05.11.2017. Redacción / Opinión.
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
No sé, ni me importa, quién es el responsable de los contenidos de los programas informativos de la Televisión Canaria -- "la nuestra" según dicen--, pero se ve a diez leguas que sus criterios de preferencia de las noticias los debe tener en las posaderas y no en el cerebro.
De manera más habitual de lo que sería deseable, el director de los informativos antepone siempre las noticias referidas a Gran Canaria y a Las Palmas y no hablemos en lo referente al Deporte, porque sólo parece que existe la Unión Deportiva como único club de fútbol en todo el Archipiélago.
En el Telenoticias de la tarde de este sábado, dedicaron muchos minutos a la visita de la UD a la capital de España, donde se enfrentará este domingo en el "Santiago Bernabéu" al Real Madrid, mientras que solo dedicaron unos segundos al partido al encuentro del Tenerife en Sevilla, que se celebró este mismo sábado. Y que no me vengan con el socorrido argumento de que un equipo está en Primera y otro en Segunda, porque no es de recibo.
Aquí no se tiene en cuenta la proximidad ni la inmediatez de la noticia y parece que los informativos son producidos, realizados y editados para los habitante de la isla redonda, exclusivamente, en un medio de comunicación público que no debería barrer tanto para Gran Canaria y que tendría la misión de colaborar a favor de una conciencia de identidad archipielágica.
Ya que estamos ocupándonos de medios de comunicación isleños, me repatea también que en el "Diario de Avisos", los queridos compañeros de decano de la Prensa en Canarias sigan sin saber titular las diferentes informaciones, porque cometen el error, por omisión, de no referirse al lugar donde se producen los hechos noticiables. Se olvidan, casi siempre, de localizar las noticias y es excepcional el titulo, el antetítulo o el subtítulo por el que el lector pueda saber ubicar el hecho. Una equivocación generalizada, tal vez involuntaria, que se ha hecho habitual y que es fácilmente corregible... Eso piensa quien esto escribe, por lo que deberían hacerme caso. O no.
¡Ay, Carmelo¡