10.08.2018. Redacción | Opinión
Por: Sonia Rodríguez Acosta
Coach
Que sería de la vida sin los sueños, sin ese motor que nos mantiene ilusionados y motivados. Sin duda alguna los sueños nos hacen volar. Y es que soñar es de valientes, soñar e ir tras nuestros sueños perseguirlos hasta alcanzarlos. Los sueños no tienen edad, ni sexo, ni religión. Todo el mundo tiene sueños, más grandes, más pequeños, pero soñar soñamos todos. Está demostrado que los sueños potencian nuestras habilidades y capacidades, lo que genera en nosotros un motor importante para conseguir aquello que soñamos. Muchas veces decimos que no todo está en nuestras manos y es verdad. No todo depende de nosotros, hay factores externos que juegan un papel importante.
Actualmente vivimos en una sociedad que yo llamo la del “apúrate” en una prisa constante, y en esta vorágine hay personas que te dicen que no tienen tiempo para soñar. Para mi soñar es vida, quien vive sin sueños está muerto en vida. Soñar; motiva, ilusiona dicho en otras palabras dan ganas de vivir. Ya que la motivación es la gasolina de nuestro cerebro, nos hace movernos hacia la dirección de nuestros sueños.
Si te mueves hacia tus sueños es más probable que lo consigas, porque ahí te llevas tu corazón contigo y como sabemos a dónde el corazón se inclina el pie camina. Ningún sueño es demasiado grande para un soñador que pone al sueño su alma. Los sueños no caducan, ya que nunca es tarde para conseguir aquello que deseamos.
Las personas que somos soñadoras por naturaleza, entre las que me incluyo, solemos ser personas, más felices, más alegres y que solemos disfrutar más de las pequeñas cosas. Lo simple tiene mucho de grandioso, porque es ahí donde se esconde el regalo más preciado. La vida con sueños es mucho mejor, da rienda suelta a tu creatividad, aumenta tu serotonina, por lo tanto te hace sentir mejor. Si tu estado de ánimo cambia, cambia tu actitud, si cambias tu actitud cambias tu vida. ¿Te atreves a soñar? Pues sí, claro que sí y tener el valor de ir tras tus sueños.
Valor es una palabra mágica, ya que se necesita mucho valor para correr el riesgo que ello supone. En muchos de los casos si no logras lo que quieres te llevas un aprendizaje, y en caso de lograrlo lo disfrutas. Como se dice comúnmente si no lo intentas, en este caso alcanzar tu sueño nunca sabrás si será o no. Vale la pena, soñar e ir a por ello. Vale la pena vivir soñando porque aportamos a nuestra vida ganas de vivirla y eso nos hace más felices, más empáticos y menos violentos por tanto contribuiremos a una sociedad mejor.
Nos estamos dando cuenta de la infinidad de beneficios que tiene soñar e ir a atrapar ese sueño para que no se nos escape. Por supuesto que después de soñarlo tenemos que invertir tiempo y trabajo para conseguirlo. Pero si puedes soñarlo puedes lograrlo.
Nuestra imaginación es una herramienta muy poderosa que tenemos a nuestro alcance. Dedica unos minutos diarios a visualizar todo aquello que quieres. Se ha demostrado científicamente que al meditar, hacer visualizaciones las conexiones neuronales cambian. PIDELO CON TANTA FUERZA QUE AL SOÑARLO EL UNIVERSO TE LO DE.
Un ejemplo muy claro de almacén de sueños son los niños, yo creo que podemos aprender mucho de ellos, como sueñan y son felices soñando.
SOÑAR ALIMENTA EL ALMA Y NUTRE EL CORAZÓN