"Tontadas“

30.07.2023 | Redacción | Opinión

Por: Alejandro de Bernardo

adebernar@yahoo.es

Eso, “tontadas”, es lo que hace o dice un tonto creyéndose que los demás lo son. Lo somos. Es la conclusión más benévola a la que he llegado tras escuchar reiteradamente a Feijoo y compañía, desde que se supo el resultado de las elecciones del domingo pasado: “Es justo que la lista más votada gobierne”.

La ignorancia de lo que se sabe –por tanto, ignorancia aparente- no es que sea propia de tontos, si no de cabritos –siempre que estos ilustres ignorantes sean de corta edad y no es el caso, así que… no les quitemos años-. Y si vamos un poquito más allá y queremos convencer a los demás de algo que sabemos que no es cierto, con el afán de que estos confiados peregrinos nos apoyen y se crean la falacia… pues ahí ya estamos utilizando estrategias inmorales, perversas y propias de quien no tiene escrúpulos. El fin no justifica los medios. Y en política, en la política con mayúsculas en la que todavía creo –desde el domingo un poco más- tampoco. No vale todo.

Lo de “que te vote Txapote” hería a cualquier persona con un cierto grado de dignidad, pero más profundamente que a nadie, a las víctimas de ETA. Esas que –como la bandera española- dicen defender y acaparan las derechas. Como si no hubiera habido víctimas de ETA en la izquierda. En lugar de insultar directamente al Presidente, utilizaron la frase “chistosa”. El problema estuvo cuando la ocurrencia chistosa alcanzó la categoría de lema. Ahí perdió la gracia y perdieron las elecciones. Las que ganando perdieron. Sí, lo he dicho bien.

Desde hace tiempo, me preocupa algo que se ha evidenciado muy claramente en esta campaña y sobre todo esta semana. Y no es otra cosa que ver cómo se va instalando esa falacia peligrosa en la opinión pública de que “es justo que la lista que gane sea la que gobierne”. Dicho así, ¿quién podría estar en contra de algo que sin entrar en detalle parece evidenciarse con claridad? ¿La democracia no se basa en que el ganador gobierne? Pues precisamente ahí está el sostén de que dicho embuste se mantenga. En su sencillez, al vincular esta lógica a valores tan incontestables como la democracia y la justicia.

El problema es que este supuesto razonamiento es falso. Y es muy grave que un candidato a presidente, Núñez Feijoo -líder de la oposición y de un partido constitucionalista como el PP- use este argumento pisoteando las reglas del juego marcadas por nuestro sistema electoral. Lo hizo ya en el cara a cara con aquel paripé ofreciéndole firmar a Pedro Sánchez un papel para pactar entre ellos que gobernase la lista más votada. Alucinante. Me entraron ganas de meterme en el televisor y empapelarle con el artículo 99 de la Constitución. ¿No se lo sabe? Claro que sí. Y si se hubiera quedado ahí… En su discurso de la noche electoral, el Feijoo que sitúa a Huelva en el Mediterráneo, afirmó que era una anomalía que en España no pudiese gobernar la lista más votada. Que generaba inseguridad jurídica y afectaba al prestigio internacional del país. ¡Olé sus huevos!

No se puede retorcer la Carta Magna a capricho. Ahora me conviene, ahora no me interesa. Estas declaraciones del candidato a presidente popular y de toda su cuadrilla son muy graves. Y estas cosas hay que decírselas a la cara cada vez que se tiene ocasión. Ya está bien de callarse. Así, a la cara. Una, mil y dos mil veces si hace falta. Dejen de manipular a la gente.

Última hora: a juicio de The Guardian, “Pedro Sánchez, es el político de centro-izquierda más exitoso de toda Europa durante la última década”. Curioso cómo se entiende fuera de España que Sánchez ganó el domingo porque es el único que puede gobernar, pero aquí nos quieren hacer creer lo contrario quienes gobiernan sin ser los más votados. ¿Y sabe otra cosa? Yo se la digo para que no tenga que ir a Google: Entre abril y junio se crearon más de 600.000 empleos y España pasa por primera vez de 21 millones de ocupados. Esto sí que no son ni tonterías ni tontadas.

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