Paco Pérez31.12.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
Este país es único e irrepetible. Las oficinas de Correos, que es un organismo de servicio público, han permanecido cerradas durante el "puente" de Navidad y están trancadas otros tres días seguidos, aprovechando que este martes es primero de año, por lo que sus empleados se fueron de "boncho" el día de Nochevieja hasta el miércoles. Y no pasa nada. Ni pasará, porque somos así. ¡Viva la Pepa¡
Uno, que es un humilde ciudadano, abrió el buzón de su casa el pasado sábado y se encontró con la sorpresa de que el/la cartero/a de mi barrio había dejado dos avisos el día anterior, viernes, 28 de diciembre y ni se molestó en tocar en el portero electrónico de mi piso, cuando puedo demostrar que estaba en mi domicilio.
He recibido una notificación oficial, según el aviso, de la agencia tributaria, y una carta urgente y certificada de un juzgado de instrucción de Santa Cruz de Tenerife y, por estas circunstancias que les cuento, me tengo que quedar intrigado y en ascuas hasta la mañana del miércoles, día 2 de enero, en que espero que las oficinas correspondientes abrirán sus puertas al público.
A esto ha llegado un organismo que dependía de la Administración del Estado y que siempre fue un servicio eficiente, rápido y hasta ejemplar.
Si esto se cuenta en el Reino Unido, por ejemplo, los carteros británicos, dirían, con toda la razón del mundo, que "Spain is different" . Me ahorro toda clase de calificativos, porque no quiero que se disparen las cifras de mi glucosa en sangre, precisamente en una fecha tan especial como es la de cambio de año.
Creo, por otra parte, que en muchos centros de salud y consultorios de muchos pueblos del Archipiélago permanecieron cerrados este lunes y, en el mejor de los casos, muchas consultas médicas fueron suspendidas sin previo aviso. Increíble, pero cierto. ¡A vivir que son dos días¡
¡Feliz año 2019 a todos¡
Imagen de archivo: noticiaslogisticaytransporte.com | CEDIDA
