régimen económico y fiscal diferencial en Canarias, se establece de manera permanente la subvención del setenta y cinco por ciento del precio de los billetes aéreos y marítimos de los pasajeros residentes en las Islas --y no como ahora, que dependía anualmente de los Presupuestos del Estado y de una decisión del Consejo de Ministros y se reconocen las especificidades de las Islas, así como su condición incuestionable de región ultraperiférica de la Unión Europea.
En este maremágnum de la política actual, ya era hora de conocer alguna buena noticia para el Archipiélago.
