Paco Pérez30.10.2017. Redacción / Opinión.
Por: Paco Pérez
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Muy a pesar de lo que puedan pensar los líderes de los partdios constitucionalistas españoles, nada se ha resuelto en Cataluña respecto al proceso secesionista iniciado alocadamente por los dirigentes de la CUP y del y cesado Gobierno Autónomo de aquella región, porque el problema del independentismo continúa existiendo y lo podremos omprobar dentro de dos meses, cuando se celebren las alecciones convocadas para el 21 de diciembre.
Tras lo sucedido en estos últimos meses, la más triste conclusión a la que se puede llegar es que la sociedad catalana está totalmente fracturada y divida en dos mitades: la que es partidaria de afrontar el futuro dentro de España y los que desean constituir un Estado independiente.
Esta grave división social, muy marcada entre los más jóvenes y los habitantes de mayor edad, es la lamentable consecuencia de un feroz adoctrinamiento independentistas en las escuelas catalanas en los últimos cuarenta años, por parte de unos docentes apadrinados por los nacionalistas que han gobernado aquella comunidad autónoma de forma casi ininterrumpida durante estos cuatro decenios y que han terminado por conseguir un conciencia independentista entre la juventud, a la que se ha hecho creen en fundamentos falsos de odio hacia los españoles, enytre otras cosas "porque España nos roba".
Por mucho que el Gobierno del Partido Popular (con el apoyo el PSOE y Ciudadanos y los nacionalistas canarios de CC y NC) haya logrado taponar la hemorragia secesionista catalana, con la aplicación del artículo 155 de nuestra Constitución, la herida está ahí y Cataluña tiene ahora mismo un futuro más que incierto. Buena culpa de ello la tuvieron los gobiernos centrales dirigidos por UCD, PP y PSOE, que necesitaron para estar en el poder los votos de nacionalistas catalanes en su momento, a quienes se les mimó desde Madrid, como contrapartida a su apoyo parlamentario.
Por lo demás, es patética la actuación del cesado Gobierno Autónomo de Cataluña en los últimos meses, encabezados por un payaso de la política llamado Carles Puigdemont, en un circo organizado por Oriol Junqueras y los dos Jordi que ya están en Soto del Real, como no podía ser menos.
