Paco Pérez14.09.2019 | Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
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Tras el fracaso electoral de Coalición Canaria en las últimas elecciones autonómicas, insulares y locales celebradas en el Archipiélago, todo parece indicar que la formación autollamada nacionalista empieza a vivir malos tiempos.
Es posible, incluso, que pierda su representación parlamentaria en el Congreso de los Diputados en los próximos comicios que se podrían celebrar el 10 de noviembre (si no prospera una investidura de Pedro Sánchez), según los datos recogidos en la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas, con lo que ni la conocida Ana Oramas conseguiría su acta parlamentaria, lo cual seria un rotundo y definitivo fracaso para CC y los insularistas tinerfeños.
De producirse esta debacle, solo hay que buscar responsables en los propios dirigentes de la formación isleña, que no supieron gestionar las distintas instituciones que gobernaron durante tres largos decenios, sobre todo en la última legislatura, porque sus cargos públicos creyeron que el Gobierno, los Cabildos y los Ayuntamientos en los que tenían mayoría eran organismos de su propiedad y podían hacer y deshacer lo que les venía en gana.
El pueblo isleño es paciente y comprensivo, pero hubo políticos de CC que se pasaron de la raya y la paciencia y la comprensión tienen un límite. Y, de cara a la consulta popular del 10 de noviembre, es muy posible que estos hombres y mujeres que pensaron que todo el monte era orégano, no consigan mucho respaldo popular, entre otros muchos motivos porque muchos enchufados temporales por ellos mismos han tenido que dejar sus trabajos tras los cambios registrados en numerosas instituciones y organismos públicos y ya no son, por decirlo de alguna manera, "estómagos agradecidos". ¿Ustedes me entienden?
