Paco Pérez11.11.2019 | Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
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Nuevas elecciones legislativas en nuestro país y algunas novedades, seis meses después. El PSOE vuelve a ser el partido más votado, pero no le funcionó su campaña del miedo a la ultraderecha y al bloqueo para gobernar, mientras el Partido Popular sube algunos escaños y permanece como segunda fuerza política.
Lo más destacado es el enorme ascenso de Vox, que casi duplica su representación en el Congreso (porque Abascal sí supo conectar con los descontentos y los más conservadores), y el descalabro de Ciudadanos y de Podemos. La ciudadanía ha castigado los vaivenes y las indefiniciones de Albert Rivera, jugando a la yenka, y el electorado ha castigado mucho a Pablo Iglesias, un ególatra que no quiere en su formación a nadie que pueda hacerle sombra.
Está claro que una nueva investidura de Pedro Sánchez es más que improbable, porque habría de formarse un "gobierno Frankestein" multipartidista, con el apoyo de Podemos y de formaciones independentistas vascas y catalanas, más PNV e incluso el que parece ser el único voto de Coalición Canaria.
Casado tampoco saldría airoso en una votación de investidura, porque aunque PP y Vox han subido, el fuerte descenso de Cs hace imposible un gobierno tripartido por la derecha.
Esta claro que se ha llegado al fin de un ciclo político de cuarenta años desde las primeras elecciones democráticas, que hay que reformar la Constitución de 1978 y que hay que ir hacia un sistema electoral más justo y equitativo que el actual, que permita acceder al poder ejecutivo al partido más votado, o bien establecer una segunda vuelta entre los dos candidatos con más apoyo popular, como ocurre en muchos otros países.
De momento, paciencia y a esperar, a ver si hay alguna manera de desbloquear la situación. Mañana, más.
