11.03.2020 | Canarias
“La Consejería de Sanidad desatendió la salud de los canarios en Carnavales”. Así lo ha indicado la portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Parlamento de Canarias, Vidina Espino, quien ha reprochado al Gobierno de Canarias que durante los peores días de la calima no declarara la alerta máxima por fenómeno meteorológico adverso en las Islas, permitiendo de ese modo que el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, de forma irresponsable, mantuviera todo tipo de actividades al aire libre.
La disputada de Cs ha reconocido que durante los días 21 y 24 de marzo se vivió en Canarias “una situación muy complicada, con muchos frentes, donde el Gobierno tuvo más aciertos que errores”, pero en el caso concreto de la calima no estuvo a la altura de las circunstancias, ya que se quedó corto en su declaración de alerta. “Debió ser alerta máxima”, ha señalado.
Espino ha recordado que esos días “en Canarias se respiró el aire más contaminado del planeta”, sesenta veces más perjudicial que el recomendado por la OMS, motivo suficiente para haber “suspendido todas las actividades al aire libre”, al igual que se hizo con las clases en los centros educativos. “No tiene sentido suspender las clases y no las actividades al aire libre”, ha recalcado.
“Los ciudadanos deben poder confiar en sus instituciones y la respuesta de éstas no puede ser actuar de forma irresponsable como hizo el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife en los pasados Carnavales”, al celebrar incluso “conciertos en la calle con la presencia de niños y personas mayores, mientras la Consejería de Sanidad recomendaba a los canarios que evitaran salir a la calle”, ha expuesto la líder de la formación naranja. Ante este comportamiento, ha insistido Espino, “el Gobierno de Canarias debió haber declarado la alerta máxima con el fin de proteger la salud de la población”.
Igualmente ha reprochado a la Consejería de Sanidad que en su calidad de responsable de la salud pública de los canarios hubiera limitado su actuación a elaborar un simple listado de recomendaciones cuando ya las Islas estaban bajo la nube de polvo en suspensión. “Un episodio fuerte de calima como el que se vivió aquellos días necesitaba una respuesta más acorde de las instituciones para trasladar a la población la gravedad de la situación para su salud”, ha concluido Espino.