Paco Pérez22.05.2017. Redacción / Opinión.
Por: Paco Pérez
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Las multinacionales eléctricas (y también las de telefonía móvil) establecidas en este país de ladrones y sinvergüenzas nos atracan a mano armada, porque son clanes oligopólicos muy avariciosos, cuyos consejos de administración se ponen de acuerdo entre ellos mismos para establecer tarifas, suplementos, precios de contratación y otros servicios, lo que es una práctica usurera hasta lógica, si se quiere, en un sistema político y económico donde el Capital es el rey de reyes, el faraón o el emperador que adora el puto parné.
Los capitalistas invierten y aportan sus propios fondos para sacarles "rendimiento" y cuanto mayor sea éste, más mejor, como dicen nuestros niños. Lo más que me cabrea es que estas multinacionales hacen y deciden a su antojo, ante la pasividad manifiesta de un Gobierno cómplice, que no defiende como debiera los intereses de las clases populares y prefiere agachar la cabeza, cerrar los ojos y se calla ante tanto abuso a los consumidores, a los que tiene totalmente desprotegidos.
La compañía Endesa me ha cobrado en el recibo de este mes 11,17 euros por un extraño concepto que la propia compañía define como "Reg. coste comercialización", que se debe --afirma textualmente la empresa suministradora-- a lo dispuesto en el Real Decreto 496/2016 y Orden ETU 1948/2016 de "regularización del componente asociado (no se entiende nada) al coste de comercialización por sentencias judiciales". ¡Toma ya, compadre¡¡
En una aclaración que me envía Endesa junto al recibo, la compañía eléctrica suelta un rollo sobre (¡cágate lorito¡) "el Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor, PVPC, que es el precio de la electricidad que aplican las comercializadoras de referencia a aquellos cliente acogidos al mismo". "Uno de los componentes del PVPC --añade la nota-- son los costes de comercialización, que incluyen todos aquellos necesarios para realizar la actividad (como) atención al cliente, contratación, gestión de facturas, etc."
O sea, un robo a mano armada, si se me permite la expresión. Primero, el consumidor (en este caso yo mismo) no me he apuntado voluntariamente a nada, no he necesitado acudir al servicio de atención al cliente ni he contratado algo nuevo desde hace muchos años... Entonces me quieren decir que me cobran más de once euros por gestionar mis facturas. ¡Serán ladrones...¡
Para no cansarles con todo este embrollo y presunta estafa, solo le sindicaré que he pagado el último recibo, que asciende a 56,24 euros y sólo en el último periódo registrado he consumido energía por valor de 31,22€. ¿A dónde van a parar los 25 euros de diferencia entre lo consumido y lo facturado?
