La belleza del alma, atrapa el corazón

18.07.2018. Redacción | Opinión

Por: Sonia Rodríguez Acosta

Vivimos en una sociedad claramente marcada por el aspecto físico. Hoy en día vemos en revistas, televisión etc. modelos, actores, luchando contra el paso de los años que inevitablemente hace mella en sus rostros. Haciéndonos creer que lo más importante es la imagen, que si somos bellos tendremos más éxito. Nada más lejos de la realidad puesto que una persona exitosa es talentosa, capaz y con una personalidad que arrasa más allá de su belleza física. Está claro que lo primero que vemos es el físico pero si te quedas ahí, nunca vas a descubrir a la persona que hay detrás y créeme te puedes perder la oportunidad de conocer a personas maravillosas.

Estamos en una época en la cual ha aumentado considerablemente el número de personas que deciden someterse a una operación de cirugía estética. Algunos de ellos se obsesionan de tal manera que se hacen miles de operaciones de este tipo. Muchos de ellos olvidan el hecho de que si no se sienten bien con ello mismos internamente no se van a ver bien por fuera.

Por supuesto está muy bien cuidarse, hacer deporte y arreglarnos para sentirnos más guapos. Siempre hay que hacerlo para nosotros mismos y no para gustar a los demás. Puesto que quien te quiera de verdad, te querrá solo por el simple hecho de que eres tú. Un físico atrae pero una personalidad atrapa el alma.

La belleza no lo es todo, no lo es porque el ser humano consta de diversas particularidades que lo hacen único. Hay personas que brillan con luz propia por lo transparente de su alma y esto si nunca muere ni se marchita. El verdadero valor de las personas, estará siempre en nuestra esencia, en nuestros valores, en nuestra forma de tratar a las personas, en nuestra manera de comportarnos, en esas pequeñas cosas que forman nuestra personalidad. Si somos capaces de ver que lo importante está en el interior, podemos dejar atrás esa dependencia de querer gustar. De buscar halagos, de frustrarnos porque nuestro cuerpo cambie por el paso del tiempo.

Está visto que la belleza es subjetiva porque lo que es bello para mi puede no serlo para ti y viceversa. Por eso se dice que la belleza está en los ojos de quien mira. Todo aquello que es mirado con amor será bello. Refiriéndonos a esto numerosos estudios han probado que cuando nos enamoramos conectamos con la otra persona, mucho más allá de su imagen. Por supuesto esto depende en gran medida de la persona, ya que hay personas superficiales y otras que no lo son en absoluto.

Hoy en día nuestra sociedad tiene patrones de belleza muy marcados y estereotipos que pueden hacer mucho daño a las nuevas generaciones de adolescentes, por ser esta época una etapa muy vulnerable en la vida. Muchos de nuestros jóvenes tienen en su mente la idea del cuerpo perfecto. Para lograrlo se machacan en el gimnasio e incluso dejan de comer, o comen en exceso para luego vomitar. Desencadenando una anorexia o bulimia con los peligros que estos tipos de enfermedades suponen.

Afortunadamente también hemos estado viendo como poco a poco la sociedad ha avanzado en lo que a los estereotipos se refiere. Por ejemplo he tenido el placer de ver modelos hermosísimas con síndrome de Down y modelos de talla grande igual de bellas. Esto me hace pensar que progresamos en una buena dirección. Teniendo en cuenta que estamos en un mundo lleno de diversidad donde todos somos diferentes, así como distintos tipos de belleza hay.

A la pregunta ¿el físico importa? Existe tanta variedad de respuesta como de personas. Habrá gente que piense que sí, que es lo más importante para ellos. Otras que digan que no, por tomar en cuenta estos otros factores asociados más a la persona que a la imagen. Desde luego mi opinión al respecto es muy clara, el físico es lo primero que ves pero hay muchas cosas mucho más importantes como tu carácter, personalidad que te hacen ser un ser humano excepcional y único. Decía el principito que lo esencial es invisible a los ojos. Por eso lo más bello ni se ve ni se toca, se siente con el corazón.

Escribiendo estas líneas me he dado cuenta que no me quedo con lo que ven mis ojos, sino que procuro mirar más allá. Algo con lo que estoy profundamente agradecida, ya que así tengo la oportunidad de conocer almas maravillosas dentro de un cuerpo. Soy consciente de que habrá gente que mirara y vera solo por fuera. Pero también sé que hay gente que mira y ve más allá de sus ojos, y es ese tipo de personas las que realmente valen la pena.

Si vale mucho la pena que te vean por dentro y se queden ahí porque le atrapaste el alma. Lo que toca el alma no se olvida fácilmente.

SI NO MIRAS DETRÁS DE LA MONTAÑA, NO PODRAS VER EL PAISAJE QUE SE ESCONDE.

Sonia Rodríguez Acosta

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