Un inoportuno catarro

28.08.2018. Redacción | Opinión

Por: Paco Pérez

pacopego@hotmail.com

No hay nada como tener salud, a pesar de que muchas personas le dan más importancia al dinero y a los bienes materiales, se olvidan de que estar sano equivale a calidad de vida y solo se acuerdan del bienestar físico y mental cuando los han perdido. 

Este pasado fin de semana he cogido un catarrazo de esos que llaman "de verano" y que son bastante inoportunos, porque en mi caso concreto me he quedado sin ir a la Punta del Hidalgo a bañarme en la piscina municipal de El Arenisco, uno de los lugares de la Isla donde más disfruto y, a partir de septiembre mejor, porque los niños y jóvenes empiezan el curso escolar. 

Hacía bastante tiempo que no tenía un catarro tan fuerte y molesto. El lunes amanecí con la nariz trancada, llena de mocos y con todo el cuerpo dolorido, como si me hubieran dado una fenomenal paliza y, aunque perece que los hombres somos más quejicas que las mujeres cuando tenemos algún contratiempo en la salud, les puedo afirmar que no estoy exagerando lo más mínimo al decirles que el malestar general induce a que no tengas ganas de hacer nada, a pesar de lo cual me he sentado frente al ordenador y he podido hilvanar estas frases, para no perder el contacto diario con mis escasos, pero selectos lectores, a quienes les agradezco su constante apoyo, a pesar de que en algunas ocasiones no estén de acuerdo con las siempre subjetivas opiniones que vierto en los artículos. Como debe y tiene que ser. 

Escribir un comentario personal, o dos, o tres, todos los días no es tarea fácil, aunque lo parezca. Y aquí me tienen cumpliendo con mi deber, refiriéndome a mi catarrito de la puñeta, porque hoy no estoy para meterme en otros berenjenales. Espero que lo comprendan. Gracias. 

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