13.06.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
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Màxim Huerta, el periodista que llegó a ministro de Cultura y Deportes con el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, tenía que dimitir y ha dimitido, porque así se lo ha exigido el presidente, solo seis días después de haber tomado posesión del cargo, tras descubrirse que el presentador de Mediaset fue condenado en 2017 por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid por defraudar a Hacienda a través de una empresa interpuesta.
Màxim El Breve, como se le ha llamado ya, no quería abandonar el Ministerio, porque afirma en su defensa que declarar unos ingresos a través de una compañía mercantil era una práctica muy extendida, y legal, entre muchos profesionales como actores, periodistas, profesores, arquitectos, abogados, médicos, etcétera.
Huerta tuvo que pagar una elevada multa de 366.000 euros a Hacienda y subrayó, en la rueda de prensa que dio tras su forzada dimisión, que estaba en paz con la Agencia Tributaria.
Lo que parece que no terminó de entender el interesado es que para ejercer un cargo público hay que acceder a él sin antecedentes, completamente impoluto en sus obligaciones ciudadanas y, aunque él no le diese importancia a este asunto ni se lo comunicara previamente al presidente del Gobierno, varias fuerzas parlamentarias exigieron su renuncia, entre ellos --fíjense ustedes qué cosas--, dirigentes del PP, plagado de políticos corruptos ya condenados por la Justicia y los que quedan por condenar.
El presidente Sánchez ha hecho honor a su palabra cuando prometió que no habría personas en su equipo con alguna mancha y, si el señor Huerta no hubiera presentado su dimisión, no les quepa duda que el líder socialista hubiera decretado su cese fulminante.
Gobernar no es fácil y quema mucho a las personas, porque tienen que tomar decisiones en los momentos oportunos, por mucho que les duela... Dicen que no hay rosas sin espinas y don Pedro ya se ha pinchado con una. No será la última, desde luego, pero espero que le dejen gobernar ante el nuevo rumbo que parece va a tomar este país, algo que tanta falta le hace.
Y colorín colorado, esta pequeña crisis se ha zanjado. De manera rápida y veloz. Como tiene que ser.