Paco Pérez18.09.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
Cada día estoy más convencido de que en España y en Canarias la categoría humana y de capacidad de gestión de nuestra clase política se ha degradado de manera patente y palpable, que ya no hay gente como Tierno Galván, Alfonso Guerra, Manuel Fraga, Adolfo Suárez, Gutiérrez Mellado o Miguel Herrero de Miñón, Santiago Carrillo o Torcuato Álvarez de Miranda que, con todos sus defectos y errores, pero también con sus aciertos, hicieron posible la ejemplar Transición de la dictadura franquista a una Democracia parlamentaria y moderna.
En la actualidad abunda la mediocridad, porque la gente sensata, honesta y preparada, los profesionales de demostrado prestigio huyen de la res pública y no quieren saber absolutamente nada de una participación más o menos activa en la política española y canaria, por la proliferación de los casos de corrupción y de ineptitud a la hora de gestionar los asuntos y los problemas relacionados con la economía y con la sociedad a la que tienen el deber de servir.
Jean d'Ormesson, que es un académico y escritor francés, ha inventado un nuevo vocablo: ineptocracia, palabra que él define magistralmente de esta manera:
"La ineptocracia es el sistema de gobierno en el que los menos preparados para gobernar son los elegidos por los menos preparados para producir, y los menos preparados para procurarse su sustento son regalados con bienes y servicios pagados con los impuestos confiscatorios sobre el trabajo y riqueza de unos productores en número descendente, y todo ello promovido por una política populista y demagoga que predica teorías que sabe que han fracasado allí sonde se han aplicado, a unas personas que sabe que son idiotas".
Está todo dicho. Mediten sobre esta definición. No voy a añadir ni una sola línea más.
