17.04.2017. Santa Cruz de Tenerife.
El Plan Director de Restauración y Rehabilitación Integral del Palacio de Carta permitirá la recuperación de una joya patrimonial del municipio de Santa Cruz de Tenerife y, junto al acuerdo de cesión de uso al Ayuntamiento por parte del Gobierno de Canarias, hará posible que la ciudadanía vuelva a disfrutar del inmueble y a admirar sus indudables atractivos. Este mismo año está prevista su apertura como centro de información turística e histórica de la ciudad, según anunció hoy el alcalde, José Manuel Bermúdez.
El mandatario municipal presentó el documento técnico en un acto celebrado el patio del Palacio de Carta, acompañado de los directores generales de Patrimonio y de Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias, Arturo Cabrera y Miguel Ángel Clavijo, respectivamente, y del redactor del proyecto, Carlos Pallés. También acudieron a la presentación el quinto teniente de alcalde y concejal de Cultura, José Carlos Acha; el octavo teniente de alcalde y concejal de Hacienda, Juan José Martínez; el noveno teniente de alcalde y concejal de Promoción Económica, Alfonso Cabello, y la concejal de Patrimonio Histórico, Yolanda Moliné. Igualmente, entre el público se encontraba el cronista oficial de Santa Cruz, José Manuel Ledesma, y representantes de la Tertulia Amigos del 25 de Julio.
Bermúdez explicó que una vez elaborado el Plan Director, un documento técnico que en su versión original consta de 800 páginas y por el que felicitó a su autor, se podrán afrontar las dos fases del proyecto de obra.
En la primera, se actuará fundamentalmente sobre el patio central del edificio, que albergará un punto de información turística e histórica del municipio, además de reservarse un lugar destacado para el Cañón Tigre, que podría abrir al público este mismo año. A continuación, según dijo el acalde, se afrontaría la segunda fase para la rehabilitación del resto del edificio y, en paralelo, su habilitación como un museo de historia, “moderno y aprovechando las posibilidades tecnológicas actuales”.
Sin contar con la dotación de contenidos al museo, las obras de rehabilitación del inmueble tendrán un coste aproximado de 1,2 millones de euros, de los cuales 200.000 corresponden a la citada primera fase.
En este sentido, el acalde subrayó la importancia histórica del propio edificio, “que es el lugar más adecuado para exponer nuestros valores históricos y contribuir a la promoción turística de la ciudad, junto a otros elementos importantes del patrimonio y la cultura municipal, como el Templo Masónico, la plaza de Los Patos o la futura Casa del Carnaval”.
El arquitecto Carlos Pallés explicó los aspectos más importantes del Palacio de Carta y aseguró que, si bien el conjunto no presenta deficiencias graves, sí precisa de actuaciones que permitan su adecuación como centro de concurrencia pública.
Pallés resaltó las cualidades arquitectónicas del inmueble y subrayó que después de diez sin uso, el edificio se ha resentido.
“Se trata de un inmueble que en sí mismo reúne la historia de Santa Cruz, con sus aciertos y desaciertos”, por lo que defendió también su uso como centro museístico.
Miguel Ángel Clavijo, por su parte, expresó el “total compromiso” del Gobierno de Canarias con la conservación y promoción del patrimonio histórico de Santa Cruz, “una ciudad que debe ajustar cuentas con su propia historia y comenzar a difundirla a todos los niveles”.
Arturo Cabrera adelantó que la próxima semana o a principios de mayo se podrá firmar el acta de cesión desde el Gobierno de Canarias al Ayuntamiento de Santa Cruz, un paso previo y preceptivo para su futuro uso público.
Guía de protección y actuación
El Plan Director constituye no solo un compendio de datos de diverso tipo –históricos, sociales, culturales o arquitectónicos- sobre el inmueble, sino que también se erige en la guía para su protección, conservación, restauración, documentación, investigación o accesibilidad.
El documento incorpora los criterios básicos de intervención para la restauración de la imagen exterior del edificio –recuperando y reparando los elementos degradados- y para la recuperación de los espacios interiores originales, haciéndolos compatibles con las actuales normativas. En cualquier caso, siempre se garantizará el mantenimiento de los valores histórico-arquitectónicos del edificio y su autenticidad.
Con carácter más especifico, se incorporan los criterios para restaurar y reparar los elementos estructurales, los elementos de cierre, los materiales originales y los elementos decorativos, escultóricos y ornamentales.
El Plan también define cada una de las fases en las que se deberá desarrollar el proyecto de ejecución: restauración, rehabilitación y adecuación del edificio.
A modo de ejemplo y en relación con uno de los elementos más característicos del inmueble, su patio, el Plan Director indica que se mantendrá protegido de manera integral, “por el altísimo valor y belleza de sus magníficas carpinterías”. Se permitirá, en cualquier caso, su cubrición con un lucernario de diseño contemporáneo, por ejemplo con material plástico transparente de última tecnología, tipo EFTE. Por lo que respecta al pavimento, éste “deberá sustituirse por uno que cumpla las actuales especificaciones para pública concurrencia, en cuanto a calidad y antiresbalicidad, y, además, deberá tener la belleza y diseño que compatibilice con la belleza e historia del Patio”, indica.
El Plan añade, sobre el patio secundario, “antiguo traspatio a un nivel inferior, con acceso desde la calle San José”, que es una reconstrucción de la intervención del proyecto del arquitecto Enrique Rumeu de Armas de 1953. “El resultado es regular, sin comparación con el histórico principal y se permitirá modificar la fachada hacia las escaleras de madera y galería, para poder introducir una escalera especialmente protegida que garantizrá las condiciones de seguridad para el uso público del edificio”. También se permite abrir grandes huecos en su el forjado del suelo, para colocar vidrio pisable, lo que permitirá ver lo que se pueda presentar en las dependencias del nivel inferior, relacionadas con el concepto de la “inmersión histórica”; por ejemplo, las antiguas cuadras de la casa de los Carta; los calabozos, cuando el edificio albergó la Capitanía o el Gobierno Civil; o la cámara del tesoro, en su época de banco.
En cuanto a las cubiertas históricas, por el interior mostrarán la carpintería de su tipología, “a una, dos, tres o cuatro aguas”, para lo que se retirarán todos los falsos techos, y además se conseguirá la necesaria altura piso techo para uso público. Por el exterior, se inspeccionarán y repararán para evitar las actuales humedades y goteras. Se permite la modificación de las cubiertas existentes, para poder introducir las nuevas cajas de escaleras, ascensores y galerías acristaladas necesarias para los nuevos usos del Palacio de Carta. Los pavimentos actuales, que no tienen interés especial, están obsoletos y sus prestaciones son inadecuadas para los nuevos usos, por lo que se podrán y deberán sustituir en su gran mayoría.
En las zonas en las que bajo algunos de los pavimentos actuales, se encuentren las antiguos de tablas de madera de tea, u otras nobles, se retirarán los sobrepuestos y se rehabilitará el pavimento original de madera.
Un tesoro de Santa Cruz
El Palacio de Carta, ubicado en la plaza de la Candelaria, fue construido por el francés Francisco de la Pierre en 1752 por orden del capitán de Infantería y primer alcalde electo de puerto de Santa Cruz de Tenerife, Matías Bernardo Rodríguez Carta. De la Pierre mandó a demoler el antiguo edificio para construir un palacio que sirviera de residencia para su familia que, en aquella época, ejercía una gran actividad comercial y de mecenas, por lo que eran consideradas como una de las más influyentes.
Su construcción, que se prolongó durante 30 años, gira en torno a un patio central, uno de los más monumentales del Archipiélago, e incluye tres plantas más un sótano. En él, se unen los estilos barroco y neoclásico, este último en la fachada principal que está orientada hacia la plaza de La Candelaria. Elaborada íntegramente de cantería, es la única que conserva la ciudad.
En sus más de tres siglos de historia, este inmueble ha sido sede de la Capitanía General de Canarias, residencia de 19 capitanes generales y sede del Gobierno Civil. El tiempo de mayor esplendor correspondió al mandato del general Ameltler. Durante esa época, se celebraron numerosas reuniones sociales y encuentros de transcendencia histórica como fue la escala realizada por el general Prim durante su viaje a México.
En 1945, y tras largos años de desuso, fue adquirido por el Banco Español de Crédito, que realizó una completa restauración, hasta su adquisición en 2007 por el Gobierno de Canarias, que pagó por él 5,8 millones de euros.