12.03.2017. San Cristóbal de La Laguna
Por: Paco Pérez
Miren ustedes que ya pocas cosas me asombran, a mi edad y con más de cuarenta años en este oficio periodístico, pero he de confesarles que nunca había contemplado una "merienda de negros" tan desagradable y condenable como la de la reciente historia de gestión financiera del ente público de Radiotelevisión Canaria, durante la época de Paulino Rivero (CC) como presidente del Gobierno Autónomo y con una persona bastante irresponsable como director general, por las cosas que se van sabiendo de su más que discutida labor como administradior de grandes partidas de dinero del erario público canario.
Que me perdonen mis semejantes de esa raza de piel más oscura, porque mi afirmación puede parecer racista, pero una vez, siendo un niño, vi un documental por la caja tonta en la que se mostraba una cacería de una tribu africana y me quedó grabado en la memoria como los cazadores, una vez obtenida la presa, abrían el animal en canal y se comían la carne y las vísceras crudas, muertos de hambre.
Algo así, por lo que se ha podido saber, ha sucedido en este empresa pública incontrolada, por la grandes y graves irregularidades que, al parecer, se cometieron en este organismo y que no fueron detectadas en su momento ni por el Gobierno de Canarias ni por los miembros del Consejo de Administración del ente, sino por la Fiscalía a través de una denuncia anónima de uno de los empleados de la RTVC.
La Televisión Canaria fue un mal parto gubernamental, porque se convirtió a este ente público en un nido a donde fueron a parar casi todos los periodistas del "régimen nacionalista canario" en manos de las llamadas Agrupaciones Independientes, primero, y de CC, después, con producciones extrnas de diversos programas realizados por terceras empresas que, a lo largo de la existencia de RTV., han hecho pingües negocios con cargo a los presupuestos de la Comunidad.
Según han publicado varios periódicos, este escándalo financiero (de millones de euros, en distintos contratos), afecta a conocidos profesionales del Periodismo que han estado siendo investigados por brigadas especiales de la Policía, con la correspondiente orden judicial.
Entre ellos se encuentran un individuo que fue jefe de Producción de la TVC (que se adjudicaba contratos para una empresa suya); un anterior director general del ente, que llevaba una vida de excesivos lujos (siempre según la versión policial) no acodes con sus ingresos; el propietario de una empresa privada ajena al ente y otros muchos supuestos actos delictivos que, de confirmarse, podrían acabar con varios de estos sujetos en prisión, una vez se aclare cómo y cuándo los referidos individuos "metieron las manos en la lata del gofio", como se dice en estas Islas atlánticas.
Como comprenderán, amables lectores, uno no es nadie para juzgar las acciones irregulares de unos individuos en concreto, porque para eso está la Justicia y sus medios, pero a mí todo esto me huele muy mal, a pesar de que existan personas que ponen en duda hasta los informes de las investigaciones policiales, porque eso sería aún peor.
Algún dirigente político del anterior Gobierno de Canarias tendrá que responder a esta auténtica "merienda de negros". Y desde luego no sé que está haciendo el rimbombante comisionado de la Transparencia, además de ganar unos suculentos emolumentos.
Ya comenté en un reciente artículo que no todas las personas están capacitadas ni se les supone la suficiente honradez para ejercer cargos públicos, porque existen individuos que no saben distinguir lo que es dinero de todos de un capital privado, y eso es tremenda mente perjucidial para el conjunto de los administrados, porque siempre se ha dicho que es muy fácil disparar con pólvora ajena. Ustedes ya me entienden...
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