19.09.2018. Redacción | Opinión
Por: Sonia Rodríguez Acosta
Coach
Los niños son el futuro, serán los jóvenes del día de mañana y por lo tanto una nueva generación se abrirá paso. Invertir tiempo en su educación es fundamental a la par que saludable. Refiriéndome a esa educación desde casa, esa educación es insustituible puesto que es la que construye las bases de los valores de nuestros niños.
Unos valores que hay que fomentar desde muy pequeñitos. Vivimos en una sociedad en la que nos quejamos de la falta de tiempo, y esto se ve reflejado en la educación de los niños. Puesto que no le dedicamos el tiempo que ellos se merecen.
Cuando tomamos la decisión de ser padres adquirimos una responsabilidad con ese ser, y educarlos depende de nosotros. No deleguemos ese trabajo a otro ámbito como puede ser la escuela. Ellos solo enseñan los padres educan.
Si los padres educan, son los encargados de trasmitir los valores esenciales a sus hijos. La tolerancia, el respeto y la empatía son valores que los convertirán en mejor personas.
Está claro que un hijo no viene con un manual debajo del brazo y que no siempre es fácil compatibilizar la vida familiar con la laboral. Es una tarea dura y laboriosa, pero no hay nada mejor que crear buenas personas porque ellas contribuirán a un mundo mejor.
Invierte tiempo en la educación de tus hijos, dale valores que le enseñen a relacionarse con su entorno de forma asertiva y empática. Enséñale que vivimos en un mundo donde hay niños de todo tipo, que la diversidad existe y que aprendan a comprender y respetar a todo ser humano.
Educar en el respeto por los demás es una de las claves para que nuestros hijos tengan relaciones sanas y empáticas. Ponerse en la piel de otro niño les haría entender cómo se sentirían ellos en su lugar.
Desgraciadamente hoy en día todos hemos oído hablar de bullyng o acoso escolar, sin duda alguna esto se puede paliar con una buena educación desde casa.
Sé un buen ejemplo para tus hijos que vean en ti los valores que les enseñas, que de tu mano vea un mundo de colores y respete cada color. Esto es muy importante porque la tolerancia apaga la violencia. Una violencia que se genera por odio, y que solo la cura el amor. Dale amor a tu hijo, ese amor del bueno, que aprenda a amar sin poseer. Ponle límites, no seas demasiado permisivo, permitirle todo lo que quieran no es bueno ni saludable.
En esta sociedad en la que vivimos hace falta más empatía y eso se consigue educando y concienciando en el amor y respeto por los demás sea cual sea su raza, discapacidad, tendencia sexual etc…
En estos días leyendo el relato de una madre con una hija con discapacidad, se me partió el corazón. Ponía de manifiesto la discriminación que sufría su hija por parte de otros niños. Ella decía que como le explicaba a su hija eso. Que por el hecho de ser diferente la dejaran de lado. Para una madre es muy difícil, y para una niña esa sensación de desprotección merma de manera muy dura su autoestima. Y es que a mi humilde opinión esto no debería de pasar. Sin duda alguna ningún niño debería sufrir este tipo de discriminación, ya sea por discapacidad u otras causas. La educación juega un papel muy importante en este tipo de casos, ya que se encarga de construir con otro ser humano no de destruirlo. Educa con el corazón abierto y el alma libre de prejuicios. Crea niños felices que se apoyen y nutran entre ellos lejos de maldad y violencia.