01.12.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
Los diabéticos, las personas con sobrepeso y las que saben lo dañino que es consumir azúcar (uno de los tres enemigos blancos, junto a la harina refinada y la sal), debemos tener mucho cuidado con determinados alimentos procesados que son etiquetados bajo la atractiva denominación de "sin azúcares añadidos", porque sí contienen glucosa de una u otra manera.
Así, por ejemplo, si usted compra un paquete de galletas "digestive" en Mercadona, "sin azúcares (en letras grandes) añadidos" (en letra más pequeña), sepa que dos simples galletitas contienen 5 gramos de azúcar, lo que equivale a una bolsita de azúcar de las que echamos al cortado en cualquier cafetería.
Lo mismo ocurre con determinados postres envasados, como el arroz con leche, los flanes, las natillas o muchos yogures, o ahora, que estamos en vísperas navideñas, con las peladillas, los turrones, los opollvorones, los mazapanes y artículos similares, que sí tienen azúcar, aunque los fabricantes lo "ernmascaren" con la palabra "añadidos", por lo que no es aconsejable su consumo por personas que padecen diabetes, que tienen sobrepeso corporal o que quieren llevar una dieta que no sea "dulce".
Las etiquetas de los productos son su tarjeta de presentación, y por ello los fabricantes las hacen cada vez más atractivas y en ellas plasman mensajes más llamativos para conseguir que consumamos mucha más cantidad de un determinado producto. Una de las frases más repetidas actualmente es “sin azúcares añadidos”, algo que se ha puesto muy de moda en una época en la que el culto al cuerpo prima por encima de muchas cosas.
El azúcar es un componente natural que muchos alimentos contienen en sí mismos de diferente manera. La fruta contiene fructosa, los cereales hidratos de carbono, de donde el organismo extrae los diferentes tipos de azúcares que luego utilizará para conseguir energía. A pesar de esto muchas veces en los alimentos procesados se añaden azúcares diversos para mejorar su sabor y hacerlo más apetecible, por eso los fabricantes recurren a esta leyenda, que en realidad es cierta, pero que en muchos casos puede ocultar otras cosas detrás.
Como consumidores, cuando leemos esta frase lo que solemos hacer es coger ese producto, ya que consideramos que es mejor al contener solo los azúcares propios. Es más, la gran mayoría piensa que además contiene muchas menos calorías, con lo que suelen ingerir más cantidades de ese alimento que de otros que no llevan escrito en su envase “sin azúcares añadidos”. Y lo que no se sabe es que muchos fabricantes para mantener el buen sabor de sus productos lo que hace es aumentar la cantidad de grasas, ya que éstas son más apetecible y sabrosas al paladar.
En otros casos lo que se hace es añadir edulcorantes que endulzan el alimento pero no aportan calorías ni grasas. Es recomendable comprobar por la etiqueta que los niveles de azúcares no superan el doce por ciento del producto, y conocer los tipos de azúcares. Sin ir más lejosm, las galletas "digestive" a las que me refiero al principio de este comentario, contienen "jarabe de glucosa". Ahí es nada.
No debemos confiar en las etiquetas de los productos por un simple reclamo y mucho menos cuando de nuestra salud se trata, ya que un exceso de azúcares no es nada recomendable para nadie. Lo mismo ocurre con el contenido de aceites de baja calidad y con las grasas saturadas.