02.12.2018. Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
* PSOE gana, pero baja de 47 a 33 escaños, una mayoría insuficiente para gobernar.
* VOX, la gran sorpresa, irrumpe en el Parlamento con entre 10 y 12 diputados
* La participación fue inferior al 50% del censo electoral
* La derecha (Cs y PP) podría gobernar con el apoyo de los ultraderechistas
Una hora y media hora después del cierre de los colegio electorales en Andalucía, cabe destacar, en un segundo análisis de urgencia, la fuerte irrupción en el próximo Parlamento del ultraderechista partido de VOX, tan sorprendente como espectacular, puesto que puede tener una representación de nada más y nada menos que 12 diputados.
Es importante, de la misma manera, el fuerte descenso del PSOE, que aunque sigue siendo la fuerza más votada, pasaría a tener, según los primeros datos, entre 32 y 33 diputados, frente a los 47 que obtuvo en marzo de 2015, lo que representa un fuerte varapalo para actual presidenta andaluza, Susana Díaz, que parece no tener las simpatías de la mayoría de los militantes de su propio partido. Es el peor resultado en la región desde la implantación de la autonomía.
La participación en estas elecciones ha sido inferior al cincuenta por ciento del censo electoral, lo que muestra el desencanto de los andaluces con la clase política.
Lo más probable es que el PSOE pueda gobernar con el apoyo de Ciudadanos, que ha obtenido un magnñifuico resultado con 17 escaños. Sin conocerse los datos definitivos, es también posible que la derecha se una en una especie de frente conservador y llegue a dirigir los destinos de la región si hubiera un acuerdo entre Ciudadanos, Partido Popular y VOX, aunque algunos dirigentes de la fuerza naranja han descartado por ahora un pacto con los representantes de la extrema derecha.
Este es, a grandes rasgos, el nuevo panorama político andaluz, muy fragmentado, con cinco grupos parlamentarios y con unas conversaciones postelectorales que se prevén largas y complicadas.