05.03.2018. Redacción / Opinión
Por: Rafael J. Lutzardo Hernández
Óscar Izquierdo, presidente de la Federación Provincial de Empresarios de Santa Cruz de Tenerife (Fepeco), no cesa en su compromiso de buscar alternativas para que nuestras islas del Archipiélago canario tengan representación empresarial de la pequeña y mediana empresa. También, para que el presente y futuro de jóvenes empresarios puedan tener una oportunidad en el sector de la construcción. Sin embargo, al igual que le pasara a Gary Cooper en la película: Solo ante el peligro; con la excepción de que Oscar Izquierdo no lleva pistolas como el famoso actor desaparecido, el valiente representante de Fepeco se encuentra solo. No por sus compañeros de junta directiva. Pero sí por la presión a la que está siendo sometido desde que fue nombrado y reelegido como representante de la Federación Provincial de Empresarios de Santa Cruz de Tenerife.
Sin embargo, y ante ese agobio al que se encuentra sometido por parte de los que se consideran que tienen el poder y están por encima del Bien y del Mal, Óscar Izquierdo se crece. No se achanta, no se acojona y no se aflige ante tanta moribunda suelta en la sociedad tinerfeña. Su voz es la palabra del progreso, de la evolución y de las oportunidades en el sector de la construcción. Sucede que, cuando vas por la vida con honradez, humildad, inteligencia y valentía, eso motiva en los grande lobbys institucionales y empresariales, una incomodidad o una especie de adversario. Lo que si tengo muy claro, es que personas como Óscar Izquierdo no se ven todo los días. Por su puesto, como ser humano que es, no está exento de equivocarse y de tener virtudes y defectos, pero con unos valores que muy pocos tienen en este comienzo de siglo XXI.
Y hablando de valores. No cabe duda que al margen de la crisis económica, que al parecer ya no es tanto, aunque cientos de familias sigan umbral de la pobreza; los pensionistas cobren una migaja de la Seguridad Social y la Sanidad Pública siga manteniendo una lista de espera, donde muchos ya son difuntos. Es por ello, que la crisis es también de valores humanos, cualidad que actualmente está huérfana en el modelo actual de nuestra sociedad. Por lo tanto, y viendo el perfil de Óscar Izquierdo como persona y profesional, me invita a pensar y creer que todavía quedan personas muy especiales, y de las cuales hay que respetar y valorar.
El poder de la ambición, por parte de algunos sectores del mundo empresaria y gubernamental, aún no se han dado cuenta que también son aves de paso en este planeta tierra. Que tarde o temprano, entraran en el mundo de los seres inanimados, y apoco de tener un recuerdo en su honor, será un pequeño prefacio en sus tumbas. Termino este artículo con una frase sobre los valores: “El respeto por nosotros mismos y por nuestros valores debe anteponerse a cualquier temor o deseo de agradar”. Walter Riso.