El Partido Popular en el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma pide al Grupo de Gobierno (PSOE-CC) que aplique la ordenanza de convivencia ciudadana ante la reiteración de acciones incívicas que están perjudicando “tanto a la imagen de la ciudad como a su patrimonio histórico”, y ante las que “no se puede seguir con los brazos cruzados”.
El PP expone que esta ordenanza fue elaborada en 2014, con Juanjo Cabrera de alcalde, sustituyendo a la que estaba en vigor en ese momento para adaptar a la realidad normas que claramente debían revisarse e incluir otras ajustadas a los nuevos tiempos, contemplando tanto los derechos como las obligaciones de los ciudadanos y abarcando desde temas cotidianos como el servicio de recogida de basura hasta el uso del mobiliario urbano, la publicidad sonora, actividades comerciales... “Un marco, al fin y al cabo, de convivencia, con unas pautas que todos deberíamos de respetar”, apunta el Grupo Popular.
Los populares hacen especial hincapié en que “de nada nos vale elaborar, debatir y aprobar ordenanzas si luego ni tan siquiera las aplicamos”. Uno de los ejemplos más evidentes es “cómo amanecen desbordados de residuos contenedores bicados en nuestra ciudad”, señalando que “hay casos puntuales que se repiten de forman sistemática, que son denunciados incluso a través de las redes sociales y contra los que no se están tomando ningún tipo de medidas, a pesar de estar afectando tanto a viviendas como a comercios e incluso a instalaciones de referencia como el Cine Chico Municipal”.
El PP aclara que “no se está incumpliendo la ordenanza solo en aspectos relacionados con la basura”, ya que “todos sabemos que también se han registrado actos vandálicos contra el patrimonio histórico ante los que hay que ser firmes y contundentes”, a lo que se suman “los destrozos” sufridos en los vestuarios y servicios de la playa e incluso la basura en la arena.
A propósito, recuerdan que la única modificación en la ordenanza de convivencia “también fue fruto del trabajo del PP” en 2014, y consistió en incluir “las normas precisamente de la nueva playa” con el fin de regular “el uso de las instalaciones y garantizar su conservación”, lo que “tampoco se ha aplicado”. Pero es que incluso “hemos pedido en reiteradas ocasiones que estas pautas se fueran completando según la realidad actual, una propuesta que ni siquiera ha sido tenida en cuenta”.
El Grupo Popular subraya que “no estamos planteando una medida recaudatoria ni tampoco se trata ahora de sancionar por sancionar”, pero defiende que “lo que no puede mantenerse, al ser perjudicial para la ciudad a la que nos debemos, es que el gobierno municipal tenga miedo al qué dirán y evite aplicar la ordenanza para frenar lo que unos pocos están haciendo”, una permisividad “que sabemos que se mantendrá, al igual que ocurre con otros tantos asuntos por los que espera la ciudad, hasta el final de legislatura por falta de valentía, una cualidad que hay que tener cuando se gestiona”.