15.03.2023 | Redacción | Opinión
Por: Paco Pérez
pacopego@hotmail.com
Seguramente me pondrán a caer de un burro los laguneros recalcitrantes en la Plaza de Abajo o los chicharreros fanáticos en el Parque García Sanabria, pero ya está bien de que los dos municipios mas importante de Tenerife y dos de los tres con mayor población de Canarias se sigan dando la espalda.
Santa Cruz y La Laguna ya están unidos físicamente y en la práctica quienes viven en el cinturón de la conurbación (La Cuesta de Arguijón, Taco, Guajara, Las Chumberas, El Cardonal, etc.) son partidarios de la fusión de los dos municipios. En los años ochenta del pasado siglo dos alcaldes fueron elegidos ampliamente, cuando Manuel Hermoso y Elfidio Alonso prometieron en unas elecciones locales que se celebraría un referendum para llevar a cabo la fusión entre ambos territorios.
Estamos ya en el segundo decenio del siglo XXI y debemos de abandonar posturas pueblerinas y apostar por una capital unida, moderna y desarrollada, para convertirse en una de las diez ciudades más importantes de nuestro país, que se podría llamar Tenerife, como la Isla que alberga a esta amplia zona metropolitana.
Hubo un alcalde chicharrero, Félix Álvaro Acuña Dorta (que curiosamente era lagunero de nacimiento) que siempre apostó y defendió esa unión hasta su fallecimiento. Una calle situada hoy en día entre ambos términos lleva el nombre del señor Acuña, que no quiso una vía céntrica, sino que eligió una arteria de la periferia, para dejar patente su empeño en fusionar Santa Cruz y Aguere.
¿Qué más da, a estas alturas, dónde esté la Alcaldía en el futuro? No parece que esté necesario que esté en La Carrera lagunera o en Méndez Núñez. Podría estar sin problemas en la antigua Estación del Tranvía en La Cuesta o en el Cruce de Taco.
Siempre se ha dicho que la unión hace la fuerza y por eso sería conveniente unificar servicios ciudadanos, como el abastecimiento de agua potable, el asfaltado de calles, la remodelación de los barrios o los transportes locales en guaguas y taxis. Habría que empezar por mancomunar esos servicios.
El tranvía metropolitano actualmente comunica las dos ciudades y no es de Santa Cruz ni de La Laguna, es de todos los usuarios sean de abajo o de arriba. Y esa debe ser la mentalidad de los habitantes y residentes, una mentalidad abierta y moderna, que convierta a estas dos ciudades en una gran capital.
Siento que algunos tinerfeños no piensen así, pero presumo que la gran mayoría de las poblaciones santacrucera y lagunera sí son partidarios de la idea de dejar de ser primos y convertirnos de una vez en hermanos bien avenidos. Y como lo pienso, lo escribo.
Por último, no les digo cómo sentaría la noticia en los líderes políticos y en la sociedad canariones, que así se llaman los de la otra isla cercana.