17.06.2019 | Redacción | Opinión
Por: Sonia Rodríguez Acosta
Coach
El mundo necesita más gente que ame lo que hace, que se involucre y ponga pasión a aquello de lo que ha hecho su profesión. Cuando elegimos los estudios o formaciones que nos llevarán al campo laboral donde deseamos trabajar. Esa elección es aconsejable que se haga desde el corazón, si quieres poniendo un poco de razón, pero no olvides que donde el corazón se inclina el pie camina. El pie camina hacia aquella pasión que luego se hará tu profesión. Nunca es tarde para hacer lo que realmente quieres, porque cuando amas lo que haces no tendrás que trabajar nuca más. Porque se convierte en placer. Amar lo que haces es la mejor manera de trabajar. No estás a disgusto “estás en tu salsa”. Es entonces cuando disfrutas de lo que haces y eres un buen profesional.
Muchas personas hacen una carrera o formación solo por el hecho de que estas le propiciaran una salida al mundo laboral más rápida. Esto es un error común que luego se ve reflejado en la frustración que se siente en el puesto de trabajo. Tratando de manera incorrecta a los demás, quienes se ven perjudicados por la propia insatisfacción laboral. Otro hecho a destacar es aquellos padres que no habiendo realizado sus sueños, delegan en sus hijos estos, para a través de ellos sentirse realizados. Muchos se ven obligados hacer carreras que no son para nada de su agrado. Deja a tu hijo libre ser lo que quiera ser. Cuando eres libre de ser lo que quieras ser es como si algo en ti se expandiera, te vuelves una mejor versión de ti en todos los niveles, por supuesto a nivel profesional te engrandeces tanto como tu alma. Este mundo necesita de gente que ame su trabajo, que vaya con una sonrisa regalando alegría.
Imagínense un profesor o un médico que no les guste su trabajo, ¿cómo tratará a sus alumnos o pacientes? La respuesta es, si no me gusta lo que hago, lo hago con desgana y puedo llegar a tratar mal al paciente o alumno. Por esto y por mucho más, el mundo necesita gente que ame lo que hace. Que haga de este mundo un lugar mejor. Un lugar donde se nos facilite el día a día, a más de uno nos ha pasado que un trabajador sea del ámbito que sea nos trate de mala manera. Eso sin duda nos hace sentir mal. Porque cada uno tiene ya su propia carga y una palabra amable a veces cura más que la propia medicina. Esa es la medicina del alma, ese antídoto ante la grosería. Las personas que amamos lo que hacemos entre las que me incluyo, disfrutamos tanto de nuestro trabajo que es una pasión maravillosa. Los coach, maestros, terapeutas, médicos y un gran etc... Son profesionales que se dedican a ayudar de diferente manera a la gente, donde la empatía juega un papel fundamental,. Ponernos en el lugar del otro nos hace ser mejores profesionales y consecuentemente mejores personas. Detrás de un gran profesional hay una gran persona.
Amar lo que haces es vivir en equilibrio y armonía, contribuir al mundo desde tu mundo dando una visión positiva del mundo laboral amando lo que haces y tocando el corazón, generando un mundo mejor.