27.05.2017. Madrid.
“Que salvar una vida no nos deje sin trabajo”, así de contundente se pronunció la senadora de Agrupación Socialista Gomera, Yaiza Castilla, mientras defendía en el Senado la nulidad en los despidos de los donantes vivos de órganos. Castilla aludió al testimonio de un padre que perdió su trabajo al tener que someterse a una intervención quirúrgica para donar parte de su hígado a su hija.
“Son palabras desgarradoras, frases que, lamentablemente no están solas”, dijo la senadora sobre el testimonio de ese padre que cuenta con el respaldo de 272.000 firmas en la plataforma change.org.
La senadora gomera recordó que España es referente internacional en cuanto a donaciones y trasplantes de órganos, con 43,4 donantes por cada millón de habitantes, con un total de 2.018 donantes que han permitido que se realicen 4.818 trasplantes. “España vuelve a situarse como líder mundial indiscutible”, subrayó Castilla.
Los hospitales públicos canarios registraron en 2016 un incremento en un 14% respecto al año anterior y una tasa de 46,7 donantes por cada millón de habitantes, con lo que superamos la tasa nacional situada en 43,4. “Estos números son motivos más que suficientes por los que deben articularse medidas de protección laboral diferenciadas para los donantes”.
“Trasplantes renales, hepáticos, cardíacos, pulmonares, de páncreas, intestinales y tejidos que salvan vidas, y que solo tienen lugar gracias a la concienciación y solidaridad de los donantes y sus familias. Solidaridad que debemos fomentar y a la que tenemos que ofrecer la debida protección”, señaló Castilla.
Hizo hincapié en dotar de las máximas garantías a estas personas solidarias que “defienden la vida poniendo en riesgo la suya”. En este sentido, confió en que se vaya más allá y se consiga una especial protección frente al despido de los donantes, señalando la nulidad del despido como una opción para ello y se comprometió a presentar iniciativas encaminadas a este fin, puesto que en la actualidad sólo se contempla la improcedencia del despido.
“Debemos conseguir que su preocupación sólo guarde relación con la severa operación a la que van a someterse y que no tengan que temer por su trabajo”, reiteró Yaiza Castilla.