23.09.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
Ha tenido que ser una bacteria que no se ha podido erradicar de la Unidad de Vigilancia Intensiva la que ha venido a destapar las importantes carencias del Hospital Universitario de La Laguna, ubicado en el término municipal de La Laguna y que es un centro de referencia en Tenerife, junto al también hospital universitario de Nuestra Señora de la Candelaria, ambos dependientes del Gobierno de Canarias.
El HUC fue construido a principios de los años setenta del pasado siglo por el Cabildo Insular de Tenerife, ante la escasez de camas hospitalarias que había en la Isla, y dependió de la corporación insular hasta hace pocos años, cuando pasó a integrarse en el Servicio Canario de Salud, un organismo que siempre ha mirado de reojo a este importante centro sanitario lagunero, al que considera como algo extraño.
Entre otros motivos, el HUC tiene un convenio colectivo distinto al de los hospitales del SCS y, por ejemplo, no ha contemplado nunca la figura del celador/a, labor que tienen que realizar los/las auxiliares de enfermería, lo que es un agravio laboral comparativos con otros centros del sistema público de salud, problema que no han querido resolver los responsables de la Consejería correspondiente del Gobierno de Canarias.
El HUC parece un hospital marginado. La bacteria, que se llama "acinetobacter baumannii", que ya ha infectado a dieciocho pacientes ingresados en la UVI, ha evidenciado que en esa unidad especial falta personal cualificado, que las camas que hay allí tienen ya casi veinte años de antigüedad y los colchones no están en las mejores condiciones higiénico-sanitarias. Además se trata de una zona en la que no entra luz solar y la ventilación es artificial. Habría que ver cómo están los filtros del aire acondicionado.
Además, en la UVI hay varios enfermos crónicos, con más de seis meses de estancia, que permanecen allí por la carencia de centros especializados en este tipo de pacientes, que no deberían estar ocupando una camas tan especializadas como costosas.
El Universitario de Canarias es un hospital que necesita algunas urgentes renovaciones y parece que el consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, el propio presidente Clavijo y el director general del Servicio Canario de la Salud pasan olímpicamente de todo este asunto. ¡Sigan bailando¡