05.10.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
Harán poco o mucho en sus cargos, pero está claro que algunos políticos tinerfeños de Coalición Canaria para cobrar perras son como "Reverón para lapas", como decimos los isleños.
Ríanse ustedes de la fama de los catalanes con las pelas, porque aquí parece que nadie dice que no a los sueldazos, excepto honrosas excepciones, como el alcalde de Buenavista del Norte, que cobra un sueldo modesto y razonable que es algo superior a los tres millones de las extintas pesetas al año, exactamente 22.237 euros.
Cerca de sesenta mil euros más, exactamente 78.400 euros percibe el actual regidor de San Cristóbal de La Laguna, José Alberto Díaz (CC), cantidad similar, durante 2017, al sueldo asignado al entonces presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy (PP), que percibió el pasado ejercicio un total de 79.757 euros.
Se da la "curiosa" circunstancia de que el presidente del Cabildo de Tenerife, el inefable Carlos Alonso (CC) cobró el pasado año más incluso que Mariano Rajoy, porque el titular de la corporación insular se embolsó la nada despreciable cifra de 80.800 euros, lo que comparativamente es un sueldazo, si tenemos en cuenta las responsabilidades de un cargo y otro.
Por ejemplo, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, tiene asignados 100.000 euros de sueldo en los presupuestos municipales, pero ella renunció voluntariamente a esa cuantía y percibe en realidad 2.200 euros mensuales por catorce pagas anuales, lo que significan unos 30.800 euros al año, menos de la mitad de lo que cobra el alcalde lagunero, que es el sexto regidor de España que mejor sueldo tiene, muy superior a los de los alcaldes de capitales como Sevilla, Valladolid o Zaragoza.
Ya comenté recientemente que estos desmanes deben acabarse cuanto antes y que los emolumentos de todos los cargos públicos de la las Administraciones deben estar regulados por ley, con un máximo y un mínimo para todos. Es impresentable que sean los mismos políticos quienes se asignen sus emolumentos y las subidas de sus propios sueldos, como ocurrió antes del verano en el Parlamento de Canarias, cuyos diputados se "actualizaron" sus asignaciones económicas, con pagas extras incluidas, por trabajar unas cuantas semanitas al año. Increíble pero cierto, en un país pobre. Pero es que vivimos en una colonia "bananera" donde los señoritos son de una casta diferente. O por lo menos, lo parece.
Qué harto estoy de tanto aprovechado. Tienen una cara que se la pisan, y son precisamente los que tienen que dar ejemplo de austeridad... Y una polla en vinagre.